Panem et circenses
Hoy mi ciudad está engalanada. En los balcones aparecen junto a las macetas floridas banderas de España. ¿Cuál es el insigne honor para vivir este momento de patriotismo? El honor es que jugamos una semifinal del mundial de fútbol. Con tal motivo ayer escuché en una emisora local:
España puede hacer historia. En el Mundial de Brasil de 1950 nuestra selección ocupó el cuarto lugar, y hoy tiene la oportunidad histórica de superar esa hazaña
Parece que aquel que dijo “El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes” acertó plenamente. Banderas para celebrar ¿un partido de fútbol? A mí también me gusta el fútbol, pero éste hoy día ha desbordado cualquier expectativa. Ha dejado de ser un mero deporte, pero también ha dejado de ser un negocio normal para ser algo parecido a un holding. Las cantidades desorbitadas que maneja son criticables desde mi punto de vista, y especialmente criticable es que se dediquen grandes partidas presupuestarias del erario público a este deporte.
En la década de los 50 del siglo pasado, en concreto en 1959 el español Severo Ochoa ganó el premio Nobel de Medicina y Fisiología. Desde entonces nadie en este país ha vuelto a obtener ese galardón en una disciplina científica. Ojalá llegue el día en el que engalanemos nuestros balcones debido a que un español sea el encargado de recoger ese premio en Estocolmo.
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Y de paso un buen artículo: http://aldea-irreductible.blogspot.com/2010/07/la-ministra-garmendia-vuelve-mentir.html
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Un post demagógico al año no hace daño.
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Hola:
En Chile pasa lo mismo, pero es más grave: Chile nunca ha ganado nada.
Saludos.
Bayo
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Bueno, simplemente puntualizar que Severo Ochoa se llevó el Premio Nobel en EEUU y como ciudadano estadounidense. El único Premio Nobel que podemos sacar a la palestra es nuestro querido Cajal (1906), que sí desarrolló su labor en este, nuestro país.
En cualquier caso, dudo que se creara tanta expectación con un premio nobel español… C’est la vie…
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Gonn, eso es porque los de la Academia Sueca se lo monta fatal. Si hicieran unos cuartos de final, semifinales y final como está mandado crearían afición. ¿O quizás no? ;–)
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jajaja, pues quizás sería la forma de crear expectación e interés…
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Desde luego el “pan y circo” es una fórmula que funcionó, funciona y, por desgracia seguirá, funcionando. Por suerte hay blogs como los vuestros en el que mantenéis un ojo sobre los temas que son verdaderamente importantes. 😉
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Para todo hay tiempo, la vida es muy larga (o al menos es lo más largo que va a hacer cualquiera).
Sin oponerme a que Españe gane cuantos premios nobel puedan acumularse dentro del territorio de la nación, me alegro de que estemos en la final. Me temo que la entrega de un Nobel no crea la adrenalina que genera un partido de futbol, ahi está el fallo.
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Buenas:
La cosa está en el equilibrio. Hay que primer lo verdaderamente importante (la ciencia) pero no hay que rechazar una alegría como la de ayer. Por desgracia, la mayoría de la gente pone el fútbol por delante del conocimiento.
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Yo creo que el fútbol cuenta con un matiz de cierto primitivismo que lo conecta con nuestros instintos sociales de identificación del “grupo”, esto (pienso) que lo hace sin duda muy diferente al resto de cosas que deberían de ser más importantes y no hay duda que “deportes” como este son mucho más identificativo para la sociedad que un premio Nobel sea este del signo que sea.
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Me parece bien que a la gente le guste el fútbol, ¿por qué no?. Quizás me parece criticable (no sé qué calificativo darle) el que sea el único interés de algunas (muchas) personas. Lo que me parecería al menos curioso es que la entrega de los premios Nobel (me refiero al acto de entrega) causara la espectación que causa el fútbol; por una sencilla razón: el fútbol es un espectáculo que se sigue con interés (aquéllos a los que le guste, claro). Yo desearía que España ganara uno (o varios) de esos premios antes de que ganara uno (o varios) de esos mundiales, pero tengo algo claro: no voy a ver la entrega de los premios Nobel aunque pongan cuartos de final, semifinal y final, pero pienso ver el partido España-Holanda; eso sí, sin banderas en el balcón (no entiendo para qué a no ser que mi vecino sea alemán, holandés o lo que toque. Poner la bandera es decir:”yo voy con España, ¿y tú?”, ¡pero hombre!, que estamos en España) ni con bubucelas (habría que asesinar al que las inventó. Yo imagino a alguien que ha ahorrado durante años para poder asistir al mundial de Sudáfrica; llega al campo emocionado y le toca al lado un energúmeno que no deja de dar la murga durante todo el partido. Creo que el asesinato estaría más que justificado, ningún tribunal condenaría a este pobre hombre)
Un saludo para todos.
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Tan larga que dura toda la vida.
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