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Imágenes de la ciencia y la naturaleza: Mono narigudo

22 agosto, 2010

Lo que los antiguos naturalistas denominaban «caprichos de la naturaleza» es algo que no deja de sorprendernos. Increíbles estructuras, aparentemente sin función más allá de la ostentación, son característica común en muchos seres vivos.

Un ejemplo dentro de los primates es el del mono narigudo o mono násico (Nasalis larvatus), poseedor de una nariz prominente, especialmente en los machos adultos, que le confiere un aspecto muy particular.

Nasalis larvatus es una especie endémica de la isla de Borneo y las islas Mentawai, al oeste de la isla de Sumatra. Con un pelaje marrón rojizo, habita zonas pantanosas y manglares. De vida preferentemente arbórea, descienden frecuentemente al suelo o a las zonas bajas de la selva, siendo capaz de nadar agilmente para buscar alimento o escapar de algún peligro, especialmente de su enemigo natural que es el cocodrilo. Los machos pesan entre 15 y 25 kilos y miden unos 70 cm de longitud (más otros 70 cm de cola), mientras que las hembras no suelen sobrepasar los 65 cm y los 12 kilos de peso.

De alimentación básicamente hervíbora (aunque pueden consumir invertebrados de forma ocasional), poseen una marcada sociabilidad, viviendo en grupos familiares de entre cuatro y veinte individuos, compuestos por un macho adulto con varias hembras y sus crías. Al igual que otros primates, poseen una marcada jerarquía dentro del grupo. Cada grupo ocupa un área de 130 a 900 hectáreas y, a pesar de ser muy territoriales, suelen compartir zonas comunes con otros grupos sin que se haya observado conflictos importantes entre ellos.

La característica más peculiar es su larga y abultada nariz, que en los machos adultos suele sobrepasar la boca. Parece ser que se trata de una característica resultante de un proceso de selección sexual, al preferir las hembras a aquellos individuos con una nariz más grande. Sin embargo, algunos especialistas creen que aporta también una función importante como cámara de resonancia para los gritos recriminatorios de los machos dominantes, de tal manera que aquellos individuos con una nariz más grande tendrían más posibilidades de convertirse en jefes de un grupo de hembras y traducir ésto en una mayor capacidad reproductiva. Algunos autores han propuesta una función termorreguladora para la disipación de calor corporal, aunque hasta ahora no se disponen de pruebas experimentales que lo confirmen.

En la actualidad, los cocodrilos han dejado de ser el mayor peligro para la existencia de los násicos, triste honor que ha sido cedido al ser humano. La caza furtiva y la reducción de sus hábitats naturales por la extracción de madera y la transformación de la selva en monocultivos de palmera de aceite, ha situado a sus poblaciones en un punto crítico. Se calcula que quedan únicamente entre 7.000 y 8.000 ejemplares en estado salvaje, con lo que la especie está clasificada como en alto peligro de extinción.

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  1. 22 agosto, 2010 a las 12:31

    Qué pedazo de fotos, JM. Si el de la primera parece que estaba charlando contigo! 😆

    Me ha llamado mucho la atención lo de las islas Mentawai. Están muy lejos de Borneo, y la presencia de násicos allí hace suponer que en el pasado el grupo habría estado presente también en Sumatra, Java y el Sudeste asiático (antes de verse reducido a esos 2 últimos reductos).

    Me he puesto a buscar un poco y me he encontrado con varias sorpresas. Los násicos de Mentawai (Simias concolor, «langures cola de cerdo») son una especie distinta del mono narigudo (Nasalis larvatus). Y a simple vista se les parecen muy poco:

    Tradicionalmente por criterios anatómico-morfológicos a estos násicos de Mentawai se les colocaba en el mismo género Nasalis que los de Borneo, con el nombre de especie Nasalis concolor. Luego se les dio un género propio, pasando a ser Simias concolor, aunque con bastantes discusiones sobre si realmente estaba justificado el clasificarlos como un género aparte o no.

    La última palabra, como siempre, la dieron los análisis moleculares. A nivel científico los resultados del estudio de Whittaker (2005) fueron concluyentes. El mantener a los Simias como un género aparte de los Nalasis no estaba justificado desde un punto de vista molecular.

    El pdf del paper está disponible on-line. Fijaos en la situación geográfica de las islas y en el arbol filogenético propuesto por los análisis de ADN:

    Haz clic para acceder a Whittaker_et_al_2006.pdf

    Sin embargo, eso no fue el final de la discusión, sino el principio de una nueva. Aunque molecularmente no estuviera justificado mantener un nombre distinto para el taxón a nivel de género, en la práctica cambiarlo podría traer consecuencias negativas para la conservación de una especie «críticamente en peligro» (26.000 individuos en 1980, entre 6.700-17.300 individuos en la actualidad), que se encuentra entre las 25 especies de primates más amenazadas del planeta.

    http://blogs.nationalgeographic.com/blogs/news/chiefeditor/2010/02/primates-face-extinction.html

    El problema es que en un mundo tan amenazado las prioridades cuentan. Y, aunque no debería ser así, a veces en la práctica las llamadas a conservar un género único obtienen más atención que las llamadas a conservar una especie única. Y es fundamentalmente por eso por lo que se sigue manteniendo el taxón Simias concolor, aun advirtiendo de que molecularmente no está justificado. Por ejemplo aquí:

    http://www.iucnredlist.org/apps/redlist/details/20229/0

    Un verdadero tema para la reflexión. En todo caso en lo que coinciden todos los especialistas es que lo prioritario es conservar la especie. De nada servirían las discusiones taxonómicas si al final se acaba extinguiendo…

    Saludos.

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  2. 22 agosto, 2010 a las 13:45

    aparentemente sin función más allá de la ostentación

    Y es que la ostentación es una función muy importante.

    JM eres un crack de las fotos.

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  3. 22 agosto, 2010 a las 13:47

    Por cierto, gracias Rano por el voto, nosotros también os lo dimos. Saludos.

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  4. 22 agosto, 2010 a las 21:04

    Interesantísimo apunte, Rano, y se agradecen las referencias. La verdad es que la biogeografía es una ciencia apasionante, y dentro de ella el caso de sudeste asiático es especialmente atractivo.

    Entre los diferentes fenómenos que influyeron en la variación geográfica de la región, sin duda las glaciaciones han producido la alternancia de períodos de comunicación y aislamiento consecutivos. Sólamente en la última, los mares poco profundos desaparecieron y Australia, Tasmania, Nueva Guinea, Filipinas e Indonesia estuvieron unidas durante un buen período.

    Gracias también por las felicitaciones, Hexo!

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  5. Jesús C.
    23 agosto, 2010 a las 14:41

    Buenas.

    No estoy muy convencido de que ese excesivo desarrollo nasal esté ligado a una función termorreguladora. De ser así, supongo, las hembras también hubiesen desarrolado esa prominencia.

    Muy interesante, tanto el artículo como las fotos.

    Saludos.

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  6. Peregring-lk
    23 agosto, 2010 a las 15:03

    Yo hay una cosa que siempre me ha intrigado, y es el por qué de la selección sexual. Es decir, me resulta muy caprichosa.

    ¿Por qué los pavos reales habrían de competir con el tamaño y color de sus plumas, y no por otras características?, ¿por qué es importante para sus hembras quién las tenga más bellas y elegantes?

    Antes de que una característica entre en la baza de la selección sexual, ha debido de tener necesariamente otras funciones, ¿o no?, o si no no tendría sentido que con el tiempo pasará a ser una característica importante para la especie.

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  7. 23 agosto, 2010 a las 16:17

    Hexo :

    aparentemente sin función más allá de la ostentación

    Y es que la ostentación es una función muy importante.
    JM eres un crack de las fotos.

    Brillante comentario, Hexo.

    Saludos,

    C.M.

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  8. 24 agosto, 2010 a las 1:07

    Vaya, muchas gracias. Supongo que el brillo se encuentra en los ojos del lector. 😉

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  9. Yagoveloz
    25 agosto, 2010 a las 19:14

    Y la ventaja de esa forma de nariz en el agua? La adaptación a medios litorales es la solución más sencilla al enigma de la bipedestación a pesar de ue sigue sin considerarse en medios académicos, y estas criaturas son un buen ejemplo.La vía respiratoria nasal tiene características anatomo-fisiológicas bien estudiadas en relación con la regulación de temperatura y humedad del aire no sólo en mamíferos, y la «congestión nasal» tiene como sustrato histológico un tejido muy rico en capilares venosos similar al de las plantas de los pies en humanos o a los cuerpos cavernosos del pene, con mecanismos de regulación de capacidad a base de receptores de serotonina.La ostentación de tal órgano bien puede asociarse a una mayor posibilidad de adaptación al medio acuático. En cuanto a la selección sexual es fuente de errores crasos cuando se atribuye capacidad selectiva a uno de los sexos sin considerar las funciones previas de los caracteres «ostentados».Así hay antropólogos de prestigio que han escrito «el pecho femenino no sirve para nada…luego será para atraer al macho».Obviar la función de la mama en los mamíferos es haber perdido el norte,literalmente.Saludos

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  10. 25 agosto, 2010 a las 19:59

    La función termorreguladora de tal pedazo de nariz ha sido propuesta por algunos investigadores como motor de su selección, pero por lo que he leído, no hay datos que confirmen tal hipótesis.

    Con respecto al medio acuático, tengo mis dudas sobre que la adaptación al litoral sea una buena explicación para la bipedestación, sobre todo si es la única característica compartida con animales comprobadamente acuáticos. Quitando aves, por motivos obvios, no encontramos mamíferos bípedos asociados al medio anfibio.

    Saludos.

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  11. 26 agosto, 2010 a las 11:45

    Estoy de acuerdo con Peregringlk. La selección sexual, en algunas ocasiones, nos parece caprichosa (quizás por desconocimiento, en mi caso). No entiendo que un pájaro que hace una, para nosotros, divertida danza, sea capaz de crear pollos más adaptados al medio. Es posible que cree pollos tan danzarines como él y la hembras volverán a elegrilos, con lo que han asegurado su procreación; a las que no entiendo es a las hembras que los eligen. Es como casarse con Fred Astaire; me entretiene pero no creo que mis hijos estén mejor adaptados al medio que con otro padre.

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