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Imágenes de la ciencia y de la naturaleza: Pterois antennata

5 diciembre, 2010

El Pterois antennata o pez león es uno de los peces de arrecife más espectaculares que podemos encontrar. Se trata de un excelente modelo para los fotógrafos submarinos, dado que no se asusta tan fácilmente como otros congéneres suyos. Además su llamativa librea y las ornamentadas aletas le confieren una gran belleza.

Sin embargo, tras esa majestuosa apariencia se esconde un amimal peligroso por dos motivos. El primero, conocido desde antiguo, se debe a las glándulas venenosas presentes en los radios de la aleta dorsal, que producen e inyectan una toxina que puede llegar a originar parada cardiorrespiratoria en el ser humano. A esto se debe que el pez león presente un desplazamiento lento y majestuoso, seguro como está de encontrar pocos predadores que se atrevan a lidiar con su veneno.

El segundo aspecto peligroso dificilmente puede apreciarse en la fotografía, a no ser que revelemos que ha sido realizada en el Mar Caribe. Y es que la zona de distribución natural de Pterois antennata es el Océano Índico y el Pacífico occidental. Sin embargo, desde hace unos años se encuentra de forma cada vez más frecuente en el Océano Atlántico y el Mar Caribe. Sin enemigos naturales en estas regiones y debido a los hábitos alimenticios consistentes en otros peces e invertebrados, el establecimiento y aumento de las poblaciones de Pterois antennata en el Atlántico y Caribe supone un importante peligro para los arrecifes coralinos de toda la región.

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  1. 5 diciembre, 2010 a las 13:25

    Buenas:

    La verdad es que es un pez bien bonito, pero mejor visto en foto no sea que te pinches. Lástima que se pueda cagar los arrecifes de coral.

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  2. 5 diciembre, 2010 a las 17:15

    Vaya… Tal vez estemos ante un nuevo caso de selección natural, ¿no? Sobreviven los más aadaptados, la ley del más fuerte. En este caso, por lo menos lo peligroso es bello.
    La verdad nos hará libres.
    Saludos.

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  3. Gregorovius
    5 diciembre, 2010 a las 18:01

    La selección natural no tiene «nuevos casos», actúa de manera continua.
    Además de la selección natural hay la deriva genética, que no es tan continua …
    La selección natural no es «la ley del más fuerte», es la supervivencia selectiva y mayor tasa de reproducción de ciertos individuos en una población.
    El tema de las especies invasoras no es un caso de selección natural, ni de deriva genética, es un tema de competencia interespecífica.
    El problema no es de fuertes y débiles ni de peligrosidad y hermosura. El problema es la disminución de la biodiversidad.
    La vida en la Tierra no se va acabar por lo que hagamos o dejemos de hacer, ya soportó muchos desastres terribles. Lo que está en juego es la supervivencia de la especie humana, último representante de una línea evolutiva única.
    Es posible que de insectos o de cefalópodos surja una linea evolutiva similar a la de los homínidos … Entonces, «no importaría».

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  4. 5 diciembre, 2010 a las 22:19

    Tal y como indica Gregorovius, se trata de un caso de especie invasora. La SN actúa, de igual forma que actúa en todo momento con ésta y con el resto de especies.

    El caso de las especies invasoras es como lo del efecto invernadero: siempre ha habido, y es una característica de la historia evolutiva en la Tierra. El problema viene cuando la actividad humana multiplica las invasiones, como ocurre a diario en todo el mundo y muchas veces con efectos devastadores (conejos en Australia, cabras en Galápagos, etc.). En el caso del pez león, se barajan dos hipótesis: la rotura de un acuario en el Golfo de México en los años 90 y/o la llegada en los lastres de barcos procedentes del Océano Pacífico a través del Canal de Panamá.

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