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El comentario de texto en la era de Internet

6 mayo, 2011


Los sistemas de transmitir información a los alumnos y de evaluar los conocimientos de éstos varían mucho a lo largo del tiempo, y España es un claro ejemplo de ello, donde cada pocos años hay cambios en los planes de enseñanza. Recuerdo que, hace muchos años ya, una de las pruebas de Selectividad era el comentario de textos. Éste se sigue haciendo, pero ahora solamente desde el punto de vista del análisis lingüístico. Antes esta prueba tenía dos partes, en la primera recibías una breve conferencia que tenías que escuchar y posteriormente resumir, a la vez que había que contestar algunas preguntas que se planteaban. Además había que leer un texto que teníamos que resumir para posteriormente, analizar sintácticamente una serie de frases marcadas. Aún recuerdo que la conferencia que tuve que escuchar trataba sobre la energía nuclear, mientras que el texto fue extraído de un libro de bioética y debatía sobre la conveniencia de emplear animales de laboratorio en la investigación biomédica.

Estas pruebas exigían leer (o escuchar) detenidamente todo el discurso, y sólo una vez acabado éste confeccionar el resumen y extraer las conclusiones oportunas. Había que realizar una mezcla de habilidad de lectura, capacidad de comprensión, análisis, síntesis, y posterior realización de un discurso crítico del mismo. Es lo que se espera de una persona que tiene estudios de bachiller y que está a punto de ingresar en la Universidad, lugar donde se le va exigir una capacidad de comprensión, interpretativa y crítica del máximo nivel.

Sin embargo muchos docentes están manifestando que las nuevas generaciones que se están formando para acceder a la Universidad están perdiendo, de forma general, la capacidad de realizar un análisis profesional de un texto. Algunos autores, como por ejemplo Nicholas Carr, culpan a Internet de ello. Según Carr, navegar por Internet, el ir cambiando continuamente de página, impone un análisis rápido y superficial de los contenidos examinados. Un ejemplo lo viví el otro día cuando un artículo de este blog que hablaba de las experiencias cercanas a la muerte fue enviado al portal de noticias Menéame. Allí uno de sus usuarios votó negativa la noticia por considerarla magufa. ¡Un post que realiza un análisis crítico de un artículo científico, que sentencia que las conclusiones del mismo son pseudocientíficas, publicado en un blog que realiza una dura crítica a las magufadas, es criticado por magufo! La única explicación posible es que esa persona navegó sobre el texto y puso en mi teclado textos que correspondían a otras personas. Y esto es debido a la forma de redactar el texto, una forma que puede que ya sea arcaica, dada la nueva forma superficial de leer ciertos contenidos. Baste recordar que en el mismo portal, muchas noticias meneadas tienen más votos que enlaces a la noticia, lo que indica que la gente vota tras leer la entradilla –que muchas veces apenas da información-, y nada más, pocos van a considerar si el texto tiene el valor suficiente para ser votado.

Cuando tengo que presentar un artículo, ya sea para alabarlo o criticarlo, me gusta en primer lugar presentar el tema a modo introductorio, es lo que los anglosajones llaman el “state of art”. Tras esta introducción presento el artículo de la forma más objetiva posible y posteriormente lo enfrento a la opinión de otros autores, y por supuesto, también a la mía. Este blog es un medio de opinión, tiene una línea editorial determinada, por lo que no se hace una mera presentación de la información, sino que en muchas ocasiones va acompañada de nuestro punto de vista. Este tratamiento del texto hace que sea obligatorio leerlo en toda su extensión para sacar conclusiones, de no ser así se puede producir equívocos como los del lector de Menéame, se puede conceder mi autoría a textos y opiniones que corresponden a otras personas.

Carr llega muy lejos y opina que Internet está, literalmente, cambiando nuestra estructura cerebral (de forma física), haciéndonos superficiales a muchos niveles, tomando decisiones con pocos datos y extrayendo conclusiones sin el rigor correspondiente. Por explicarlo de una forma gráfica y empleando un símil futbolístico es como si encendiéramos la radio en el minuto 45 de un partido, escuchásemos el resultado del mismo, y con ese resultado diéramos por acertado o desacertado el signo marcado en nuestra quiniela, sin esperar al final del partido.

Estos cambios en los análisis de textos se ven materializados en la nueva forma de redactar para captar la atención del lector. Se impone un título atractivo e impactante, seguido de una entradilla corta donde se resuma en pocas palabras de lo que va el texto. El mensaje clave ha de aparecer pronto en el texto, esa idea de que hay que generar un halo de misterio para atraer al lector al final del artículo, donde se presenta la conclusión estrella del mismo, se está perdiendo. Y esta nueva forma de redactar me la estoy encontrando muchos artículos de prensa, así como (curiosamente) en artículos científicos de revistas de alto índice de impacto. Quizás sea hora de irse adaptando a las nuevas direcciones por las que sopla el viento.

Nota final: La obra de Nicholas Carr a la que me he referido en el texto se llama “Superficiales, ¿qué está haciendo Internet con nuestras mentes?”

  1. Katxu
    6 mayo, 2011 a las 11:58

    Muy interesante.
    Yo creo que es muy cierto que se analiza superficialmente la información en Internet. No obstante, un pequeño porcentaje de intenautas disfrutamos de esta «otra» forma de entender lo que leemos, sea el ejemplo este genial blog. De una noticia, leemos el artículo, leemos los comentarios, comentamos, buscamos información que avalen nuestros comentarios, etc. Así nuestra lectura, está lejos de ser superficial (no sólo leemos cuidadosamente el artículo, también leemos cuidadosamente a otros lectores y leemos otras fuentes de información relacionadas con el tema) contribuyendo a reafirmar nuestro sentido crítico y nuestras posturas. «Adiestrados en el ejercicio del esceptcismo y manteniedo siempre el cerebro despierto, atento, armado, molesto…»

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  2. Marino
    6 mayo, 2011 a las 12:01

    Que buena entrada!
    Ya había leído las conclusiones de Carr sobre los cambios que el cree que internet está produciendo, pero la verdad es que si bien estoy de acuerdo en que cada vez mas parece que prima el concepto «fast-food» para todos los ámbitos de la vida, no creo que internet sea culpa sino consecuencia. El picoteo de información requiere muchisimo menos esfuerzo mental que el adentrarse en un tema concreto y analizar frase por frase todo un texto de varios párrafos, pero es que yo veo que mucha gente es lo que demanda.
    De hecho blogs como estos son un rara avis, donde la gente escribe respuestas que ocupan mas que lo que abarca una pantalla y hay gente que se lo lee!

    No solo se debería recuperar el analisis de texto en selectividad que se hacia antes, si no que siempre creí, sobretodo cuando cursaba el COU y veía lo que había a mi alrededor, que debería existir una asignatura completa sobre analisis de texto y lectura comprensiva.

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  3. Jon
    6 mayo, 2011 a las 12:03

    Ya había escuchado esto antes y la verdad es que resulta bastante intrigante.

    Desconozco el grado de impacto que tiene internet sobre nuestras mentes, pero lo que es innegable es que favorece la dispersión de la concentración durante la lectura, con tantos estímulos como links, publicidad,…

    Saludos.

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  4. ScienceRocks
    6 mayo, 2011 a las 12:23

    Ojo,que la prueba de Lengua y Literatura sigue siendo asi(salvo la conferencia).Un texto que analizar(de hecho se llama comentario de texto critico,no linguistico),sintaxis,y tema(teoria pura y dura)

    Por lo demas,buen articulo 😉

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  5. 6 mayo, 2011 a las 13:30

    Muy buen analisis, Manuel, aunque no estoy de acuerdo con que la culpa sea de Internet. Ese problema ya se daba antes del boom de Internet. Lo que te encuentras ahora en la red es la consecuencia del problema de la superficialidad a la hora de leer y escribir, no la causa. Antes, lo unico que podias leer eran libros, periodicos y revistas que los escribian gente mas o menos profesional. Ahora tienes una muestra mucho mas representativa del nivel cultural de la poblacion, ya que cualquiera puede tener un blog o comentar en un foro.

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  6. 6 mayo, 2011 a las 14:15

    Internet es una buena herramienta si sabes utilizarla. Como todas las herramientas, si lo pensamos; y si no, piensa en un picahielos y en lo que se hacía en la película «Instinto básico».
    Prácticamente toda la información existente a nuestra disposición; la responsabilidad es grande y no es fácil estar a la altura de tal responsabilidad.
    No sé si hay cambios físicos en nuestro cerebro; es muy posible. Lo que sí ha hecho con mucha gente es atontarla: ya no hace falta redactar; corto, pergo y, si es necesario, sólo si es necesario, hago pequeñas modificaciones, sobre todo para que el profesor no note la trampa.
    No hay que saber de reglas ortagráficas o gramaticales, para eso tenemos el corrector de faltas.
    No sé dónde terminará todo esto.
    Un saludo para todos.
    Alicia.

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  7. PonC
    6 mayo, 2011 a las 14:20

    Estoy de acuerdo en que el problema se magnifica ya que la muestra es mucho mas representativa como dice Javi (#5). Sin embargo yo sí veo que Internet es también la causa, ya que la estructura, los diversos y múltiples estímulos que se dan en una página que no se dan en texto escrito (como comenta Jon (#3)), facilitan desviarse de lo escrito. Todo esto combinado con que suele ser mas incómodo leer en una pantalla y que no es habitual que nos pongamos a leer textos muy largos en el ordenador hacen que la lectura en pantalla sea mas superficial.

    Hace poco me planteé adquirir un lector de libros electrónicos, para elegir tenía básicamente dos opciones por un precio similar. Tinta electrónica por un lado, lo más parecido al papel que hay, y por el otro un tablet donde también se puede leer pero que ofrece otras opciones como conexión a internet, reproducción de vídeo y tal… He acabado adquirienedo un lector de libros porque cuando leo en una pantalla acabo haciendo otras mil cosas (comprobar el correo, algún feed, Facebook… etc) la tinta electrónica es un libro, en formato electrónico con capacidad para muchos textos pero un libro al fin y al cabo. Creo que en general cada vez se lee menos.

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  8. josemi
    6 mayo, 2011 a las 14:21

    Llevo oyendo lo mismo desde hace años, pero el sospechoso habitual era la television. Se ve que van cambiando los tiempos.

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  9. Uri
    6 mayo, 2011 a las 14:41

    Leyendo el articulo no tengo tan claro que el problema sea el analisis y la comprension de un texto (que tambien lo es) sino mas bien el hecho de no leer el texto entero. Si alguien pretende hacer la critica de un texto es obvio que ha de analizarlo y comprenderlo, pero paso previo a esto es leerlo entero, a no ser claro, que se sea un critico arrogante que piense que por leer un par de lineas (por su extraordibaria brillantez) ya le basta.
    Tampoco creo que internet sea la causa (hoy dia todo es culpa de internet, cuando internet no es mas que un medio de comunicacion) este hecho ya se da en los periodicos, en muchos casos se lee el titular y la entrada y puede ser hasta logico, yo muchas veces no tengo el tiempo (ni las ganas) de leer el periodico por entero.Y esto se transvasa a la radio y sobretodo a la television.La television de hoy ha de ser muy dinamica hasta el punto que en un debat de media hora donde debaten 6 o 4 personas pueden llegar a debatirse 4 o 5 temas (obviamente de forma superficial),en una entrevista pueden llegar ha ser mas largo el tiempo que habla el entrevistador que el entrevistado, cualquiera de vosotros puede imaginar decenas de estos ejemplos.
    Esto tiene que ver un poco con la prisa, vivimos en una sociedad muy apresurada en que la informacion ha de ser dinamica y vibrante.
    A mi personalmente esta situacion me estresa (ya apenas veo la television).En cambio he encontrado esa calma en internet, nadie me marca los tiempos en internet, si un tema me interesa puede leer tantos libros sobre el como quiera,tantos articulos como quiera,tantas opiniones como quiera,puedo ver documentales,entrevistas,en fin,una infinidad de informacion con todo el tiempo que yo quiera dedicarle.Por eso me parecen injustas las acusaciones a internet que se ha convertido en el culpable de todo.Se dice que incomunica a la gente (¿?,paradojico cuando una puede realizar video conferencias con la otra punta del mundo,escribir cartas,las redes sociales…)
    Supongo que es por la novedad,antiguamente los libros estaban mal vistos, hasta que llego la television, entonces los padres decian a los niños que leyeran en lugar de ver la tele.En un futuro aparecera un nuevo medio de comunicacion que sera el gran culpable de todo, entonces los padres exhortaran a los hijos a que dejen ese nuevo sistema y se dediquen a algo util como navegar por internet.

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  10. Gregorovius
    6 mayo, 2011 a las 16:08

    Yo más bien le echaría la culpa a las denominadas «redes sociales», como el «menéame» citado en en el artículo. En esas redes la limitación del tamaño de los textos lleva a que se parezcan mucho a una «conversación» de ladridos entre perros, aunque probablemente mucho más más pobre en significados.
    Personalmente las detesto, no tengo cuenta en ninguna ni pienso tenerla.
    Para redes sociales, la calle, el parque, el bar de la esquina …

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  11. KC
    6 mayo, 2011 a las 16:33

    Dentro del mundo del «entretenimiento» la parte más complicada y «aburrida» es la de la lectura, porque no nos lo da todo hecho. No tiene la divertida capacidad visual de un videojuego, o la cómoda capacidad directa de la televisión, o la poderosa capacidad enlazadora de Internet, sino que delante de un texto de género literario o periodístico estamos solos. Somos nosotros quienes tenemos que desentrañar el significado de su contenido sin más ayuda que nosotros mismos. Ahondar en cada línea y hacer una inmersión en el cerebro del autor, para captar todas sus tonalidades. Somos, por instantes, una especie de arqueólogos que tienen que dotar de sentido a unos jeroglíficos desconocidos, y eso nos da miedo, y nos aburre. Por eso, entre otras cosas, preferimos ver una película a leer una novela (en los casos en que una novela ha sido llevada al cine). Hay incluso quien piensa que al haber visto la película es como si hubiera leído el libro…

    Por mucho que avance el Tiempo, y las épocas y la tecnología cambie, hay ciertas cosas universales que seguirán inmutables en su esencia. La expresión escrita es una de ellas y de momento no hay ningún sustitutivo, mucho menos la expresión oral. Cualquier gilipollas puede hablar, lo vemos todos los días en televisión. Escribir y leer no.

    Por último, decir que los comentarios de textos no se inventaron para dar por saco a los alumnos, sino porque todos los lingüistas -entre ellos Chomsky- saben perfectamente que lo que hay dentro de un cerebro tiene mucho que ver con el cuánto y sobre todo CÓMO hemos procesado cualquier tipo de información. No hay ninguna otra materia, repito, NINGUNA, que haga que alguien pueda representar la realidad tal y como es, como se consigue mediante el lenguaje gramatical y sintáctico. Todos los demás lenguajes (matemático, músico, etc.) son puramente secundarios que ayudan a perfeccionar esa representación, pero no consiguen lo que consiguen las palabras. Si los animales tuvieran un lenguaje parecido al nuestro, serían prácticamente humanos, por tanto podemos aseverar que es lo único que realmente nos separa de ellos.

    Los nutricionistas dicen que somos lo que comemos, yo puedo asegurar que somos lo que leemos. Y cuanto menos lea una sociedad, más imbécil será. No hay vuelta de hoja. Es una regla universal.

    En este sentido he de decir que Internet ha conseguido que mucha gente que antes no leía ni el Marca ahora lea mucho más (aunque sea para mirar el Facebook y ver qué ponen sus cercanos); Carr parece haberse olvidado de un par de cosas bastante evidentes, entre ellas que Internet es una herramienta de autoaprendizaje muy eficaz, mediante la cual un sujeto puede aprender solo con mucha más facilidad de lo que se tenía antes. Y es que Internet no es sólo visual (tipo TV), sino que tiene mucho de textual. Y cualquier cosa textual entra directamente en el cerebro para quedarse y modificarlo. Cualquier frase, en el momento más inesperado, puede enseñarnos algo nuevo, darnos otra perspectiva o un nuevo punto de interpretación.

    El principal problema que hay aquí es que, si bien antes el entretenimiento principal era la lectura, ahora es prácticamente el último que se prefiere, porque hay muchos «sustitutivos». Otro problema es que nos la sopla ser rigurosos o no, porque en realidad nos la menea cómo sean las cosas, sino que nos gusta debatir por debatir, muchas veces aunque no tengamos la mínima idea sobre el tema, o porque tenemos intereses encontrados.

    Saludos.

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  12. KC
    6 mayo, 2011 a las 16:43

    Uri :
    Leyendo el articulo no tengo tan claro que el problema sea el analisis y la comprension de un texto (que tambien lo es) sino mas bien el hecho de no leer el texto entero. Si alguien pretende hacer la critica de un texto es obvio que ha de analizarlo y comprenderlo, pero paso previo a esto es leerlo entero, a no ser claro, que se sea un critico arrogante que piense que por leer un par de lineas (por su extraordibaria brillantez) ya le basta.

    Pues si supieras como funcionan las elecciones de los concursos literarios te tirabas de los pelos… 😀 Pero sí, esto que dices tiene mucho que ver con lo que comentaba Manuel sobre las quinielas y los resultados provisionales y finales. El problema es que para juzgar un texto uno tiene primero que haberlo comprendido -y por supuesto leído entero-. Juzgar sin comprensión o sin tener todos los datos vendría a ser como un juez que escribe una sentencia sin saber cómo fueron los hechos.

    Saludos.

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  13. Txema M
    6 mayo, 2011 a las 18:18

    KC, aunque comparto contigo la mayoría de las opiniones que expresas en el comentario nº 12, me parece que se te ha colado una barbaridad: «cuanto menos lea una sociedad, más imbécil será.» Entiendo lo que quieres decir, pero no creo que esté bien expresado, entre otras razones por el hecho de que durante toda la mayor parte de la existencia de la humanidad existieron sociedades forzosamente analfabetas que estoy seguro que no consideras más imbéciles que otras mucho más cercanas.

    Discrepo en un punto contigo, cuando parece que consideras la expresión escrita superior a la oral y afirmas que «cualquier gilipollas puede hablar, lo vemos todos los días en televisión. Escribir y leer no.» Pues ya lo siento, pero me parece que cualquiera puede mal escribir tonterías y tener un montón de gente que se las lea si resulta que es famoso por temas totalmente ajenos a la expresión literaria. Por el contrario, aunque todos podamos hablar, no todos tenemos la misma capacidad para expresarnos; hay quien es capaz de hacer ameno el discurso más áspero o fácil de entender el tema más enrevesado. ¡Menuda diferencia existe entre hablantes, sobre todo entre supuestos comunicadores (profesores, políticos, médicos…) Seguramente la mayoría de los recursos literarios existían con anterioridad a la expresión escrita y estaban ya recogidos en la literatura oral.

    Respecto a las ventajas que nos proporciona internet, completamente de acuerdo. Saludos.

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  14. luchogonzales
    6 mayo, 2011 a las 18:53

    Creo que es la tendencia a la miniaturización general. Los paquetes de datos tienden a ser más cortos para facilitar el intercambio de información entre multiples interlocutores simultaneamente. Ahora uno espera las respuestas a un comentario en el acto. Creo que se puede decir que en internet no tenemos un lenguaje sino un protocolo de comunicación. Las personas hacemos «ping» permanentemente a través de la red como haciendo sinapsis.
    En internet el uso del idioma «plano» y minimalista garantiza la fácil comprensión para quienes deben traducir el documento leido, dejando de lado las palabras complicadas y todos los recursos literarios que normalmente refuerzan los concéptos transmitidos.
    Incluso todos los idiomas están siendo afectados en su escritura cambiando las expresiones completas por siglas o acronimos para transmitir un concepto.
    No hace mucho en una entrevista el recientemente novel de literatura Mario Vargas Llosa decía: «El Internet ha acabado con la gramática, ha liquidado la gramática. De modo que se vive una especie de barbarie sintáctica»; «Si escribes así, es que hablas así; si hablas así, es que piensas así, y si piensas así, es que piensas como un mono. Y eso me parece preocupante. Tal vez la gente sea más feliz si llega a ese estado. Quizás los monos son más felices que los seres humanos. Yo no lo sé». Duras palabras pero creo que refleja crudamente una realidad generalizada a nivel global.
    Personalmente pienso que son estilos, haciendo una analogía hace unos siglos el estilo recargado del barroco churrigueresco marcó la arquitectura que hoy nadie utiliza. Seguramente los idiomas están siendo simplificados prescindiendo de todos los elementos redundantes que dificulten la transmisión de un concepto.
    En este caso creo que el acceso permanente a abundante información en red demanda adquirir habilidad para la búsqueda, selección y asimilación de conocimientos en muy corto tiempo, creo que los beneficios de esta práctica descrita por Manuel justifica los perjuicios, en todo caso esto se verá con el tiempo, finalmente el lenguaje siempre evoluciona y también es susceptible al ensayo y error igual que un ser viviente

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  15. KC
    6 mayo, 2011 a las 19:00

    Txema, todo puede ser relativamente interpretado y todo se puede expresar más puntualmente. Yo sé a qué me refiero y creo que tú también. De ahí a una relatividad interpretativa hay bastante. Está claro que no estoy diciendo que una sociedad forzosamente tenga que ser imbécil por no leer, dado que la imbecilidad es un término relativo en su interpretación. Lo que quiero decir, y creo que tu capacidad de interpretación seguro deducía, es que cuanto menos lee alguien, mas imbécil es porque menos capacidad de razonar tiene. Defender lo contrario en base a una relatividad interpretativa es una falacia como el Everest. ¿O es que acaso crees que cuánto menos se lee más informado está uno? De momento, y que yo sepa, la capacidad para razonar no la trae el aire.

    Que haya imbéciles que desgraciadamente lo son forzosamente y otros que no es algo que no aporta nada al debate que quieres abrir, porque la cuestión es que a menor lectura, menor información y mayor ignorancia. No creo que esté descubriendo nada nuevo, vamos.

    Soy perfectamente consciente de que un informado pueda ser un imbécil (cosa que he escrito en este blogs varias veces), pero lo absolutamente normal es que alguien desinformado lo sea, porque disminuye su capacidad lógica e interna de asimilar y contrastar datos que se traduce en una menor capacidad de razonar. Todo lo demás son relatividades. Si a ti te parece una barbaridad, pocas barbaridades has leído tú en tu vida.

    Otra cosa es que tu concepto de imbécil sea más insultante que el mío, que únicamente quiere expresar «falta de razón o capacidad para razonar». A mí me importa 3 cominos si el término «imbécil» se usa para insultar más o menos, yo lo uso para describir una situación más que por insultar gratuitamente, así que puedes estar seguro que mi intención no era pensar que las sociedades «menos favorecidas» sean mejores o peores que las «mas favorecidas». Esa intención la añades tú. Yo sólo digo que tienen menos capacidad para el raciocinio objetivo. Que luego ese raciocinio sirva para un tipo u otro de actos es harina de otro costal.

    Saludos.

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  16. KC
    6 mayo, 2011 a las 19:09

    Edito:

    Está claro que no estoy diciendo que una sociedad forzosamente tenga que ser más o menos imbécil por no leer.

    Habrá sociedades que tengan una capacidad de razonar que no provenga de la lectura, pero vamos, que no es lo mismo, esa es la cuestión.

    En cuanto a la expresión oral y escrita, la primera tiende a la irreflexión, la chapuza dialéctica y al artificio. La segunda es bastante más reflexiva, sintética y directa. Cosa que sí, también es relativa porque depende del sujeto, pero no me voy a poner a sacar estadísticas.

    Por cierto, yo me considero el primer ignorante en muchas materias, pero de imbécil tengo poco. Esto puede sonar políticamente incorrecto, pero es cosa que me importa más bien poco. Sólo doy mis opiniones.

    Saludos.

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  17. Uri
    6 mayo, 2011 a las 19:11

    Lo de Vargas Llosa solo deja patente su estrechez de miras.Es el tipico,»cualquier tiempo pasado fue mejor».
    Toda esta gente que desprecia por escribir en internet son gente que antes de escribir en internet posiblemente ni leyeran ni escribieran nada,asi que en modo global podria decirse que internet hace que la gente lea mas y escriba mas.El hecho de hacerlo mejor o peor es importante obviamente pero totalmente intranscendente si la alternativa es ni leer ni escribir en absoluto.
    He visto,leido y escuchado varias entrevistas a Vargas Llosa y francamente no da la talla en ninguna de ellas.

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  18. KC
    6 mayo, 2011 a las 19:18

    Lucho, me parece acertada tu comparación arquitectónica hasta cierto punto, aunque diría que hay una diferencia y es que los estilos arquitectónicos se dan en edificios y lo único que condicionan es su forma, mientras que los «estilos» lingüísticos se dan en personas y lo que condicionan es su contenido. Por otro lado, aquí la cuestión no es si tenemos que escribir como Vargas Llosa o hablar como un político (que también es cosa relativa), sino tener la suficiente capacidad como para saber diferenciar lo real de lo ficticio, que ya de por sí es complicado a veces (y que generalmente se traduce más entre cuando nos la están colando o no).

    Saludos.

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  19. KC
    6 mayo, 2011 a las 19:22

    Uri, escribir mejor o peor un mensaje es totalmente intrascendente, lo que hay dentro del mensaje no tanto. Y, por supuesto, aún más trascendente es que el mensaje llegue a un receptor y que alguien esté interesado en asimilar esa información.

    Saludos.

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  20. KC
    6 mayo, 2011 a las 19:33

    Qué cosa más sorprendente es un libro. Es un objeto plano, hecho de un árbol, con partes flexibles en las que están impresos montones de curiosos garabatos. Pero, cuando se empieza a leer, se entra en la mente de otra persona; tal vez de alguien que ha muerto hace miles de años. A través del Tiempo, un autor habla CLARA Y SILENCIOSAMENTE dirigiéndose a nosotros y entrando en nuestra mente.

    La escritura es, tal vez, el más grande de los inventos humanos. Une a personas que no se conocen entre sí. Personajes de libros de épocas lejanas rompen la cadena del Tiempo. Un libro es la prueba de que los hombres son capaces de hacer que la magia funcione.»

    Carl Sagan, Cosmos, capítulo 11: La persistencia de la memoria.

    La diferencia entre haber leído el texto transcrito es que observamos la gramática, aprendemos a ordenar ideas, nos fijamos en la sintaxis y, por último en la ortografía, aparte de tener entrada directa al contenido, sobre el que podemos retroceder y avanzar tan fácilmente como usar los ojos. Todo ello de forma directa.

    En el vídeo hay más probabilidades de estar mirando cómo le quedaba la chaqueta a Sagan o qué había encima de la mesa.

    Para mí hay bastante diferencia, otra cosa es que se sepa y se entienda valorar la misma.

    Saludos.

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  21. KC
    6 mayo, 2011 a las 19:38

    Ya, por último, antes de que me matéis por monopolizar el blog… como se puede ver, Sagan habla de «magia» de forma relativa, porque en realidad no habla de «magia» como pueda entenderse convencionalmente, sino de otro tipo de «magia». Que alguien sea capaz de entender esa tonalidad ya sería muy importante. Y son esas pequeñas cosas las verdaderamente importantes para la perfecta comprensión de un texto. Al igual que ser capaz de distinguir la ironía o el sarcasmo, o leer entre líneas.

    Ahora sí, buen fin de semana.

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  22. 6 mayo, 2011 a las 20:24

    Estoy de acuerdo en que mucha gente hoy en día lee de forma superficial, sin analizar en profundidad las palabras mencionadas, el orden de las frases, las posibles metáforas, ironías… Todo aquello que debíamos señalar en los comentarios de texto,¿no? Internet, además, parece contribuir a ello, como bien dices. Y esto es lamentable, ya que forma parte de nuestras vidas -lo queramos o no- cada vez de forma más imprescindible. Y claro, cuando uno se da cuenta de que se puede llegar a malinterpretar a niveles impredecibles, es algo triste. Aunque quizá mucha gente también opta por ser escueta y directa cuando no dispone de mucho tiempo para hacerlo o por el mero hecho de que no conviene extenderse; y a veces se hace incluso una necesidad.
    Un saludo.

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  23. Uri
    6 mayo, 2011 a las 21:06

    Mas que nada lo que queria expresar (aunque tal vez se salga un poco del tema) es esta moda actual de culpar de todo a internet (sobretodo por parte de aquellos que no hacen uso de ella).Que si la musica se muere por culpa de internet,que si el cine se muere por culpa de internet,que la gente escribe peor por culpa de internet,que la gente es menos social por culpa de internet,que si la abuela fuma por culpa de internet…
    Y esta moda la encuadro en la sensacion de que las cosas estan peor que antes y yo siempre me he preguntado en que eran mejor las cosas antes.Siempre he tenido la vision que con el paso del tiempo el progreso suele ir hacia delante y que en general es preferible el presente al pasado y que probablemente el futuro sera mejor que el presente.
    Disculpad si parezco un tanto obsesionado con el tema, pero es una sensacion que cada vez percibo con mas fuerza,que la gente cree que «el tiempo pasado fue mejor» creencia que normalmente va sumada a que en el tercer mundo «la gente es mas feliz».Se que el tema no deberia indignarme tanto, pero no lo puedo evitar.

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  24. 6 mayo, 2011 a las 21:41

    Quien comparta la crítica a la lectura superficial, basta con que apoye el artículo en el mismo medio que fue descalificado: http://www.meneame.net/story/comentario-texto-era-internet.

    Demostremos que leer antes de opinar es algo recomendable.

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  25. 6 mayo, 2011 a las 22:33

    Veo que se ha encendido en debate, me alegro. Mario curiosamente en ese meneado hay alguien que lo ha votado como duplicada 😀

    Un dato más para el debate. Hace poco leí (ya no recuerdo si en libro de Carr o algún artículo) que el rendimiento de una persona que esté trabajando o estudiando con un ordenador que tenga minimizado el acceso al correo, alguna red social o algún blog (y por tanto se consulte cada cierto tiempo) es equivalente al de alguien que trabaje bajo el efecto del alcohol. Afirmaban que la capacidad de concentración en la labor principal era similar.

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  26. Herbert West
    7 mayo, 2011 a las 2:29

    Ya había oído algo de eso y la verdad no se si Internet es la causa o el efecto (aunque me inclino a pensar que es lo segundo).

    En cuanto a adaptarse a los tiempos que corren, Manuel, o sois capaces de sintetizar todo el artículo en un monosílabo, o no conteís con mi apoyo. Si dura meos de una pantalla me sabe a poco.

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  27. Txema M
    7 mayo, 2011 a las 13:14

    KC, leyendo tu respuesta saco la impresión de que no he logrado expresarme con el tono adecuado, pues en absoluto he pretendido adjudicarte la intención de considerar unas sociedades como mejores que otras por el hecho de la alfabetización. Uno de los problemas que tiene el escribir es que no siempre resulta posible dar a conocer la intención o el estado de ánimo ya que en el texto no aparece el tono afable o hiriente en que pensamos al redactarlo. Si cabe que lo hagas así, léeme poniendo un tono afable.

    Por supuesto que no creo que la capacidad de razonar la traiga el aire ni que cuanto menos se lea mejor informado se esté; desde luego que sabía a qué te referías con la frase que critico y evidentemente lo comparto. Pero creo que damos distinto valor a los calificativos: a mí la palabra barbaridad no me parece tan fuerte como a ti, de hecho la uso con cierta frecuencia refiriéndome a mí mismo. Incluso en el trabajo, tras meter la pata, he solido cantar eso tan bonito de:
    «¡Ay qué burro soy!
    ¡Ay qué burro soy!¡Ábreme la cuadraaaa!»
    Por el contrario, la palabra imbécil sí que me parece mucho más fuerte que a ti. Será porque en mi entorno sólo la oigo como insulto y cargada de desprecio.

    Te he respondido por la alarma que muchas veces me producen las frases redondas; tras popularizarse y llegar a boca de lerdos pueden convertirse en mantras acartonados que sirvan para cualquier cosa, hasta para lo contrario de lo que querían expresar. Claro que cuanto menos se lee menor es la información y mayor la ignorancia, pero no me refería a sociedades actuales sino a las que existieron antes de que se desarrollase o les llegase la escritura; me parecía injusto calificarlas como imbéciles y es eso lo que quería expresar.

    Por último y aunque evidentemente no es este el lugar adecuado para debatirlo, sí que me parece interesante el tema de la superioridad o no de la escritura sobre el habla. Tu bitácora podría ser un lugar adecuado para ello. Saludos.

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  28. 7 mayo, 2011 a las 13:50

    Se use el sistema y el tratamiento de textos que se use, lo importante es la preparación y formación de quien lo redacta. Debemos entregarle el liderazgo a la palabra, al debate de las ideas y al enfrentamiento crítico de puntos de vista. Más allá de su soporte o presentación.

    http://pocoquedecir.wordpress.com/2011/05/07/bildu-o-la-metafora-inconclusa-de-nuestro-fragil-estado-de-derecho/

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  29. KC
    7 mayo, 2011 a las 16:14

    Txema, la palabra barbaridad no es que me suene fuerte, simplemente la dejo para conclusiones que no tienen por dónde cogerlas. Es una barbaridad, por ejemplo, decir que la Tierra se formó en 6.000 años. Y es una barbaridad porque no hace falta ser experto en Geología, ni en Química ni en Climatología para percatarse de que en 6.000 años para el Universo es como un abrir y cerrar de ojos (aunque para la Tierra sea mucho). Otra barbaridad es decir que una planta puede curar el cáncer, por ejemplo. Pero decir que a menor lectura mayor imbecilidad tiene una sociedad, no es ninguna «barbaridad», más allá del concepto que se tenga sobre la palabra en cuestión. Te podrá sonar mejor o peor, pero no es una conclusión por la que te puedas tirar de los pelos. Siguiendo el DRAE puedes sustituir imbécil por «escaso de razón», que vendría a ser «poco capaz de razonamiento». Como te decía arriba, el razonamiento no viene dado por el aire, y si bien es cierto que habrá culturas que se manejen sin libros, éstas tenderán generalmente a la repetición, al dogma y al tradicionalismo y es por ello que muchas culturas se estancaron en su momento, porque su capacidad de razonar, EN GENERAL, no era la necesaria para «avanzar» (término también relativo, que es a lo que tú te refieres).

    Imbécil es un conjunto de fonemas como otro cualquiera, la carga de desprecio a la que te refieres es un puro convencionalismo, la palabra no tiene la culpa: Pero si la cuestión es esa, como puedo imaginarme, podemos cambiar imbécil por alelado que viene como sinónimo en el DRAE.

    Yo diría que imbécil suena peor porque en su momento fue la palabra escogida por el Código Civil para la redacción de diferentes artículos (que se asociaron con incapaces) e históricamente, de padres a hijos, se le ha ido dando un valor muy peyorativo, porque de otro modo no entiendo que en dos palabras que tienen el mismo significado: «imbécil» y «alelado» -o «lelo»-, a una de ellas tenga mejor acogida que la otra. En fin, que cuanto un menos lea, más lelo va a ser, o menos capacidad de razonamiento va a tener. También podemos pasarlo a individuos en vez de a poblaciones, si se prefiere. La cuestión esencial es la misma.

    En cuanto al tema de Internet, volvemos a lo de siempre. Ni blanco ni negro. Internet ha venido muy bien para ciertas cosas, para otras no tanto.

    Saludos.

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  30. 8 mayo, 2011 a las 10:33

    La prueba de que internet es algo mejor que otras formas de comunicación anteriores la tenéis en que nadie sería capaz de prescindir de él, ni siquiera sus detractores.

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  31. Anarel
    8 mayo, 2011 a las 14:06

    Esto me recuerda a Wikileaks. No poca gente defiende a Assagne y sus colegas a capa y espada. Pero, ¿cuántos de ellos han leído los millones de documentos que subieron? Es más, ¿han leído siquiera alguno? No. Ni siquiera una décima parte. La gente defiende a Wikileaks, pero nadie se ha leído todo sencillamente porque leer es muy cansado, claro. Eso sí, Assagne y sus colegas son héroes, ¿eh? No porque lo diga una mayoría o la prensa, sino porque han «destapado» (juas) mucha mierda de los americanos, los chinos y demás. Eso sí, leer lo que han destapado es demasiado, mejor fiarse de El Jueves o la prensa en general, confiar en una lista de cosas destapadas y copy&pasteadas hasta el hastío. Todo, antes que esforzarse en leer, claro.

    Aunque el mejor ejemplo de no leer o más bien, no saber leer es el caso de Zeitgeist. Si mucha más gente tuviera una perspectiva crítica y racional, entonces estos timadores de la ultraderecha americana no tendrían ni un seguidor cegado por las falsas promesas de libertad, el buenrollo y los mitos conspiranoicos sobre economía, política, sociedad, etc.
    Lo mismo puede decirse de los conspiranoicos en general. Si la gente supiera de verdad hacer un buen comentario de texto, si supieran analizar con perspectiva crítica cualquier texto, entonces magufos y conspiranoicos como Trinity, Rafapal y tantos otros no habrían llegado a nada.

    Y la lista pdoría seguir: religiosos, fanáticos, creacionistas, fascistas… todo un séquito de gentuza cuyos discursos la gente en general se traga sin pensar ni pararse a criticar. Eso sí, cuando un medio de comunicación lo analiza, todo dios sigue dicho análisis al pie de la letra, tanto si es válido como si no. ¿Qué más da? Nos ahorran el tener que leer, comprender, repasar, criticar, analizar y todo eso que sólo hacen los frikis y empollones. ¡Viva la ignorancia que tan de moda está!

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  32. 8 mayo, 2011 a las 15:11

    Cora, que Internet sea un estupendo medio de comunicación nadie lo niega. Pero si lees el artículo verás que no va de eso.

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  33. 8 mayo, 2011 a las 15:24

    ¡Qué razón tienes, Anarel!

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  34. 9 mayo, 2011 a las 4:36

    http://remandocontralacorriente.blogspot.com/2011/05/contonearse-o-no-contonearse-esa-es-la.html

    ahi hablo largo y tendido de meneame, a proposito de lo que dices tu y algo mas.
    saludos

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  35. 9 mayo, 2011 a las 6:49

    Curiosamente, en mi universidad sucedía algo parecido no sólo con la comprensión del texto sino con su redacción. Aquí la gente copiaba y pegaba textos de internet sin leerlos para de este modo elaborar «monografías» de más de 100 páginas. Y no sólo eso, sino que eran capaces de pagarle a alguien para que lo haga.

    Por su parte los docentes sí que eran incapaces de analizar un texto, ya que recibían docenas de estos trabajos cada semana y aprobaban todos.

    Y luego me tildan de perfeccionista amargado. ¬_¬

    Es un artículo muy interesante, que por cierto leí por completo.

    Saludos.

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  36. Marino
    9 mayo, 2011 a las 10:57

    cora :
    La prueba de que internet es algo mejor que otras formas de comunicación anteriores la tenéis en que nadie sería capaz de prescindir de él, ni siquiera sus detractores.

    Cora, que nadie sea capaz de prescindir de internet no la define como mejor, si no como mas adictiva…

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  37. 10 mayo, 2011 a las 21:43

    En mi opinión, el hecho de que ahora sólo se tenga en cuenta la información superficialmente y que no se analice en profundidad, no se debe más que a un proceso de adaptación. Gracias -o por culpa- de internet y los medios de comunicación como la televisión, cada vez nos llega más información y a mayor velocidad, es por eso que ahora nuestros cerebros se encuentran con una cantidad immensa de información que sería imposible analizar. Es por eso que lo que hacemos es sólo quedarnos con lo más importante, o al menos con lo que es más relevante para nosotros.

    Como dice el artículo antes las cosas eran diferentes, pero sólo porque antes teníamos menos información que ahora y las «oleadas» de información distaban mucho entre sí, ahora en cambio, la densidad de información que nos llega está creciendo cada vez más.

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  38. JAVIER
    4 julio, 2011 a las 21:37

    Hola a todos,
    me interesa mucho la biologia pero no logro encontrar libros de divulgacion sobre el tema.Hasta ahora solo he encontrado dos:

    -El gen egoista de R.Dawkins. Muy interesante tanto en genetica como en etologia
    pero bastante redundante.
    -Deconstruyendo a Darwin de J.Sampredo. Me encanto.

    Como veo mucho biologo en este blog he pensado que quiza podriais recomendarme algunos libros interesantes de divulgacion y,si os apetece,criticar un poco los que acabo de listar.
    Gracias a todos de antemano.

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  39. 4 julio, 2011 a las 22:29

    Javier, en esta entrada recomiendo algunos libros (algunos son de biología, otros no): http://oldearth.wordpress.com/2009/04/23/en-sant-jordi-diez-recomendaciones/

    Deberías concretar un poco más tus inquietudes dentro del campo de la biología. Los dos títulos que das están relacionados con la biología evolutiva. En ese terreno lo último que he leído es «El reloj de Mr Darwin» de JL Arsuaga, que es muy entretenido. Podrías leer algo de Margulis para tener otro enfoque más.
    Para leer algo de genética te podría gustarte «ADN» de James Watson.

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  40. JAVIER
    5 julio, 2011 a las 12:35

    Muchas gracias Manuel,he sido poco concreto a proposito porque la verdad es que
    me interesa cualquier tema relacionado con la biologia y,como ya dije,al no tener conocimientos de la misma, no querria dirigir vuestras recomendaciones en ningun sentido.
    De hecho,aunque el asunto era biologia,el link que has puesto me ha descubierto dos libros sobre otro tema que tambien me interesa mucho (arqueologia biblica/historia del cristianismo).
    Y me apunto tambien GEB recomendado por Manuel A.

    Gracias a todos y ,por favor,no os corteis en recomendar mas.

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