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El poder de la oración

2 enero, 2012

«Querido señor, por favor, cura a mi mamá de forma que sea indistinguible de un tratamiento médico correcto«

Visto en: SMBC (Gracias a Jesús B. por el enlace)

Categorías: Humor Etiquetas: , ,
  1. Nelson
    2 enero, 2012 a las 16:06

    «Señor, hazme una señal de que existes: deposita un millón de dólares en mi cuenta».

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  2. sbachmm
    3 enero, 2012 a las 18:00

    Si cada creyente diera en metálico el equivalente en tiempo lo que le toma en ORAR seria una ayuda real y efectiva porque una oración es solo la EXENCIÓN de responsabilidad.

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  3. Nelson
    3 enero, 2012 a las 23:49

    Orar es hacer nada creyendo hacerlo todo.

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  4. Juliano Chechare
    4 enero, 2012 a las 2:16

    Creo que el orar es el acto de descargar el peso de los errores cometidos y los deseos reprimidos, en un ser que no existe pero que es muy importante para que nos cargue todo ese peso que mentalmente no nos deja tranquilos y de esta manera vivir con mas tranquilidad, vivir mas livianos, en pocas palabras le dejamos a otro la solucion de nuestros peos.
    J. Ch.

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  5. 4 enero, 2012 a las 10:15

    Estais asumiendo, desde el prejuicio, que la oración no sirve de nada para quien la realiza.

    Si una oración al menos puede tener un efecto ansiolítico o reconfortante, cada padrenuestro es una pastilla menos; y esto lo suelto como suposición. Ojo que no soy ningún beato meapilas.

    Sería interesante comprobar que dicen los estudios científicos del asunto de la oración (que supongo hay) antes de reírse tan alegremente.

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  6. Manuel Abeledo
    4 enero, 2012 a las 10:18

    Pero Alberto, ¿quién es el enfermo aquí? ¿La madre o la hija?

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  7. 4 enero, 2012 a las 11:31

    albertovmiranda :Ojo que no soy ningún beato meapilas.

    No, eres un ufólogo meapilas…

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  8. J.M.
    4 enero, 2012 a las 11:47

    albertovmiranda :

    Sería interesante comprobar que dicen los estudios científicos del asunto de la oración (que supongo hay) antes de reírse tan alegremente.

    Pues dicen bastantes cosas, por ejemplo:

    http://www.skepdic.com/essays/healingprayer1.html

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  9. 4 enero, 2012 a las 14:32

    1) no soy ufólogo. de hecho, los ovnis me tocan los cojones. pero en mi revista hay autores que abordan el tema con seriedad y les respeto.

    2) ok, aclarado. ni siquiera había considerado que la broma fuera sobre la petición de la oración. pensé que era sobre el hecho de rezar en sí.

    3) se mata más gente yendo a lourdes que la que se cura allí.

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  10. 4 enero, 2012 a las 14:53

    Y aunque la broma fuera sobre el rezar en sì: si puedes descargar la responsabilidad de tus actos apelando a tu amigo imaginario, o como en la viñeta, buscando de cualquier manera una cura aunque sea por medios fraudulentos para hacerla pasar como tratamiento mèdico vàlido, es cierto que hay gente como los de las pseudo-medicinas alternativas que quisieran que sus inventos fueran tan buenos como la medicina real. Y la viñeta los refleja bien.

    ¿Se puede abordar el tema de los platillos voladores seriamente? ¿Còmo es ello?

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  11. Nelson
    4 enero, 2012 a las 14:55

    Rhay :

    albertovmiranda :Ojo que no soy ningún beato meapilas.

    No, eres un ufólogo meapilas…

    Igual, fue grosero el comentario, Rhay.

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  12. 4 enero, 2012 a las 15:16

    Sí, se puede abordar seriamente.

    Tanto Vallée como Hynek, ambos científicos (serios y reputados) metidos a ufólogos (serios), encontraron patrones comunes en los avistamientos de luces en el cielo, supuestos contactos con seres y demás.

    Ninguno de ellos apoya el hecho de que se traten de seres extraterrestres en sus máquinas voladoras y lo descartan por tonto, básicamente, así como los relatos de muchos supuestos encuentros.

    Ambos hipotetizan con una explicación psicológica/sociológica para el fenómeno, y Vallée extiende el fenómeno para incluir los relatos de hadas y otras experiencias históricas de visiones anormales; ni siquiera lo considera un fenómeno actual, y que lo único actual es la *forma* que cada cultura y persona da a estas visiones: ahora ven platillos volantes, antes veían a faetón en su cuádriga, otros ven a la virgen maría.

    Sus mayores dificultades se encuentran con los escasísimos, pero al parecer fundados, casos en los que los supuestos UFOs han dejado huellas u otro tipo de señales. Ambos hipotetizan, con muchas reservas, sobre la coexistencia de planos de realidad como única explicación plausible para estos comportamientos.

    ¿Su planteamiento es magufo? No me lo parece. ¿Son gilipollas? no.

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  13. 4 enero, 2012 a las 15:18

    Y no hay que confundir las premisas

    a) hay luces extrañas en el cielo
    b) hay un montón de gente que dice que hay luces extrañas en el cielo.

    Son fenómenos distintos, con distintos abordajes.

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  14. 4 enero, 2012 a las 15:20

    De todos modos, pueden ustedes preguntarle al Reverendo, uno de mis colabodores, que está puestísimo en el tema UFO y de conspiranoias, considerándolos desde el punto de vista de una moderna mitología: http://astropuerto.com/?author=6

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  15. Nelson
    4 enero, 2012 a las 16:27

    Bueno, aquí se trataba de ver los efectos de la oración, que son similares al placebo, o sea puede resultar como resulta un placebo, no más. El orar produce la ilusión de «gobernar» a ese ser todopoderoso que puede arreglarlo todo, aunque sea gobernarlo conmoviéndolo. De hecho es la oración la primera experiencia que lleva de la religión al ateísmo. Se cumplen todas las reglas del juego: se piden cosas «buenas», se pide por cosas importantes, se pide por otros y no por sí mismo, se muestra humildad, se rompe uno los sesos y el corazón mostrando sinceridad, y cuando ya no es posible mostrar más sinceridad y sentimiento, ¡no pasa nada! Nada diferente del mero azar. Entonces recién uno empieza a plantearse que ese superser que te inculcaron, o no existe o es un H*********ta de los peores. Duele, pero te hace madurar, y te muestra que hacer y moverse es mucho más útil que quedarse quieto y rezar.

    Lo peor que le puede pasar a un tonto es acertar por casualidad. Igual, lo peor es cuando una oración parece cumplirse por mero azar. Te da una falsa confianza que hace más dura la decepción cuando llega.

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  16. 4 enero, 2012 a las 18:08

    Me temo que una vez más sois parciales en el análisis.

    No dudo que el creyente medio recurre a la oración para pedirle (y hasta exigirle) cosas a un ser imaginario con barba. Pero la oración no se limita a eso.

    Es una técnica ancestral utilizada por todas las culturas para obtener estados de conciencia alterados.

    Y aquí no hay magufería: si tienes el hemisferio izquierdo entretenido en la oración, no puede tener al mismo tiempo el flujo de conciencia cotidiano.

    La oración es entonces una técnica poderosísima para detener el ego, la vocecita que tienes en la cabeza. Y lo mismo puedes rezar padrenuestros, mantras que «viva el madrí, viva el madrí». Probablemente la anulación del cerebro izquierdo y la activación del cerebro derecho (dónde es posible que se escondan las epifanías y las experiencias místicas) sea idéntica.

    De ahí se deduce que el propósito de la oración como tú-dios-dame-esto no es más que la perversión de su intención original.

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  17. 4 enero, 2012 a las 18:21

    Me acabo de dar cuenta de que no fui al núcleo de la cuestión:

    El Poder de la Oración es REAL.

    Pero no para pedir polladas a seres imaginarios, sino para alterar la propia consciencia.

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  18. 4 enero, 2012 a las 21:18

    Sería interesante comprobar que dicen los estudios científicos del asunto de la oración (que supongo hay) antes de reírse tan alegremente.

    Alberto, se ha hecho, y publicado está (en Lancet). Resultados: si el enfermo no sabe que están rezando por él, no se observa efecto. Si el enfermo sabe que se está rezando por él entonces empeora. Aquí los autores suponen que la causa es que al conocer que hay alguien rezando por él lo suyo debe ser grave. No conozco ningún estudio del efecto de rezar por uno mismo.

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  19. albertovmiranda
    4 enero, 2012 a las 21:31

    ¡¡¡juosjuosjuos, pues claro que empeora!!! ¡¡¡seguro que piensa que ya se están peleando por la herencia!!!

    De todos modos hay un tío, Joe Dispenza, que quitándole el punto $ que lleva no deja de ser interesante, ha escrito sobre el asunto. Él mismo tuvo una curación espontánea de una enfermedad terminal y se dedicó a investigar otros casos.

    Decía que uno de los puntos comunes en TODOS los casos de curación espontánea, sin excepción, era que la persona pasaba por un estado de trance en el que perdía completamente la noción de la realidad física.

    La descripción del estado es muy similar a la del trance en hipnosis, y está más que comprobado que en ese estado se tiene cierto control inusual sobre las funciones corporales, como la anulación del sentido del dolor o el control de órganos involuntarios. Que en un estado así se pueda potenciar la acción del sistema inmunológico puede que también sea posible. Aviso que no me he inventado nada de este último párrafo.

    La oración es, obviamente, un generador de trance usada correctamente. Quizás pudiera tener efectos sobre uno/a mismo/a.

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  20. KC
    4 enero, 2012 a las 21:34

    Lo de rezar no porque no lo hacía, pero lo del pensamiento positivo para ver si acababa curándose no le fue muy bien a Jobs.

    ¿Cuál se supone que era la enfermedad terminal de la que tuvo una curación espontánea?

    Saludos.

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  21. Gregorovius
    8 enero, 2012 a las 2:23

    Considero la oración como un ejercicio de concentración de la mente en el acto presente. Concentrarse en lo que uno está haciendo sin que la mente consciente pueda divagar es sano.

    La efectividad de la oración para la salud puede ser cierta, y es equivalente a cualquier otro acto que exija una intensa concentración: practicar asanas, montar un mueble de [Ikea], leer un libro de William Faulkner, estudiar bioquímica, podar un rosal , etc. etc. etc.
    La diferencia es que la oración no favorece al pensamiento, ni da elasticidad al esqueleto, ni produce nada ni para uno mismo ni para nadie.

    Aunque también conviene distraerse y dejar divagar la mente. El abuso de la oración, del montaje de muebles de [Ikea], etc. puede desembocar en la visión de luces raras y a confundir las cosas naturales con manifestaciones misteriosas.

    Ramén.

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