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Ciencia y otros tipos de “conocimiento”


Ciencia-y-progresoCuando se plantea cualquier decisión o debate siempre llega un momento en que alguien utiliza el supuestamente argumento definitivo: como la ciencia es a veces imperfecta, entonces ¿no debemos estar siempre abiertos a otros tipos de “conocimientos”? Y aquí rellénese con la particular visión de cada individuo sobre lo que es ese nuevo (y la mayoría de las veces desconocido) «conocimiento».

Para ilustrar lo absurdo e irracional de este argumento déjenme poner un sencillo ejemplo. Imaginen que tienen que tomar la decisión de cómo vestirse mañana o que ropa llevar a su próximo viaje a un país remoto. Bajo el método científico los meteorólogos predicen (con mayor o menor acierto) si mañana va a llover en Madrid o si dentro de tres días va a caer la nevada del siglo en Groenlandia. En contraposición, tenemos al labriego que atesora la sabiduría popular del Villarriba del Botijar, pero que desgraciadamente no se pone de acuerdo con esos otros “expertos” que dicen predecir también el tiempo observando el estómago de una oveja recién sacrificada, rezándole a San Apapurcio Mártir, midiéndo los chacras o la energía mística al universo o con cualquier otro peregrino «método» sea este arcano o de nuevo cuño. Pero pensando fría y racionalmente si alguien tiene que decidir si coge el paraguas mañana o se pone botas aptas para la nieve ¿a quién de todos estos individuos deberá hacer más caso? porque dejarse asesorar por un experto en particular o tener en cuenta un determinado tipo de conocimiento implica en la práctica descartar el resto de posibilidades, ya que lo que no se puede hacer es salir a la calle vestidos con el atuendo playero del bañador y las chanclas, pero llevar también por si acaso el forro polar y la botas con crampones.

frase-examinen-fragmentos-de-pseudo-ciencia-y-encontraran-un-manto-de-proteccion-un-pulgar-que-chupar-isaac-asimov-188199Aunque a veces (o muchas) se equivoque, la opción más segura será siempre el meteorólogo, porque su pronóstico del tiempo en la Patagonia o en la China está basado en modelos climáticos más o menos elaborados (que además se perfeccionan con el tiempo y con el nuevo conocimiento adquirido), series históricas y mediciones en tiempo real de temperatura, humedad, presión y demás parámetros relevantes tomados tanto en tierra como en el aire, así como en la observación espacial mediante satélites. Porque decidir si uno se pone pantalones cortos y camiseta o por el contrario se viste de esquimal haciendo caso al primer “experto” que pase, sólo porque ayer o la semana pasada el hombre del tiempo se equivocó, es la forma más rápida y segura de coger una pulmonía o de fallecer por hipotermia o por deshidratación.

El método científico, con todas las limitaciones que se quiera, es la única forma conocida en la actualidad (y hasta que una mente privilegiada nos descubra otra ¡quizás!) de comprender y desentrañar la realidad y sobre todo de tomar decisiones racionales con una razonable expectativa de éxito (más o menos alta dependiendo del campo en cuestión y de su desarrollo actual), intentando eliminar o minimizar esos terribles sesgos cognitivos que llevamos impresos en nuestro ADN y en nuestro cerebro, fruto de las presiones evolutivas ejercidas en nuestra ancestral sabana africana sobre unos simples monos sin pelo por parte de la siempre particular, y muchas veces también caprichosa, selección natural.

09 Headnet - Donde la ciencia real termina, la pseudociencia comienza Parte IIPero sugerir, como hacen la infinidad de amantes de lo «alternativo» que tanto abundan entre esta siempre tan particular especie, que como el conocimiento científico tiene limitaciones (y es muchas veces provisional) entonces debemos estar abiertos a cualquier otro tipo de “conocimiento” es del todo absurdo, además de contraproducente y muchas veces hasta suicida. Porque volviendo al ejemplo de la meteorología, puesto que la tasa de aciertos de la previsión científica del tiempo es de tan sólo por ejemplo del 80 o del 60% ¿vamos entonces a dejar la planificación de todo el tráfico aéreo entre Canadá y Escandinavia en época invernal a Gustav Olafsson, famoso campesino de la remota provincia de Norrbotten, porque predijo por ejemplo con increíble exactitud la nevada de 2012 o la sequía del verano de 2005 observando el comportamiento de su rebaño de renos? Seguro que los pasajeros del vuelo de Scandinavian Airlines entre Estocolmo y Montreal del 15 de diciembre embarcarán la mar de tranquilos y confiados si la azafata les comunica que según el experto pronóstico del Sr. Olafsson y sus renos se espera buen tiempo durante todo el trayecto.

En contraposición, lo que en realidad hay que hacer sin pausa y con ahínco es dedicar más tiempo, esfuerzo y recursos para aumentar, pulir y mejorar en la medida de lo posible la forma de obtener el conocimiento científico, para que este sea a la postre lo más exacto, fiel y riguroso posible. Pero por supuesto, lo que nunca se debe hacer bajo ninguna circunstancia es abandonar la ciencia o equiparar las conclusiones científicas (por muy limitadas que éstas sean en algunos campos) con otros tipos de “conocimientos”, que en el fondo (cuando se analizan en profundidad) no son más que formas de autoengaño más o menos elaboradas, o lo que es todavía mucho peor, de simple manipulación cuando no de manifiesta estafa.

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  1. Ivan Beisel
    22 octubre, 2015 a las 2:36

    Excelente entrada. Por cierto, me agarró la duda… Cuál sería la alternativa científica al psicoanálisis?

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  2. 22 octubre, 2015 a las 4:15

    De acuerdo. Con un matiz o salvedad. La ciencia ‘sólo’ responde a las preguntas pertinentes. ¿Y cuáles son esas preguntas ‘pertinentes’?; pues aquellas de las que tarde o temprano pueden tener respuesta. Parece una tautología, pero no lo es. Hay montones de preguntas que no entran dentro del campo científico, sí en el de la filosofía o las religiones (para mí no satisfactorias, pero eso es porque soy un ateo irredento), tales como ¿qué hay después de la muerte? ¿qué hago con mi vida? etc. Quiero decir que la ciencia es la única forma válida y acumulativa de obtener conocimiento, pero no asegura la sabiduría, que es qué hacemos con lo que conocemos.

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  3. 22 octubre, 2015 a las 6:27

    «Hay montones de preguntas que no entran dentro del campo científico»

    Quizás estas sean preguntas poco interesantes que no merezcan los siglos y siglos que llevan ocupando el tiempo y la mente de infinidad de personas.

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  4. Abraham
    22 octubre, 2015 a las 8:13

    Volviendo al señor Olafsson, vamos a suponer que no haya acertado de casualidad. Supongamos que lo ocurre es que después de muchos años de observación, ha asociado algunas pautas de su rebaño a cambios climáticos, que bien podría ser el caso. ¿Ocurre esto con cualquier clase de oveja o sólo con la variedad que crían allí? ¿Sería extrapolable a otras partes del mundo o sólo funciona con relativa precisión con el clima en Norrbotten? ¿El conocimiento para leer las señales de las ovejas se puede compartir o requiere de algún talento especial?

    Incluso aunque aceptáramos que el señor Olafsson tiene un talento especial para interpretar el tiempo que va a hacer, dicho talento se perderá con él si no es capaz o no es posible enseñarlo, y aunque se pudiera aprender, no sería especialmente útil si sólo es capaz de predecir el tiempo en su localidad o con una variedad específica de ganado.

    La ventaja de disponer de un modelo teórico para el clima es que es universal y accesible, es fácil de transmitir. Una vez bien sentadas las bases del modelo y con una probabilidad de acierto muy elevada, el modelo se puede adaptar a condiciones cambiantes del clima (cosa que las ovejas no podrían hacer) e incluso adaptarlo a la climatología de otros planetas. Otra ventaja es que el conocimiento es acumulable y está en constante mejora.

    Aunque este buen pastor tenga un porcentaje de acierto mayor que lo que predicen los meteorólogos, a la larga salimos ganando con la ciencia.

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  5. 22 octubre, 2015 a las 9:35

    Ivan Beisel

    Pues la neurología, la psiquiatría, la psicología todas ellas experimentales por supuesto.

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  6. Renzo
    22 octubre, 2015 a las 9:52

    Es más que probable que tanto el pastor de renos Olafsson como el labriego de Villarriba del Botijar acierten por puro azar y sus métodos predictivos no sean otra cosa que ejemplos de apofenia.
    Las preguntas «trascendentes» que se hacen las religiones, las cuestiones metafísicas, etc.., son lo que vulgarmente se llama «pajas mentales», nada que no se pueda arreglar con información y conocimiento real. Por suerte la Ciencia nos proporciona esos recursos.

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  7. Ivan Beisel
    22 octubre, 2015 a las 11:25

    Ah cierto, me confundí pensando que toda la psicología se basa en el psicoanálisis, realmente no sé nada acerca del tema. De cuál habrá fumado freud, igual me parece que atinó en un par de cosas sobre el comportamiento humano. Gracias ateo!

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  8. 22 octubre, 2015 a las 13:43

    Señor ateo con la cifra del diablo periódica purísima: eso digo, que son preguntas no pertinentes, «para la ciencia». No considero tampoco que sea misión de la ciencia señalarlas más que así: como no pertinentes para ella, no como impertinentes. Mucha gentes se ocupan de otras cuestiones, allá ellos, algunas tienen interés aunque no tengan respuesta concluyente, lógicamente. Lo demás es arrogancia intelectual o despotismo no siempre tan ilustrado.

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  9. 22 octubre, 2015 a las 14:47

    Reblogueó esto en Biblioteca Uptc Sogamoso.

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  10. Rawandi
    22 octubre, 2015 a las 15:48

    ¿qué hay después de la muerte?

    Lansky, esa pregunta entra dentro del campo científico, el cual por cierto se solapa bastante con el campo filosófico. Es obvio que después de la muerte no hay nada, ya que sin un soporte material (el cerebro) no puede haber mente (actividad cerebral).

    La religión no constituye un campo legítimo de conocimiento. Las afirmaciones específicamente religiosas son siempre patrañas animistas (es decir, embelecos acerca de almas separadas de los cuerpos). Cuando un clérigo emite alguna afirmación verdadera, se debe a que ha entrado en los campos de la ciencia o de la filosofía.

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  11. 22 octubre, 2015 a las 20:04

    Rawandi. Las discusiones forzadas son un latazo. » Ya que te la agarras con papel de fumar, voy a imitarte, (aunque entiendo lo que querías decir, pero tú no tienes la misma actitud con lo que digo yo), así que: ¿«Es obvio que después de la muerte no hay nada«? Después de la muerte hay descomposición, reciclado de materiales, emisión de energía y pérdida de información y estructura, conforme a la ciencia, y ese es su asunto.

    Yo no creo en ninguna mitología religiosa, pero tampoco es el asunto ni de este post ni de mi comentario, ni lo que yo he dicho, sino que de esos temas se ocupan otros ‘tinglados’, como la religión o la filosofía, que yo no equiparo, por cierto. Después de que los científicos hemos tenido que soportar la intransigencia, a menudo violenta, de los religiosos, ahora algunos, supuestamente armados de ciencia, pretenden devolver la pelota en lugar de tener la misma actitud ejemplar que los galileos y demás antecesores nuestros. ¿Conoces la palabra tolerancia?

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  12. 22 octubre, 2015 a las 23:39

    Ivan Beisel.

    Una de las alternativas científicas más importantes al psicoanálisis es la terapia psicológica sistémica.

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  13. 22 octubre, 2015 a las 23:43

    Completamente perfecta la cita del maestro Asimov, se nota que sabía muy bien de qué hablaba. Aunque no toque este tema directamente, su novela «Los Propios Dioses» me parece una lectura muy reveladora sobre cómo piensan algunos personas sobre la ciencia.

    Pero creo que en la lista de pseudociencias os falta la más funesta de todas: económicas, cuyas consecuencias todos llevamos años sufriendo.

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  14. Pocosé
    23 octubre, 2015 a las 7:15

    Cualquier pregunta es pertinente para La Ciencia. Ya son muchas a las que puede responder con evidencias. Siguen siendo ,muchas a las que solo puede responder con hipotesis y de estas son muchas también para las que aun no tenemos tecnológica con que poder evidenciar su certeza o su falsedad. Lo que no puede hacer La Ciencia es perder el tiempo con hipotesis que por su enunciado, ya de principio, sean infalseables. Y Cuando las únicas respuesta a una pregunta sean exclusivamente hipotesis infalseables, lo más probable es que la pregunta esté mal formulada, puede que hasta intencionalmente mal formulada.

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  15. 23 octubre, 2015 a las 9:07

    Orkinus
    El problema con la economía no es ser una pseudociencia es que está controlada por el poder. Un caso similar sería el de la I+D de las farmacéuticas con los medicamentos. Si esta fuera la única investigación biomédica y no existiera el control externo de esos cientos de miles de investigadores repartidos por el mundo que no mantienen conexiones con la industria y por tanto pueden validar o refutar las conclusiones de Pfizer o Bayer tendríamos el mismo problema en la biomedicina.

    Sólo cuando se financie investigación económica fuera del circuito de bancos y grandes multinacionales ésta podrá ser imparcial y exacta. Pero el problema viene cuando quien debe financiar esa investigación neutral, el estado (como hace con cualquier otro tipo de investigación) está inextricablemente ligado a la ortodoxia del mundo neoliberal y por tanto comparte las conclusiones apriorísticas del “mercado”.

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  16. Abraham
    23 octubre, 2015 a las 13:28

    La Economía es una ciencia. Un problema es que, a diferencia de la Química, los experimentos no se pueden hacer en un laboratorio, así que refutar teorías es un poquito más complicado. Además de su dificultad para avanzar al ritmo de otras ciencias, tiene la desventaja de ser relativamente reciente. Para compararla con la Mecánica, ahora mismo está al nivel de las ecuaciones de Galileo.

    Otro problema es que la Economía está muy contaminada por la ideología, provocando sesgos a la hora de estudiar sus efectos. Pero no son los estudios de economía los que provocan el neoliberalismo, sino la ideología que opina que con esa forma de llevar la economía, a largo plazo nos beneficiamos todos.

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  17. 23 octubre, 2015 a las 15:36

    ¿Por qué será que la tolerancia se acorta o se alarga según a quien haya que aplicarla?
    Se reclama tolerancia para los creyentes religiosos, cuando estos ni han tenido, ni tienen la más mínima hacia quien piensa distinto de ellos.
    Por otra parte la tolerancia, al igual que el respeto, se debe a las personas pero no a las ideas. Si considero una idea como estúpida, estoy en mi derecho a manifestarlo así. Lo contrario sería vulnerar el derecho de libertad de expresión. Que un creyente pueda vivir y manifestarse de acuerdo con su creencia forma parte de la tolerancia, pero que no se admitan los planteamientos críticos sobre sus creencias va más allá del concepto de tolerancia, en especial cuando tales creencias se basan exclusivamente en la fe o en planteamientos irracionales.

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  18. Rawandi
    23 octubre, 2015 a las 15:46

    Después de la muerte hay (…) pérdida de información y estructura, conforme a la ciencia, y ese es su asunto.

    Lansky, olvidas que la mente (actividad cerebral) también es asunto de la ciencia. Como dijo Ateo respondiendo al primer comentario: «la neurología, la psiquiatría, la psicología». Según la ciencia, la pérdida de la estructura cerebral implica la desaparición irreversible de la vida mental.

    Después de que los científicos hemos tenido que soportar la intransigencia, a menudo violenta, de los religiosos, ahora algunos, supuestamente armados de ciencia, pretenden devolver la pelota

    Ese no es mi caso en absoluto. Yo defiendo la libertad de opinión de todo el mundo, tanto creyentes como incrédulos.

    en lugar de tener la misma actitud ejemplar que los galileos y demás antecesores nuestros.

    Galileo Galilei no mantuvo una «actitud ejemplar» sino que más bien incurrió en contradicciones. Ciertamente, la incoherencia de Galileo es disculpable por su miedo a ser torturado o ejecutado por la Iglesia católica. No cabe exigirle a nadie que mantenga una «actitud ejemplar» cuando está coaccionado por fanáticos religiosos dispuestos a asesinarlo en nombre de su dios.

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  19. 23 octubre, 2015 a las 19:18

    Ateo66666 en gran medida estoy de acuerdo con lo que dices. Efectivamente, la investigación económica está bajo el control de grupos podridos.

    Pero eso mismo es lo que impide a económicas ser una ciencia como si es, por poner un ejemplo que a mi me parece muy cercano, la sociología.

    Me explico: las ciencias abanzan acumulando evidencia por acierto o error y económicas tuvo que asumir sus aciertos tras el crac del 29 y la II Guerra Mundial. La respuesta fue primero el New Deal y luego el Plan Marshall, ambos en la órbita de Keynes. Justo como sería el gobierno de Salvador Allende en Chile. Pero surgió la corriente contraria (llamada «Chicago Boys») que trajo consigo el capitalismo de amigetes y su excusa el neoliberalismo que se dedica a luchar contra todo aquel que no se alinee con ellos.

    Ahora muchos economistas afirman que económicas es una ciencia exacta cuando ninguna ciencia social lo es. Y también creen que pueden conseguir en los flujos de divisas un movimiento continuo.

    ¿Económicas podría llegar a ser una ciencia como la sociología? Probablemente, pero la imposición ideológica la mantiene como pseudociencia.

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  20. blabla
    23 octubre, 2015 a las 20:05

    Me parece que el artículo se basa en una forma un tanto «tosca» de ciencia. La ciencia no es un método (para ser simple… la ciencia tiene muchos métodos). Ni tampoco «es» la realidad en forma de abstracciones y leyes, eso es tan teológico y autoritario como la comprensión de la evolución humana o el nacimiento del universo de la Iglesia católica. La teoría gravitatorio de Newton fue tan científica como de la Einstein La ciencia es una forma de conocimiento más al igual que la religión, el sentido común, la propia experiencia, etc. Lo que diferencia, o mejor dicho, lo que vuelve única a la ciencia es, a grandes rasgos, 1) ser sistemática, 2) tendiente a tener coherencia interna y, con la salvedad de la matemática y la lógica, 3) ser comprobada empíricamente de acuerdo a los dos requisitos anteriores.
    Los chamanes de las sociedad primitivas tenían una utilización de hierbas medicinales bastante elaboradas y en muchos casos se utilizaron como base para la elaboración de medicamentos (ciencia) modernos. En este caso el psicoanálisis es especialmente interesante. La gran variedad de libros que desechan al psicoanálisis se basan más en los usos que se le da a éste que la validez de las teorías mismas (para el lego la idea que la gravedad sea un «campo» es tan descabellada como la existencia de un complejo o una prohibición… ni hablemos de la dualidad onda partícula). Algo parecido sucede con ciertas teorías como han de ser el marxismo o la teoría de las cuerdas.
    Más que un choque entre formas de conocimientos puras e impuras (ciencia Vs. el misticismo) el problema se adentra cuando dichas formas de conocimiento o bien se venden como ciencia (la homeopatía es el caso por excelencia; pero también el movimiento antivacuna) o cuando se clausura el progreso científico en pos de no-ofender a ciertos grupos religiosos o ideológicos (creacionismo en igualdad de condiciones que la evolución, etc.).
    La ciencia no debe ir contra de de los dioses, ni en contra de las auras, ni de ninguna ideología … pensar que la ciencia va a reducir esas ignorancia es por lo menos infantil y mesiánico. La ciencia no está para darle un sentido a las cosas (o por lo menos no un sentido último) para eso tenemos un sin fin de religiones, cosmovisiones y otros tipos de creencias que la ciencia no solo no puede refutar (no en el sentido científico claro está)…. basicamente.. dejar que cada uno haga lo que mejor sepa.

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  21. Renzo
    23 octubre, 2015 a las 21:12

    Blabla, debo de estar muy espeso, pero he leído un par de veces tu escrito y no acabo de entenderte. No sé si vas o si vienes, si entras o si sales, qué afirmas y qué niegas. Total, y disculpa, lo que dices me suena igual que tu nick, blabla…, aderezado con «buen rollo» -La ciencia no debe ir contra de de los dioses, ni en contra de las auras, ni de ninguna ideología …, dejar que cada uno haga lo que mejor sepa-.
    Pero seguramente soy yo que, repito, debo de estar espeso.

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  22. 24 octubre, 2015 a las 0:29

    Renzo

    No es que estés espeso es que cuando la gente utiliza el argumento de la equidistancia pues simplemente se (des)califica como lo que es.

    «La ciencia no debe ir contra de de los dioses….»

    blabla, te informo que el método científico ha ido en contra de los dioses y similares desde siempre, no por principios sino porque cualquier nuevo descubrimiento o conocimiento científico choca frontalmente con las más variadas «verdades reveladas» de todas y cada una de las religiones.

    «… pensar que la ciencia va a reducir esas ignorancia es por lo menos infantil y mesiánico.»

    Bueno blabla, no sé de qué planeta acabas de venir pero la ciencia lleva reduciendo la ignorancia religiosa desde hace siglos. ¿Porqué te crees que muchos cristianos han dejado de argumentar que su colérico dios ya no actúa a través del rayo o de las epidemias? Pues porque cuando se desvelan los misterios de la electricidad o se descubren los patógenos los creyentes, excepto por supuesto los más ignorantemente alienados, tienen que recular hacia el famoso dios de los huecos. ¿Tú crees que sin la ciencia los obispos católicos o anglicanos estarían ahora mismo haciendo esos increíblemente absurdos malabares mentales con que si dios insufló el alma al primate de turno, para intentar salvar algo de sus adorados libros sagrados, respecto al tema del origen del hombre?

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  23. blabla
    24 octubre, 2015 a las 5:00

    Lo que digo, basicamente, que plantear una lucha abstracta entre ciencia y otras formas de conocimiento es absurda. Cuando en realidad se esconden más cuestiones políticas (o ideológicas, o económicas, etc. etc.). Plantear que a Galileo lo juzgaron por comprobar cientificamente algo (devuelta ciencia vs. «misticismo») es tan simple que se olvida que dentro de la iglesia había muchos científicos que sostenían sus mismos puntos de vista. Lo que se jugaba era una lucha por el poder. El choque se produce fuera del ámbito científico.
    Que hay que combatir la homeopatía y cualquier otra forma de timo que se presenta como ciencia estamos de acuerdo. Lo que digo es que combatir la religión, el pensamiento new age y cualquier otra creencia desde la «ciencia» es en todo caso superflua.
    Por otra parte, y a lo que se refiere Ateo66666, la ciencia no es incompatible con la religiosidad (y esto lo dice otro ateo como yo) la teoría de la gran explosión fue expuesta por un religioso y ha calado muy bien en la argumentación cristiana (la imaginación permite insertar a dioses y fuerzas místicas donde más le guste). Si más ciencia fuera igual a menos religiosidad… basta con ver Estados Unidos, país que desde todo punto de vista elabora la mayor cantidad de patentes y descubrimientos, es tan religioso que ha clausurado determinados debates científicos (evolución, creación, etc.).
    Me parece que el debate no es tanto entre la luz de la ciencia y el oscurantismo de la religión sino que hay que analizar otras variables además (repito: políticas, económicas, etc.).
    Si hay algo que carece la ciencia en tanto forma de conocimiento es la búsqueda de una intencionalidad, un fin último o como quiera llamárselo y todo parece indicar que el humano tiene cierta predisposición a su búsqueda. Tal vez por eso aquí se aferra tanto a la idea que la ciencia es un «método» (me gustaría saber cual es EL método de la ciencia que permaneció invariente en toda la historia). La ciencia es una forma de conocimiento más. Permitió una forma tal de conocimiento que ha permetido erradicar enfermedades, ensanchar las fronteras de lo conocido como ninguna otra forma de conocimiento lo hizo en la historia. Basta leer su historia para saber sus méritos. Pero no es la respuesta a todo.
    Me parece que embellecer a la ciencia hasta tal grado no es más que otra forma de religiosidad encubierta. La iglesia nunca atacó a la «ciencia» per se.. sino ahí cuando trastocaba su pilares ideológicos de dominación. Pensar que la ciencia puede acabar el hambre, o la desigualdad, o el cambio climático (aunque es cierto que para todo ello se la necesite) no es más que una quimera.

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  24. 24 octubre, 2015 a las 10:47

    blabla

    «la ciencia no es incompatible con la religiosidad (y esto lo dice otro ateo como yo)»

    Bueno pues te equivocas completamente ya que toda religión implica una sumisión intelectual a unos dogmas claros: la Tierra descansa sobre el caparazón de una tortuga y luego claro, cuando alguien demuestra que eso no cierto pues hay que elegir entre abandonar la religión, seguir aferrado al mito y cerrar los ojos y los oídos a la razón o salirse por la tangente con eso de que dentro de la Verdad revelada por un dios omnisciente hay partes que se pueden interpretar como literatura y aferrarse entonces al dios de los huecos.

    «la teoría de la gran explosión fue expuesta por un religioso y ha calado muy bien en la argumentación cristiana»

    Hay una facultad del cerebro humano denominada disonancia cognitiva que nos permite convivir con hechos o ideas totalmente contradictorias (que es algo así como «apagar» nuestra capacidad de raciocinio cuando nos conviene) y eso es lo que hacen los científicos cristianos. El domingo creen (y se comen literalmente) a un resucitado hijo de una paloma extraterrestre y de una zarza colérica que luego en el fondo era él mismo (o algo así, porque lo de la santísima trinidad no lo entiende ni dios) mientras que el resto de la semana actúan en su trabajo como ateos ya que jamás tienen en cuenta a ese dios en sus experimentos. Es algo así a un médico fumador, sabe que el tabaco es dañino pero cuando sale del hospital de atender a sus pacientes con cáncer de pulmón pues se fuma su cigarrito para relajarse. Ya lo resumió muy acertadamente Jacques Monod: un investigador religioso es un esquizofrénico.

    «La ciencia es una forma de conocimiento más […]Pero no es la respuesta a todo.»

    ¿Podrías indicar alguna otra forma de conocimiento? Y quizás la ciencia no tiene todas las respuestas pero ten por seguro que las tendrá para todas las preguntas pertinentes.

    «La iglesia nunca atacó a la “ciencia” per se.. sino ahí cuando trastocaba su pilares ideológicos de dominación.»

    Parece que no entiendes la esencia de la religión ni la de la ciencia. La religión impone cuentos totalmente subjetivos como verdades absolutas y la ciencia es sin embargo un método altamente eficiente de descubrir y descartar errores por lo que desde el primer momento inevitablemente chocan frontalmente.

    Otra cosa es que al principio del desarrollo científico cuando los primeros investigadores estudiaban procesos «anodinos» (cómo se mueve un objeto y similares) la iglesia desde su poderoso pedestal y también desde su inconsciente ignorancia no lo percibió como peligroso, sólo cuando vino un tal Galileo y demostró que había algo más que lo escrito en la Biblia allá por Júpiter entonces es cuando se empezaron a poner nerviosos porque algo no cuadraba. Si su dios era el creador verdadero del Universo no había razón para temer a la ciencia, puesto que esta únicamente podía desvelar la magnificencia del propio creador, y ellos creían a pie juntillas esta «verdad». Pero si hay conocimiento más allá de la Biblia y encima ese conocimiento es contradictorio con ella pues cualquier religioso medianamente educado podía empezar a intuir el problema. Otra cosa es que por suerte la situación geopolítica de Europa con múltiples reinos y creencias cristianas enfrentados impidió imponer una ortodoxia efectiva en todo el continente. No es por casualidad que la ciencia se desarrollara en la Italia fragmentada del Renacimiento y luego en los países del centro y norte de Europa, y que los reinos católicos poco a poco se fueran convirtiendo en un erial científico.

    «Pensar que la ciencia puede acabar el hambre, o la desigualdad, o el cambio climático (aunque es cierto que para todo ello se la necesite) no es más que una quimera.»

    Por supuesto que para acabar con el hambre hace falta una voluntad política final. Pero sin los conocimientos y tecnologías de la ciencia no se puede ni siquiera plantear la posibilidad. ¿Quién ha acabado con la viruela y casi con la polio? ¿Quien ha reducido la mortalidad? Los países que aplicaron los conocimientos científicos, porque sin vacunas, sin Teoría de los Gérmenes, sin medicamentos a día de hoy seguiríamos muriendo a millones como hasta hace no tanto tiempo y de poco valdría la voluntad de los políticos, de las ONGs o del mismo papa católico.

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  25. Renzo
    24 octubre, 2015 a las 11:36

    Blabla, la cuestión es que tu equiparación entre Ciencia y «otras formas de conocimiento» entiende, ¿a qué otras formas te refieres?, ¿piensas que la religión, la new age y cualquier otra creencia mística, son conocimiento?. Si la respeuesta es que sí lo piensas, está claro donde tenemos el problema y el porqué no nos podemos entender.
    El término religiosidad puede incluir muchos componentes y aspectos de una persona, pero no veo que tiene que ver ninguno de ellos con la Ciencia, ni qué tiene que ver con que Lemaître o Mendel, p.e., fueran religiosos. En todo caso lo único que se podría concluir es que ser científico no es incompatible con ser religioso, pero la Ciencia sí es incompatible con la religión, no puede ser de otra forma.
    Decir que «La iglesia nunca atacó a la “ciencia” per se.. sino ahí cuando trastocaba su pilares ideológicos de dominación.», me suena a perogrullada. Se podría decir, con mucha más razón, que la Ciencia no ataca a la Iglesia «per se», simplemente entra en conflicto con ella cuando la religión hace afirmaciones que son incompatibles con el conocimiento científico, sería absurdo que no fuera así. ¿Qué debería hacer, callar para no ofender los sentimientos de los creyentes?.

    Si se pasa el conocimiento científico por el tamiz de la religión, desaparece todo lo que tenga que ver con la Ciencia. Si se hace lo contrario, nos queda lo que es realmente la religión: ignorancia, fantasía, temor a lo que no se comprende, creencia absurda en seres y cosas imposibles…
    Dices que la Ciencia no es la respuesta a todo, es cierto, pero sólo si hablamos de lo que en realidad importa poco o nada. ¿Por qué habría de buscar la Ciencia intencionalidad o un fin último?, ¿sólo por que hay quienes piensan que es así?. No, hace justamente su trabajo y en este caso es, precisamente, comprobar que la psicología del ser humano tiende a buscar ese tipo de preguntas y especular sobre sus respuestas.

    «…me gustaría saber cual es EL método de la ciencia que permaneció invariente en toda la historia», y a mi me gustaría saber de donde has sacado la idea de que la Ciencia es invarible en su metodología y en sus conocimientos.

    Estoy de acuerdo contigo en que la solución para muchos de los problemas de nuestro mundo, tienen fundamentalmente raices, económicas, políticas e ideológicas (también incluiría aquí las religiosas), y que los enfrentamientos se desarrollan fuera del ámbito científico, lo que tampoco descubre nada nuevo. Pero de ahí a decir que la Ciencia es solamente una herramienta y considerar una quimera que pueda ser una solución, creo que das un paso demasiado largo. Con dar un repaso a la historia de los últimos 500 años, me podrás decir qué ha influido más en los cambios que ha tenido la humanidad en todos los niveles, la Ciencia o esas otras formas de conocimiento que mencionas.

    Saludos.

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  26. Emmanuel
    25 octubre, 2015 a las 11:53

    La ciencia es una forma de conocimiento más al igual que la religión

    La religión no es una forma de conociendo, como tampoco lo es la astrología.

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  27. Abraham
    26 octubre, 2015 a las 14:44

    A lo mejor se refiere al positivismo, esa corriente que pensaba que a base de ciencia y tecnología se podía lograr todo, cuando dice que la ciencia no lo explica todo. Porque tanta objetividad acababa por despreciar otras cosas más subjetivas, como la belleza, el arte, los sentimientos y el humor. A nadie se le ocurre utilizar la ciencia para hacer un chiste más gracioso.

    A lo mejor, un día se ponen a ello y sacan el chiste más gracioso del mundo, que habrá que conservar por separado, o leer en alemán para evitar morirse de la risa.

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  28. nestor
    26 octubre, 2015 a las 15:34

    Como siempre interesantísimas entradas, variedad de comentarios, según, sus aprendizajes de vida, etc.me interesó sólo una frase de Lansky, «que hacemos con lo que sabemos?»».la tomo pues en mi modesto entender, la relaciono con «la voluntad de saber», aunque ésta no sea un tema de la ciencia, sino de la filosofía, considerar que para que ocurra esa «voluntad de saber», el profesor, el alumno, debe existir una experiencia que la genere o potencie y luego acercar esa voluntad hacia la ciencia ya que le será mucho mas útil; pues esa voluntad tiene mucho de placer, sin el cual este homínido no realiza nada interesante, además de correr a la fe por la otra puerta.

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  29. Jose
    26 octubre, 2015 a las 18:25

    ¿Todo conocimiento es científico? ¿El único conocimiento que vale la pena es el científico? Suelen irse por el lado fácil, criticando religiones o pseudociencias, pero… ¿No hay conocimiento en una técnica para crear una obra de arte? ¿Dónde está la ciencia en el conocimiento de la métrica en un poema? ¿Qué ciencia hay detrás del conocimiento necesario para pintar un cuadro? (espero los journals, los papers, la revisión por pares, etc).

    La verdad es que esa arrogancia heredera del Círculo de Viena debería dejarse un poco de lado. No hace falta legar a Feyerabend, pero sin duda la actitud aquí propuesta deja bastante mal parada a las artes y a las ciencias sociales en su rol como «formadoras de conocimiento»

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  30. 26 octubre, 2015 a las 19:46

    Jose

    No te vayas por los cerros de Úbeda, el debate estaba enmarcado sobre lo que en general las personas entendemos y la propia RAE así lo define

    1. m. Acción y efecto de conocer.
    2. m. Entendimiento, inteligencia, razón natural.

    sobre el concepto en cuestión.

    El arte, la literatura, etc. necesitan de múltiples destrezas intelectuales pero comúnmente no se incluyen en el concepto de conocimiento ya que no conllevan ninguna idea de progreso o medida alguna de mejora. Un soneto, el Guernica de Picasso, las obras de Mozart o de García Márquez son obras exquisitas, pero no son objetivamente ni mejores ni peores que los cantos de los aborígenes australianos, las danzas de los derviches o una fotografía de Robert Capa.

    Resumiéndolo muy concisamente en base a la teoría de la información, un cuadro no aporta más o menos información objetiva que otro, ni una canción de rock invalida o apoya a la 5ª sinfonía de Beethoven, en estos casos nuestra elección es siempre en base a nuestra propia subjetividad individual y/o cultural, mientras que el conocimiento tal y como se está usando dentro de la temática de esta entrada y se entiende comúnmente significa un aumento de información verificable y por tanto objetivo: saber qué tiempo va a hacer mañana, si una determinada planta pero no otra cura una enfermedad, etc.

    Con respecto a las ciencias sociales, por supuesto que si aplican el método científico son conocimiento. Si no se quedan en simples elucubraciones personales, subjetivas y por tanto inverificables.

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  31. Anónimo
    26 octubre, 2015 a las 20:36

    Son muchos los aspectos de las distintas artes que pueden ser, y de hecho ya muchos lo son, estudiados desde un enfoque científico. Tanto es así que ya hay programas capaces de crear arte con estilos predeterminados e incluso con intencionalidad de provocar determinadas emociones.
    Tambien en cuanto a provocar determinadas emociones, sentimientos y deseos el Marketing, entre otros, viene valiendose de muchos y muy variados conocimientos cientificos.
    La percepción y la subjetibilidad de la reación a esta pueden y de hecho son estudiados de manera científica.
    No conozco ningun aspecto de la realidad cuyo estudio no pueda ser abordado de manera científica furmulando las preguntas pertinentes. Ni ello tiene porque eliminar ni disminuir bellezas y emociones.

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  32. 26 octubre, 2015 a las 20:38

    Pero no me van a negar que entre escuchar el pronóstico de un meteorólogo y el de un alucinado que dice haber recibido una revelación de San Apapurcio Mártir resulta mucho más divertido lo segundo, al menos hasta el momento en que te agarra el chaparrón o el nevazo desguarnecido de los atuendos e implementos necesarios. Y por eso es que las argumentaciones delirantes tienen tanto éxito y repercusión entre el común de las personas, porque el esfuerzo de comprender explicaciones basadas en números y estadísticas resulta en general aburridísimo, mientras que escuchar un cuentito más o menos simpático tiende a ser por lo general de lo más llevadero y facilísimo de entender para cualquiera.

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  33. Jose
    27 octubre, 2015 a las 6:33

    Ateo, no entiendo por qué el dominar técnicasy conceptos de arte no son conocimiento. De hecho, la segunda definición de la RAE los engloba como tales.

    Por otro lado, creo que colocas a la elaboración de conocimiento científico en un marco un poco curioso. Por ejemplo, dices del arte: «en estos casos nuestra elección es siempre en base a nuestra propia subjetividad individual y/o cultural». ¿Acaso no hay subjetividad individual Y cultural, un sesgo, una idea preconcebida basado en la experiencia a la hora de hacer preguntas y enfocarlas de un determinado modo? ¿Es el científico un ente aséptico y totalmente ajeno a la cultura que lo envuelve?

    Me queda la impresión que cada vez que se habla de cienica acá, se habla desde una mirada positivista que haría enorgullecer al círculo de viena. No pido que lleguemos al anarquismo metodológico, pero las ideas de Kuhn y Lakatos en cuanto a paradigmas y el contexto social que influye ne el científico me parecen cuanto menos dignas de consideración

    Hablando de Lakatos, coloco un ejemplo (historia ficticia) de uno de sus libros respecto al funcionamiento del método (que en la práctica, NADIE lo aplica en la Academia como se enseña normalmente). Al final siempre podremos contar con hipótesis ad hoc que mantengan el paradigma vigente aún si este hace aguas. La historia:

    «»Un físico de la era preeinsteiniana combina la mecánica de Newton y su ley de gravitación (N) con las condiciones iniciales aceptadas y calcula mediante ellas la ruta de un pequeño planeta que acaba de descubrirse, p.

    Pero el planeta se desvía de la ruta prevista. ¿Considera nuestro físico que la desviación estaba prohibida por la teoría de Newton y que, por ello, una vez confirmada tal ruta, queda refutada la teoría N? No. Sugiere que debe existir un planeta hasta ahora desconocido, p’, que perturba la ruta de p. Calcula la masa, órbita, etc., de ese planeta hipotético y pide a un astrónomo experimental que contraste su hipótesis. El planeta p’ es tan pequeño que ni los mayores telescopios existentes podrían observarlo: el astrónomo experimental solicita una ayuda a la investigación para construir uno aún mayor.

    Tres años después el nuevo telescopio ya está disponible. Si se descubriera el planeta desconocido p’, ello sería proclamado como una nueva victoria de la ciencia newtoniana. Pero no sucede así. ¿Abandona nuestro científico la teoría de Newton y sus ideas sobre el planeta perturbador? No. Sugiere que una nube de polvo cósmico nos oculta el planeta. Calcula la situación y propiedades de la nube y solicita una ayuda a la investigación para enviar un satélite con objeto de contrastar sus cálculos.

    Si los instrumentos del satélite (probablemente nuevos, fundamentados en una teoría poco contrastada) registraran la existencia de la nube conjeturada, el resultado sería pregonado como una gran victoria de la ciencia newtoniana. Pero no se descubre la nube. ¿Abandona nuestro científico la teoría de Newton junto con la idea del planeta perturbador y la de la nube que lo oculta? No. Sugiere que existe un campo magnético en esa región del universo que inutilizó los instrumentos del satélite. Se envía un nuevo satélite.

    Si se encontrara el campo magnético, los newtonianos celebrarían una victoria sensacional. Pero ello no sucede. ¿Se considera este hecho una refutación de la ciencia newtoniana? No. O bien se propone otra ingeniosa hipótesis auxiliar o bien… toda la historia queda enterrada en los polvorientos volúmenes de las revistas y nunca vuelve a ser mencionada»»

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  34. 27 octubre, 2015 a las 13:01

    Jose

    Te vuelvo a repetir que un cuadro no aporta información cuantificable que sea más o menos valiosa que otra obra de ese o de otro pintor.

    Por supuesto que la ciencia no es independiente de las ideas o creencias del investigador de turno, pero gracias a la experimentación es capaz de trascender las limitaciones de cada individuo. Y la prueba más evidente es la multitud de científicos creyentes en dioses, la astrología o cualquier otra cosa que han realizado aportes válidos cuando han utilizado el método científico y se han dejado llevar sólo por las pruebas y los hechos.

    Sobre el caso de tu científico hipotético comentarte que las leyes y las teorías científicas se construyen o se descartan en base a múltiples estudios para obviar el problema que comentas. Un análisis determinado puede estar sujeto a errores o a variables desconocidas, pero cuando se aúnan múltiples estudios a ser posible de campos distintos pero coincidentes, con metodologías experimentales diferentes y cuestiones diferentes se aumenta la verosimilitud. Un ejemplo es el evolucionismo que ha ido acumulado datos de disciplinas científicas tan alejadas como la química (estructura del ADN), la geología (tectónica de placas, vulcanismo), la biología clásica, además de la genética y hasta la genómica actual. Aunque eso no significa que la Teoría de la Evolución explicara todo: por ejemplo había un gran vacío con la dificultad en explicar la aparición de los eucariontes desde el punto de vista evolucionista. Después vino Margulis y otra tropa de científicos que añadieron la Simbiogénesis y expandieron el concepto.

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  35. Rawandi
    27 octubre, 2015 a las 16:58

    Los filósofos de la ciencia que ha citado Jose (Kuhn, Lakatos y Feyerabend) tienen en común el irracionalismo, ya que los tres negaban el progreso de la ciencia.

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  36. 27 octubre, 2015 a las 19:06

    Ahondando en el irracionalismo de estos filósofos simplemente comentar que Feyerabend en su libro Adiós a la Razón del año 1987 advierte que no se pueden despreciar como inútiles sistemas de creencias como la astrología o la medicina alternativa, a los que atribuye un estatus equiparable al de la ciencia. Y seguro que quedarán todavía facultades de Filosofía que lo incluyan en sus programas de estudio.

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  37. Emmanuel
    29 octubre, 2015 a las 12:44

    ¿Es el científico un ente aséptico y totalmente ajeno a la cultura que lo envuelve?

    No es ajeno. El científico siendo consciente de ello, desarrolla técnicas y herramientas para que el análisis de los resultados de la observación no se vean afectados por el sesgo del observador: No medimos la distancias a ojo, sino con un instrumento llamado metro. Y si se necesita mucha precisión, la lectura metro sigue dependiendo del ojo, así que se emplea un laser.

    Tu historia, ¿Que conclusiones pretende enseñar? ¿Que se intenta buscar una explicación y demostrarla? ¡Felicidades! ¡Has descubierto la ciencia!

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  38. blabla
    30 octubre, 2015 a las 14:43

    El problema no es solo que haya que considerar esos otros tipos de pensamientos como «conocimiento» sino entender todo lo que la ciencia tiene de quimera. Muchos aquí conciben a la ciencia como puramente fáctica.
    Desde hace mucho tiempo algunos pensadoras han tendido a identificar mucho pensamiento teológico en la ciencia. ¿Acaso el concepto de infinito no es teológico? ¿De que manera se podría medir?. Por la simple razón que las cuentas no cierran se elabora la idea de energía y materia oscura… que es bastante similar a las deducciones que tenían los griegos del éter que sostenía todo de lo que cuanto hay ¿Que hay de ciencia en dicha deducción? Solo que la hicieron científicos y su comunidad la aceptó, nada más. Y estos dos casos son simplemente paradigmáticos porque no son objetos teóricos que se deducen de una teoría sino que en un caso es un concepto central de la ciencia (el infinito), inobservable, indiscutible y, en algunos casos, eterno; y en el otro una deducción ad hoc para salvar las teorías existentes (es «algo» que impregna todo y da sentido).
    Tal vez se pueda argumentar y decir que tales casos son resabios «teológicos», «mitos» que crea la ciencia y que en algún momento serán reducidos a la nada por el avance del conocimiento. Dada su persistencia en la historia tal vez habría que pensar a la ciencia también como un «mito» un relato mucho más maravilloso por cuanto se lo encuentra empíricamente comprobado, tiene una estructura lógica impoluta y crece y muta con el tiempo; amén de todas las finalidades utilitarias que se mencionan.

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  39. Pocosé
    30 octubre, 2015 a las 18:15

    El concepto de infinito puede ser teológico, pero lo seguro es que es un concepto muy firme en Matemáticas. Claro que esta puede ser la rama más divina y o mística de la Ciencia, existe y se demuestra por si misma.

    Materia y energia oscuras: ¿Seguimos sin saber distinguir entre hipotesis y teorías?

    «RAE:
    mito1
    Del gr. μῦθος mŷthos.
    1. m. Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico.
    2. m. Historia ficticia o personaje literario o artístico que encarna algún aspecto universal de la condición humana. El mito de don Juan.
    3. m. Persona o cosa rodeada de extraordinaria admiración y estima.
    4. m. Persona o cosa a la que se atribuyen cualidades o excelencias que no tiene. Su fortuna económica es un mito.
    mito2
    De or. desc.
    1. m. Ave paseriforme de la familia de los páridos, con plumaje blanco, negro y rosado y larga cola blanca y negra, que vive en los bosques, donde construye nidos en forma de bolsa muy característicos.»

    Hasta podría aceptar la denominación de Ciencia como Mito, pero única y exclusivamente en la acepción nº 3 de Mito1 y en el caso particular de «cosa rodeada de extraordinaria admiración y estima.»

    ¡¡Que traumas causa la Ciencia a algunos!!

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  40. 30 octubre, 2015 a las 18:25

    Blabla

    » todo lo que la ciencia tiene de quimera. Muchos aquí conciben a la ciencia como puramente fáctica.»

    Y lo dice alguien desde su PC, conectado a Internet, que funciona con energía eléctrica. ¡Magnifico!

    Ya de lo tu batiburrillo sobre el infinito teológico y la ciencia simplemente lo dejo para la posteridad.

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  41. Bicho
    3 noviembre, 2015 a las 4:35

    Separaron a la ciencia de los intereses económicos y políticos, ya con eso soñaron de más…

    Me gusta

  42. 3 noviembre, 2015 a las 10:59

    Un error muy habitual es «mezclar» conceptos y extraer conclusiones absurdas.

    «Separaron a la ciencia de los intereses económicos y políticos, ya con eso soñaron de más…»,
    es un ejemplo de ello. La frase denota una clara confusión de conceptos. La ciencia es una cosa y su aplicación práctica otra muy distinta, y sin embargo, en lo que se deduce de la misma, tal diferencia se ignora.

    Por ejemplo, la ciencia puede permitirnos conocer la resistencia de los materiales, sus combinaciones más estables y eficaces, pero no determinará el uso que hagamos de los mismos. Si decidimos utilizar estos conocimientos, aplicados a la construcción, para disminuir al máximo los costes, y construimos «cajas de zapatos», incómodas y pobres en cuanto al uso de sus usuarios, nos es un problema del conocimiento descubierto por la ciencia, es la decisión tomada sobre el uso del mismo, lo cual es muy diferente. Si damos por cierto tan falaz argumento, la única conclusión posible es que deberíamos seguir siendo cazadores-recolectores y viviendo en cuevas.

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  43. Renzo
    3 noviembre, 2015 a las 11:22

    Claro «Bicho», menos mal que tú has venido a abrirnos los ojos y hacernos ver que la Ciencia es una actividad humana, realizada por humanos…qué cosas!!!

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  44. 15 marzo, 2016 a las 9:12

    Aquí una noticia de ciencia en un medio bastante sensacionalista: https://actualidad.rt.com/ciencias/202027-cientificos-causa-catastrofe-marte
    Luego vienen los comentarios a dicha noticia. Es entonces cuando a uno le entran ganas de preguntar por el precio de una cabaña solitaria en algún bosque perdido.

    Me gusta

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