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Curiosidad anti-vacunas
Si bien es cierto que los movimientos anti-vacunas están teniendo transcendencia en la salud pública de muchos países, su origen es más antiguo que del que muchos imaginan. Así por ejemplo, en 1879 se fundó en los Estados Unidos la “Sociedad Americana contra las Vacunas” que defendió la no vacunación contra la viruela. Es fácil imaginarse las consecuencias que hubiese tenido sobre la salud de la población estadounidense de principios del siglo XX el éxito de sus tesis. Consecuencias equivalentes a las podrían tener hoy día, aunque mucha personas no quieran verlo. En 1910, esta sociedad se disolvió, esperemos que la cabezonería de los anti-vacunas actuales también decaiga antes de que notemos sus peligrosas consecuencias.
Las matemáticas y las ciencias no se llevan bien con la religión
A pesar de lo que opinan muchas personas (algunas de ellas incluso buenos científicos), la religión y la ciencia han sido y siempre serán dos facetas totalmente antagónicas que colisionan de manera constante y hasta brutal. Y un reciente estudio ha vuelto a añadir un nuevo dato sobre este más que evidente hecho.
Curando el cáncer con frutos de la huerta y un par de pases mágicos en la Universidad de Granada
La más que esotérica Universidad de Granada parece que está ampliando su lista de despropósitos supersticiosos, ya que si no fuera suficiente con su más que recurrente fijación por el proselitismo católico [1 y 2], ahora ha añadido a sus «enseñanzas» los más variopintos métodos de «curación» del cáncer, en lo que más bien parece un caso evidente de esa más que famosa y certera frase del cómico Tim Minchin de «si abres tu mente demasiado tu cerebro se caerá».
¿Nos podemos permitir las energías renovables?
En materia energética uno de los dogmas del actual consenso económico neoliberal consiste en afirmar que las energías renovables son tan onerosas que incluso los más que ricos estados occidentales no pueden permitirse este dispendio económico. Y que por tanto, debemos seguir atados a la quema de combustibles fósiles y a la más que barata energía nuclear si queremos seguir disfrutando de una energía asequible, aún cuando eso signifique acelerar el cambio climático y aumentar cada año esa espeluznante cifra de más de 7 millones de personas fallecidas por la contaminación. Pero ¿está afirmación casi religiosa es cierta?
Naturopatía: tratar un cáncer y producir tres muertos
Cuando las medicinas “alternativas” se usan para “curar” resfriados, ansiedad o problemas psicosomáticos todo queda en una mezcla de efecto placebo y estafa a pequeña escala. Sin embargo, el problema es que los “expertos” en estas pseudomedicinas no se contentan con su papel de feriantes de carromato, y creen que son capaces de curar cualquier tipo de enfermedad, por muy grave que esta sea. Y es entonces cuando surge el drama y, a veces, la tragedia.
¿Casas encantadas? antes de llamar a su chamán contacte con su proveedor del gas
Las casas encantadas son un tema recurrente en el mundo paranormal que ha generado infinidad de leyendas. Así a lo largo del tiempo diferentes personas han afirmado que algunas viejas mansiones pueden ser habitadas por fantasmas, que además de señorear la vivienda acaban por hacer enfermar (y a veces matar) a sus moradores humanos. Sin embargo el fenómeno puede tener una explicación mucho más prosaica, racional y terrenal.
Libre mercado de los medicamentos: camino de la ruina más absoluta
La nueva religión económica tiene un dogma incuestionable que parece estar escrito en piedra como si de las leyes mosaicas se tratara: la intervención pública es el gran problema y el libre mercado la gran solución. Sin embargo, hay un campo de la economía que no sólo revela como nadie esta gran falacia, sino que destapa en toda su crudeza la avaricia más sanguinaria y muchas veces también más criminal: el mercado de los medicamentos.
¿Queda alguna actividad intelectual genuinamente humana?
A lo largo de los milenios, pensadores de toda condición han declarado más que categóricamente que la mente humana era un cúmulo de perfección inabordable al estudio, además de un todo incognoscible. Siglos después, la aparición de las computadoras abrió un debate sobre si esas maravillosas facultades intelectuales humanas podrían (si eso era siquiera imaginable salvo para cuatro fanáticos de la informática o unos más que imaginativos escritores de ciencia ficción) ser igualadas, o incluso superadas, en algún momento de un futuro quizás todavía muy lejano por esas cada vez más sofisticadas máquinas electrónicas, artefactos que duplican sus capacidades cada par de años. Sin embargo, en la actualidad el exponencial crecimiento de procesamiento de los ordenadores está respondiendo a la pregunta, y de una manera que no deja lugar a dudas de cuál será el más que próximo y decepcionante resultado final, que arrastrará por el fango esa sempiterna pretendida superioridad de nuestra tan particular especie de monos sapiens.
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