El enigmático caso (o no) de los doce nacimientos consecutivos de niñas en un pequeño pueblo de Polonia
En esta canícula veraniega boreal, en donde las noticias habituales hacen un paréntesis y los becarios de guardia de los medios de comunicación tienen que aplicarse a fondo para encontrar noticias con las que rellenar las páginas de los periódicos o el tiempo de los telediarios, un pequeño pueblo polaco ha conseguido sus 15 minutos de fama warholianos: ya que los últimos doce nacimientos acaecidos en el largo periodo de más de una década han sido todos ellos de niñas, lo que ha dado lugar a todo tipo de especulaciones.
Este mes de agosto el New York Times ha llevado a la fama a la pequeña localidad polaca de Miejsce Odrzanskie, de tan solo unos pocos cientos de habitantes, por llevar más de una década sin ver el nacimiento de un varón, mientras que en el mismo periodo de tiempo se han acumulado los alumbramientos de hasta doce niñas de manera consecutiva. Por ello la siempre supersticiosa imaginación de ese conjunto de lugareños y foráneos programados por la selección natural en la búqueda de patrones ha planteado las más disparatadas «teorías» para explicar ¡y hasta poner remedio! a esta supuesta «anomalía» pediátrica.
Pero ¿puede haber una más que simple explicación racional a esta sorprendente coincidencia? Por ello, y a modo de acertijo, dejo abierto a que los lectores encuentren la solución matemática a esta cuestión.
Entradas relacionadas:
- Las matemáticas y las ciencias no se llevan bien con la religión
- La delgada línea roja entre ilusión y realidad
- Conocimiento o superstición
- Un antiguo ejemplo de cómo la ciencia convierte en ateos “de facto” a los más piadosos creyentes
- ¿Casas encantadas? antes de llamar a su chamán contacte con su proveedor del gas
- Una introducción (no exhaustiva) al estudio científico de la religión (I, II, III, IV, V y VI)
- La ciencia es atea y los investigadores tienen una obligación
- ¿Es Dios un espalda plateada? Una explicación antropológica del monoteísmo
- El geriniol es el psicotrópico más potente, adictivo y peligroso del mundo
- Probando la Hipótesis de Dios: Victor Stenger in memoriam
- Teorías conspiratorias contradictorias y religión: el fascinante mundo de la incongruencia
- Brujería, posesiones demoniacas y exorcismos en el siglo XXI
- Michael Specter hablando sobre el peligro del pensamiento anticientífico
- El Ministerio de Sanidad español y los exorcismos
- Científicos cristianos: el irracional argumento de autoridad para justificar la superstición
- Reflexión navideña
- La responsabilidad de un premio Nobel frente a la irracionalidad
- Conocimiento o superstición
- Una introducción (no exhaustiva) al estudio científico de la religión (III)
- Hawking, Dios y algunos científicos cristianos del montón
- Las ofensivas cartas marcadas de los creyentes a la hora de discutir sobre ciencia
- Investigadores cristianos: entre el Dr. Jekyll y Mr. Hyde
- Bill Maher entrevista a Francis Collins
Suponiendo que el parto de hombres o mujeres fuera un 50%, 12 partos consecutivos solo de niñas tendría una probabilidad 1/4096, un 0’2% que parece poco.
Pero si asumimos que por Europa tenemos algunos miles de pueblos de esos de «cientos de habitantes», la cosa cambia, porque por simple estadística en alguno pasara esta probabilidad del 0’02%.
Concrétamente a partir de 3k pueblos ya es más que suceda que no, es decir, la probabilidad de que suceda en alguno de 3000 la contraria a que no suceda en ninguno, es decir, sería de: 1-((4095/4096)^3000) que es un 52% aprox.
Dado que por el mundo hay muchos muchos más de tres mil pueblitos con 12 partos recientes… es un hecho que habrá múltiples de ellos donde se estará dando, «ahora mismo», algo tan aparentemente raro como 12 niñas seguidas.
Me gustaMe gusta
Bueno, yo lo veo así
En realidad cada nacimiento tiene la probabilidad del 50% de ser niña o niño (1/2). El número total de posibles combinaciones de sexo de los recién nacidos, en doce nacimientos seguidos es la multiplicación de las probabilidades en cada caso, o sea ½ x ½ x ½ x ½ x ½ x ½ x ½ x ½ x ½ x ½ x ½ x ½ = 1/4096 o lo que es lo mismo 0,0244140625%
Es evidentemente una probabilidad muy pequeña.
Pero eso hay que valorarlo sobre el total de casos posibles. En los últimos 10 años el número de nacimientos ha oscilado entre 136.667.034 y 140.718.585. Si tenemos en cuenta que los grupos que deben formarse son de 12 (uno por año, más 2 aleatoriamente escogidos de entre otro cualquiera de los diez), eso da lugar a una media de 115.715.687 grupos de 12 nacimientos. Por tanto es de esperar que el número total de grupos de 12 que son todo niñas, en los últimos diez años, sea de 28.250 grupos. Así que tampoco es tan extraño lo sucedido.
Me gustaMe gusta
Casos favorables entre casos posibles
Casos favorables 1, casos posibles 2^12, es decir 4096
Me sale un 0,02%, muy improbable pero no imposible
Me gustaMe gusta
Tenéis todos razón: la probabilidad de esos doce partos consecutivos es de 1 en 4.096. Baja pero para nada irrealizable, sobre todo teniendo en cuenta de por ejemplo sólo en España existen 5.002 municipios con menos de 1.000 habitantes. El número total de pequeñas poblaciones de menos de 1.000 habitantes podría ser (siendo muy conservador) de más de 100.000 en todo el mundo, por lo que debería haber alrededor de 25 municipios a lo largo y ancho del globo con esa misma casualidad natalicia. Es más, si aceptamos ese conservador número de 100.000 municipios de pequeña escala entonces no sólo habrá esos 25 con 12 niñas nacidas consecutivamente sino que habrá por ahí un pueblecito de Yemen, Australia o México que tendrá el record de 16 o 17 niñas (o niños) nacidos consecutivamente.
Y si se busca en todo el mundo, con esos casi 140 millones de nacimientos que comentaba Eduardo, es más que seguro que esas «anómalas» secuencias de nacimientos de sólo niñas o niños podrán superar más que fácilmente las varias decenas consecutivas.
Me gustaMe gusta
Pero así funciona la mente humana, dando una importancia capital a lo cercano, debido a que la selección natural lleva varios millones de años actuando sobre pequeños grupos de homínidos. Y no nos damos cuenta de que ahora, con más de 7.000 millones de personas esas reglas de pensamiento más que locales, han quedado totalmente obsoletas y ya no podemos (ni debemos) fiarnos de ellas para tomar decisiones globales, que afectan a millones de personas o incluso a la Humanidad al completo.
Me gustaMe gusta
Y aquí es más patente la cada vez mayor disonancia entre los que siguen anclados a sus vivencias personales y las de su círculo más cercano, sea este físico o cibernético, esos que extraen conclusiones de lo que «asegura» su compañero de trabajo o un internauta en un foro y que como usan reglas desfasadas caen fácilmente en el error cuando no en el desastre (como es el caso de las anécdotas de la «medicina» alternativa) y aquellos que nos hemos dado cuenta de las más que evidentes limitaciones de nuestro cerebro de primate (fantástico para extraer correlaciones en nuestra sabana ancestral que ayuden a nuestra supervivencia, pero para nada útil frente a desafíos infinitamente más complejos derivados del actual siglo XXI) y nos apoyamos en la Ciencia para intentar entender un mundo y un Universo que se escapa a nuestra comprensión individual.
Me gustaMe gusta
¿Alguien sabe cuál es la moraleja que todos podemos extraer de todo éste zafarrancho de genética acaecido en la lejana Polonia? Que mi limitado cerebro de primate homínido no me deja pensar muy claramente y por éso escribí la pregunta.
Me gustaMe gusta