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La larga, injusta e ineficaz agonía sanitaria del confinamiento selectivo en Madrid
Los números son el fundamento de la Ciencia, gracias a los cuales se ha podido desarrollar la moderna sociedad humana basada en el conocimiento y la tecnología. Ahora bien, cuando los números se utilizan como un dogma casi religioso para separar a los «sanos» de los «apestados», como es la ya tristemente famosa cifra de 1.000 infectados por coronavirus por cada 100.000 habitantes, no sólo dan lugar a medidas irracionales, injustas, discriminatorias e ineficaces, sino que se pueden convertir en el mejor aliado de la explosiva expansión coronaviral.
Conversión farmacológica de ateos en personas religiosas: una introducción (no exhaustiva) al estudio científico de la religión (XI)
A lo largo de la Historia millones de personas en el mundo han tenido una revelación de naturaleza divina, algo que les cambia la vida y con cuya experiencia quieren intentar convencer al resto de los mortales de la existencia y del omnímodo poder de la Serpiente Emplumada, el Dios Elefante o la Zarza Colérica. Aunque solo basta leer un poco de literatura científica para comprobar que todas esas experiencias no tienen nada de extraordinarias y si mucho de ver con la química cerebral, tal y como indican los datos de un reciente artículo científico.
Nadie como Donald Trump para aumentar el porcentaje de republicanos antivacunas
El Presidente de los EEUU es un negacionista y un conspiranoico de libro y muchos de sus seguidores y votantes comparten sus disparatadas ideas. Ahora bien, ¿Trump simplemente representa las opiniones de sus votantes sin modificarlas o es capaz de exacerbar el disparatado motor anticientífico de sus votantes? Pues según un estudio realizado por investigadores británicos y australianos, el presidente del país más poderoso del mundo no sólo atrae a los antivacunas, sino que les radicaliza más si cabe en sus posturas.
Estadística para negacionistas I
La falta de conocimientos básicos de matemáticas y estadística hace que no seamos capaces de entender lo que significan muchas cifras con las que nos bombardean a diario los medios de comunicación, siendo fácilmente víctimas de todo tipo de engaños y manipulaciones.
«Trump mintió, simple y llanamente» sobre la actual pandemia coronaviral
Con esta taxativa frase termina el reciente y demoledor editorial de la prestigiosa revista «Science» en el que expone que el presidente de los EEUU, lejos de no conocer el alcance real del peligro que representaba para su país la actual pandemia coronaviral, se ha dedicado todos estos meses a mentir de manera descarada y a censurar y amordazar a los científicos de las agencias federales encargadas de la salud pública.
Un muro y que cada palo aguante su vela
Leo en el “eldiario.es” que negacionistas y conspiranoicos varios proliferan cada vez con más fuerza en las redes sociales diseminando todo tipo de estupideces anticientíficas sobre el origen y tratamiento del coronavirus, afirmando que todo es un invento de los malvados comunistas chinos, con la inestimable colaboración de Bill Gates y George Soros, y en donde no puede faltar la tradicional confabulación judeo-masónica para acabar con el mundo occidental y convertir España (y al resto del mundo) en una dictadura bolivariano-cubana dirigida en la sombra por las farmacéuticas.
En las escuelas públicas estadounidenses se discrimina más a los ateos que a los musulmanes
En EEUU, los ateos son percibidos como personas amorales y y la discriminación frente a este grupo es casi una norma social, apoyada muchas veces por parte de servidores públicos de todos los niveles. Ahora además, un reciente estudio acaba de constatar que los ateos son el grupo más discriminado (incluso por encima de los siempre sospechosos musulmanes) en algo tan importante como es el acceso a la educación en los colegios públicos.
El orden correcto: Dios, el cáncer y la medicina científica
Quizás no haya comportamiento religioso más insultantemente ignorante que ese de agradecer a un dios supuestamente benevolente, pero también omnisciente y todopoderoso, que «cure» el cáncer de un simple acólito, aunque por supuesto nunca de manera directa sino siempre a través de esa totalmente atea medicina científica moderna. ¿Alguien observa la patente contradicción?
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