Médica italiana condenada a cadena perpetua por «curar» el cáncer con pseudomedicinas
En Italia se ha dado un gran paso a la hora de defender a los pacientes de los chamanes y feriantes de las pseudomedicinas al condenar a cadena perpetua a una médica que decía «curar» el cáncer con esa tan inútil como peligrosa «medicina» alternativa».
La cirujana plástica y «experta» en oncología Alba Veronica Puddu era una peligrosa estafadora que tenía un método infalible, a todo incauto que acudía a su consulta tras dos minutos de exploración y un breve repaso con un ecógrafo les decía:
«Veamos si aparece algo. ¿Ves estos agujeritos? Tiene cáncer de páncreas.
Luego, para no dejar lugar a dudas, también solía encontrar en el «paciente» metástasis en otros órganos. El «enfermo» quedaba anonadado, pero rápidamente la doctora presentaba un tratamiento revolucionario a base de unas cuantas sesiones con ultrasonidos y radiofrecuencias, algo que nadie ha demostrado que sirva para algo más que aligerar el bolsillo de pacientes tan desesperados como incautos. Pero como en realidad no había cáncer alguno, pues la «oncóloga» presentaba sus impresionantes estadísticas:
En los últimos años, de 400 pacientes, han muerto tres o cuatro, pero ya había que enterrarlos antes de que yo los tocara. En cualquier caso, se habrían salvado si hubieran pasado por mi terapia primero.
Algunos de sus pacientes corrían al hospital y tras las pruebas pertinentes no aparecían los peligrosos cánceres por ninguna parte, pero ella siempre lo podía achacar al malfuncionamiento del aparato y listo.
Siempre desaconsejaba a sus «pacientes» los tratamientos oncológicos habituales para evitar que contactaran con verdaderos médicos y se descubriera su engaño. Pero como reza el viejo dicho, tanto fue el cántaro a la fuente que varios pacientes con cánceres reales acudieron a su consulta, en donde recibieron ese maravilloso tratamiento alternativo que tenía la impresionante tasa de supervivencia del 99% fuera cual fuera el tipo de tumor. Y cuando murieron tres de sus pacientes, uno de ellos mismo día que ella le había asegurado al inminente finado
¿Has visto? Te sientes mejor. Ya no tienes cáncer
se empezó a destapar toda esta horrenda estafa: investigación periodística y después policial, acusación y un juicio en donde a pesar de que el fiscal había pedido para la delincuente estafadora 24 años de cárcel, la juez consideró en su sentencia varios agravantes por lo que finalmente ha condenado a la acusada a cadena perpetua. Ojala no hubiera que esperar a que estos feriantes de carromato maten a pobres desesperados y las autoridades sanitarias actuaran de oficio para que al menos fueran condenados por estafa y peligro para la salud pública y pasaran varios años encarcelados para ver si así aprendían.
P.D:
Y de regalo un ejemplo de todos esos que deberían estar acompañando a la protagonista de nuestra historia:
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Le está más que bien empleado. A ver si así aprende a jugar con la salud de las personas.
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Habría que ver si esta asesina sería capaz de usar sus propias técnicas chamánicas en caso de que ella misma contrajese el cáncer o, si por el contrario, acudiría a profesionales de la oncología para recibir el tratamiento adecuado. La suerte que tiene es durante el resto de su, espero que miserable, vida va a estar bajo la tutela del Estado Italiano que velará por su salud ofreciéndole tratamientos reales en caso de necesitarlos.
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Has indicado un tema interesante. Aquellos que difunden las maravillas del chamanismo médico al final pueden salvar sus vidas gracias a esos avances médicos (vacunas, oncología, etc.) que tanto desprecian o incluso combaten, aunque luego sigan denostando a la medicina tecnológica, algo así como los creyentes que dan gracias a dios porque sus cirujanos (tras doce horas de duro trabajo) le hayan podido salvar la vida.
Por ello yo soy partidario, que en el caso de enfermedades totalmente circunscritas al individuo y que no tengan repercusión sanitaria en el resto de los ciudadanos (como es el caso del cáncer) que se estableciera un registro nacional de ciudadanos «alternativos» (esos que afirman rotundamente y que además hacen propaganda activa en su entono familiar y laboral y en redes sociales de las maravillas de la lejía diluida, los pases mágicos, los zumos de frutas y similares para curar tumores). Luego, si por desgracia alguno de ellos necesitara por ejemplo quimio o radio se le indicara muy amablemente que esos tratamientos no son adecuados para él, así menos listas de espera, menos gasto sanitario y también menos tontos por el mundo. Y si en el caso de que el paciente «alternativo» cambiara de opinión en ese trágico momento al estilo de Saulo de Tarso (que seguro que habría en esas circunstancias muchas conversiones a la medicina científica) entonces se le trataría adecuadamente pero teniendo que pagar de su bolsillo el tratamiento médico a modo de multa por los años que ha llevado el susodicho combatiendo aquello que le puede salvar la vida. Así, quizás la gente calibraría adecuadamente la relación coste/beneficio tanto de la Medicina Científica como del chamanismo pseudomédico.
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A ver si a esta le va a pasar como a Mao; mucha medicina tradicional y mucha tontería y luego el tío tenía sus buenos médicos occidentales.
Y no me nombres a Saulo de Tarso que me pongo mu malito. 🤮
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lamaedelto
No se olvide de la hipócrita Teresa de Caĺcuta.
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