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No creas ni lo que veas
Antonio es un tipo incrédulo. No suele creer en nada que no vea con sus propios ojos, y resulta difícil engañarle con vírgenes esperando en un paraíso o trucos rápidos para hacerse millonario. Por ello, no dio ninguna importancia a una carta en la que un consultor de bolsa le ofrecía como publicidad de sus servicios una predicción gratuita: invertir en acciones de Gripex, las cuales subirían al día siguiente. Antonio tiró a la basura la propaganda, junto con un folleto de un nuevo telechino y un par de ofertas de créditos personales inmediatos. Sin embargo, su memoria hizo una de esas extrañas jugadas y el nombre de Gripex se le quedó grabado de tal forma, que al día siguiente por curiosidad ojeó las cotización bursátiles. Las acciones habían subido un 2,45%.
«Pura casualidad», pensó escéptiamente Antonio, y no volvió a recordar el asunto hasta que una semana más tarde le llegó otra carta del mismo consultor. Esta vez le aconsejaba invertir en NovaOil, con la intención de que si le parecía interesante la inversión, pasara a contratar sus servicios de pago en asesoría bursátil. Es fácil de imaginar la reacción de Antonio: no gastó un duro, pero al día siguiente consultó con algo más de curiosidad la página de valores del periódico. Allí estaba: NovaOil había subido un 1,23% desde el día anterior.
Multas y prisión para las brujas rumanas que fallen en sus predicciones
Un mes después que las autoridades rumanas comenzasen a cobrarles impuestos por sus oficios, las clarividentes y adivinas del país están maldiciendo una nueva propuesta de ley que amenaza con multas e incluso prisión si las predicciones no resultan ciertas. Por supuesto, las adivinas no están conformes con que se les multe si fallan…
En enero, las autoridades cambiaron las leyes laborales para reconocer oficialmente la ancestral práctica como una profesión sujeta a impuestos, haciendo que decenas de furiosas brujas arrojasen mandrágora al Danubio en un intento por poner un maleficio sobre el gobierno.
La nueva propuesta de ley fue aprobada en el Senado la semana pasada y ahora necesita la aprobación del panel financiero y laboral y por la cámara de diputados.
Visto en: chron
10 razones para no creer en la «Numerología»
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Anotación. Esta serie se denomina «10 razones para no creer en…»; en este caso, utilizamos el término creer única y exclusivamente según la 4ª acepción aceptada por el diccionario de la Real Academia Española (enlace): “4. tr. Tener algo por verosímil o probable. U. t. c. prnl”.
Otra forma de verlo, es considerando que si creer es “aceptar algo sin pruebas”, en el sentido de esta serie, viene a recopilar las razones por las que no tiene sentido creer en algo determinado, ya que no solo hay carencia de pruebas, sino que los descubrimientos científicos vienen a afirmar lo opuesto. Dicho esto y sin más dilación, continuemos con el artículo.
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Este mundo perdido de la mano del Cosmos está lleno de creencias muy llamativas, bastantes de ellas directamente relacionadas con las ansias del ser humano por conocer su devenir futuro, lo que depara el mañana, qué hacer con su vida. Una de estas extravagantes mancias es la «Numerología».
Esta se basa en la creencia de que «los números son uno de los conceptos humanos más perfectos y elevados; por lo que la numerología es la disciplina que investiga la vibración secreta de este código, posibilitando una lectura de carácter y personalidad increíblemente exacta, enseñándonos a usar las vibraciones numéricas para cambiar los aspectos más conflictivos de nuestra personalidad y nuestro destino de acuerdo a las vibraciones que aparecen en nuestro cuadro numerológico. Nos enseña a actuar en los momentos más apropiados para aprovechar las vibraciones positivas, y a moderar nuestras actividades cuando las vibraciones no son propicias. En otras palabras, nos enseña a sintonizar nuestras vibraciones con el ritmo cósmico, a vibrar en armonía con el Infinito; y nos enseña a utilizar los números en nuestro beneficio, por medio del estudio de su influencia sobre personas, animales, cosas y eventos«.
Lo cual a su vez se basa en la afirmación de que «todos los números del uno al nueve tienen unas características positivas y negativas que aportan a la persona que los lleva por nacimiento, por los nombres y apellidos con que se identifica y por la firma que usa en sus actividades diarias«. Es decir, nuestros nombres y apellidos, nuestra firmas, el nombre de nuestra empresa… todos ellos llevan asociado un número. Y este número es lo que nos permite aprovechar esas «energías positivas y negativas» si sabemos como hacerlo, pemitiéndonos mejorar nuestra economía, salud y dinero. Quien quiera más información, que tire de Google, ale…
En una entrada anterior animamos a nuestros lectores a exponer sus razones para valorar, a favor o en contra, la creencia en «Numerología» y sus extravagantes afirmaciones. A continuación exponemos las 10 razones que han resultado más convincentes.
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