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¡Acabáramos, la pandemia coronaviral es de origen extraterrestre! Y no lo dice un magufo, sino todo un prestigioso astrofísico
Ya a nadie le asombra que el analfabeto científico de turno, sea éste un simple mortal o incluso un endiosado personaje público de la farándula, la economía o la política, siente cátedra sobre cualquier tema científico contradiciendo a los expertos investigadores del campo o incluso contraviniendo todas las leyes de la Ciencia conocidas y por conocer. Pero que científicos de renombre mundial publiquen en círculos académicos absurdas “teorías extraterrestres” sobrepasa todos los límites de la decencia intelectual.
Como hacerse millonario repitiendo los mismos viejos y erróneos «argumentos» religiosos
Está demostrado que la carrera científica tiene mucho trabajo, más sacrificio, pocos alicientes y menos recompensas económicas. Salvo, eso sí, que el investigador tire al cubo de la basura su ética y su rigor científicos, abjure de todo racionalismo y pensamiento crítico y se humille servilmente ante la superstición religiosa, ya que en este caso puede conseguir un generoso premio mejor dotado (y con mucho menos esfuerzo) que el Nobel.
Ozonoterapia para pacientes graves de COVID-19 con el aval de las autoridades sanitarias baleares ¡ahí es nada!
La actual pandemia coronaviral está relajando peligrosamente los protocolos médicos y está facilitando que todo tipo de chamanes intenten vender sus disparatados remedios casi con total impunidad. Y el caso es todavía más grave cuando profesionales médicos y autoridades sanitarias abandonan no sólo el método científico más básico, sino incluso el más mínimo racionalismo y se apuntan a probar desacreditadas pseudomedicinas sin ninguna base científica.
La Ministra de Ciencia de Colombia, una “rebelde” que se salta todos los protocolos científicos
La reciente designación de la investigadora Mabel Torres como nueva Ministra de Ciencia de Colombia ha generado una dura polémica que ha traspasado incluso fronteras, ya que a pesar de ser la máxima responsable de la investigación del país ha mostrado un comportamiento profesional temerario (y quizás hasta delictivo) nada diferente a la forma habitual de actuar de los fabricantes de remedios de la pseudomedicina.
¡Lo que faltaba! Un creacionista a cargo de la agencia de estudios superiores más importante de Brasil
Bolsonaro acaba de nombrar Presidente de la CAPES (la principal agencia brasileña encargada de la regulación de los estudios superiores) a un declarado creacionista, defensor de que todo el darwinismo es un completo error puesto que el Universo y la propia vida han sido “inteligentemente” diseñados por una entidad extraterrestre.
Una brevísima reflexión navideña
La patética carta de despedida de un científico homófobo que al final resultó ser otro creacionista más
Quizás no haya situación más triste que cuando un científico abandona ese sano y prudente racionalismo, absolutamente necesario en una carrera investigadora y que incluso le ha llevado al éxito profesional y se abandona intelectualmente, justificando de la manera más prepotentemente ignorante la más dura superstición. Y el colmo de ese descrédito llega cuando ese mismo investigador utiliza su bien merecida fama profesional para hacer el más burdo proselitismo religioso, nada más y nada menos que en una revista científica.
Ciencia cristiana: desastre intelectual seguro
Ahora que por fin hemos dejado (desgraciadamente solo hasta el año que viene) ese hartazgo anual de superstición cristiana, basada únicamente en los delirios de evidentes enfermos mentales del pasado más remoto, quisiera traer a colación los peligros de la ignorancia religiosa cuando se traslada a la esfera de la Ciencia.
Los científicos religiosos son como los médicos fumadores
En cualquier «debate» sobre el eterno e inevitable enfrentamiento entre ciencia y religión, siempre llega un momento en que los creyentes sacan a colación el gran argumento, la prueba definitiva con la que supuestamente van a desarmar a los críticos y convencer racionalmente de la complementariedad de los mitos inventados por pobres alucinados de la Edad del Bronce y el conocimiento científico: la existencia de científicos religiosos.
Astrología médica: ¿es razonable estudiar científicamente cualquier superchería?
Es de sobra conocido que la fértil, y muchas veces disparatada, imaginación humana es capaz de inventar las más estrambóticas asociaciones. Así, millones de personas en el mundo sufren con la simple visión de un gato negro, no pasan por debajo de una escalera o con el resto de las más que absurdas supersticiones asociadas a la mala suerte, creencias que muchas veces condicionan la vida de esos pobres supersticiosos. Pero que de ahí, un grupo de investigadores pase a realizar un estudio serio sobre la influencia de esa iletrada fe en arcanas asociaciones sobre la supervivencia de pacientes trasplantados sobrepasa toda ética científica y médica.
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