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Delfines y humanos a la búsqueda de civilizaciones alienígenas
Los humanos llevamos cientos de miles (o quizás uno o dos millones) de años comunicándonos entre nosotros en alguno de los miles de idiomas que han sido inventados a lo largo de nuestra ya un poco larga historia evolutiva. Sin embargo, ¿seríamos capaces de saber que una especie extraterrestre distante a millones de años luz de la Tierra está emitiendo un mensaje?
¿La Humanidad debe buscar o evitar el contacto con los alienígenas?
En un Universo casi prácticamente infinito la probabilidad de existencia de civilizaciones alienígenas es quizás alta. Y ahí surge la gran pregunta ¿deberíamos pregonar a los cuatro vientos cósmicos nuestra existencia para quizás poder aspirar a entrar en una confederación galáctica al estilo de Star Trek ?
Reflexiones sobre Biología Evolutiva e Historia: hacia una ética galáctica
Aunque en principio pueda parecer sorprendente existe un fuerte paralelismo entre los procesos evolutivos y los históricos. En ambos casos tanto las diferentes especies como las distintas culturas o civilizaciones han ido cambiando gradual e imperceptiblemente a lo largo de los siglos en el caso humano y de los millones de años en el caso biológico bajo la interacción de los más diversos y complejos equilibrios frente a las condiciones del entorno y a la influencia de otras especies o culturas.
Reconstruyendo la evolución del ADN en los últimos 3.000 millones de años
Estudiar los primeros 3.500 millones de años de evolución en la Tierra reviste una dificultad importante: los organismos anteriores al período cámbrico (hace unos 540 m.a.), generalmente poseyeron cuerpos blandos, que raramente fosilizan.
Un equipo científico del MIT ha rastreado miles de genes a partir de 100 genomas modernos, extrapolando mediante un modelo matermátio hasta la primera aparición reconocible de estos genes en la historia de la vida. El estudio sugiere que el genoma colectivo de todas las formas vivas sufrió una expansión hace entre 3.300 y 2,800 millones de años. Los investigadores han deniminado a ese período «Expansión Arcaica».
Visto en: Noticias de la Ciencia y de la Tecnología
Más información: Scitech News
Nuevo y detallado mapa de materia oscura

Imagen de Abel 1689 en Rayos X. En violeta se muestra el super caliente gas detectado por Chandra, mientras las galaxias observadas por el Telescopio Espacial Hubble están coloreadas de amarillo. Foto: Chandra
Un equipo del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA ha conseguido elabarar un nuevo y detallado mapa de la materia oscura en el entorno del grupo estelar Abell 1689, un cúmulo de galaxias situado en la dirección de la constelación de Virgo situado a 2.200 millones de años luz de la Tierra.
La materia oscura, de naturaleza desconocida, supondría la mayor parte de la masa del universo, según el modelo inflacionario. El problema es que la materia oscura ni emite ni refleja radiación suficiente como para ser observada directamente mediante los medios técnicos disponibles en astronomía.
El equipo dirigido por Dan Coe ha empleado una de las técnicas que permiten detectar de forma indirecta esta escurridiza materia: la lente gravitacional. Abell 1689 es un cúmulo compuesto por más de mil galaxias y billones de estrellas, cuya gigantesca masa curva la luz procedente de otras galaxias lejanas situadas detrás de él. Examinando estas imágenes distorisionadas, Dan Coe y su equipo ha podido estimar la cantidad de materia oscura del cúmulo.
Lo importante de estos recientes resultados es que muestran una cantidad de materia oscura en el interior del cúmulo mayor de la esperada, lo que sugiere que los cúmulos de galaxias pudieron formarse más tempranamente de lo previsto, antes de que la acción de la energía oscura separara a sus componentes.
- Fuente: ABC.es
- Página personal de Dan Coe: http://www.its.caltech.edu/~coe/
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