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¿La Humanidad debe buscar o evitar el contacto con los alienígenas?
En un Universo casi prácticamente infinito la probabilidad de existencia de civilizaciones alienígenas es quizás alta. Y ahí surge la gran pregunta ¿deberíamos pregonar a los cuatro vientos cósmicos nuestra existencia para quizás poder aspirar a entrar en una confederación galáctica al estilo de Star Trek ?
Astronomía y el último, último rincón del dios de los huecos
Una de las mayores (y más tristes) constantes de la Humanidad es que a pesar de los innumerables experimentos realizados, de la inmensidad de estudio concluidos y de las apabullantes pruebas obtenidas a lo largo de este casi medio milenio de investigación científica, algunos sin embargo quieren seguir intentando (de la manera más desesperada por cierto) justificar de cualquier modo ese más que ilógico «conocimiento», fruto de la invención por parte de algunas de las mentes más desequilibradas que ha dado lugar esta nuestra tan particular especie de monos bípedos que, aunque presenta un gran cerebro pensante sigue en demasiadas ocasiones anclada a ese más que oscuro pasado supersticioso e irracional que, aunque parece tener una explicación para todo sin embargo, no sirve nada más que para abandonarse en la fácil, pero más que errónea, conclusión de que toda la realidad ha sido inventada para tranquilidad y solaz de estos pobres monos erguidos que tan prepotentemente nos denominamos sapiens.
Los simples pero más que revolucionarios inicios del racionalismo científico
En estos últimos siglos la Ciencia ha protagonizado un increíble progreso casi exponencial que ha permitido a nuestra especie avanzar en la comprensión, tanto del inimaginable Universo que nos rodea hasta el infinito, así como de la Naturaleza a la que pertenecemos como una especie más. Sin embargo, las bases de estos sorprendentes logros se pusieron muchos siglos antes en un pequeño rincón del Mediterráneo.
22 siglos de método científico tirados al cubo de la basura
Después de varios siglos de un conocimiento científico increíblemente exponencial, resulta que algunos pobres analfabetos científicos cuestionan de la manera más risiblemente ignorante uno de los descubrimientos científicos más antiguos, ese que los investigadores griegos de la época clásica habían demostrado de la manera más inequívocamente cierta: la esfericidad terrestre.
El más que inimaginable Universo
Las mediciones astronómicas indican que la Tierra es una más que insignificante mota de polvo cósmico en un Universo observable con un más que inimaginable tamaño de 93.000 millones de años luz de diámetro. Sin embargo, estas más que mareantes cifras pueden que no sean más que una otra insignificancia más.
La escala del Universo
Un breve video que resume de la manera más didáctica el más que inimaginable Universo en el que vivimos. Pero eso sí, que quede bien claro que todo ello fue creado para solaz de esos monos bípedos con poco pelo y mucho ego que hoyamos la superficie de este insignificante planeta. ¡Ramen!
Un viaje muy, muy lejano
Desde que Galileo apuntara sus más que rudimentarios telescopios hacia el firmamento, el ser humano no ha dejado de descubrir cuan de inimaginablemente vasto es el Universo en el que vivimos. Sin embargo ni siquiera los más potentes telescopios que se han fabricado hasta la fecha, como el Hubble o los que se puedan construir en las próximas décadas o siglos pueden desvelar lo que está más allá del espectro visible.
El Universo es infinitamente más vasto de lo que pensamos y de lo que podemos concebir
Con cada nuevo desarrollo tecnológico la astronomía está desvelando un Universo cada vez más y más grande, lejos de cualquier capacidad humana de comprensión. Por ejemplo, en unos asombrosos experimentos el ya más que maduro Telescopio Espacial Hubble ha ampliado el número de galaxias existentes en este inabarcable Universo (del que la Tierra en general y los humanos en particular no somos ni siquiera una mota de polvo cósmico) hasta cifras de vértigo tal y como describe muy didácticamente el siguiente y breve vídeo.
¿Pudo aparecer el Universo a partir de la nada? (y III)
El Cosmos, ese prácticamente inabarcable Todo que nos rodea puede ser explicado científicamente en la actualidad mediante un conjunto de leyes físicas, sin necesidad alguna de apelar en ningún momento a oscuros e incognoscibles designios, para sorpresa y (por qué no decirlo) desesperación de aquellos de nuestros congéneres que por usar poco y mal esa maravilla evolutiva que es el cerebro humano dejan en mal lugar nuestra pretendida denominación de sapiens.
¿Pudo aparecer el Universo a partir de la nada? (II)
Explicar cómo surgió el casi inconmensurable Universo que nos rodea es quizás uno de los grandes desafíos que ha atormentado a algunas de las mentes más brillantes de la Humanidad y esta pregunta es casi con toda seguridad la última frontera del conocimiento científico. En la actualidad, y basándose en el esfuerzo colectivo de infinidad de investigadores de todas las épocas, el método científico está cada vez más cerca de desvelar lo que ocurrió en ese remotísimo pasado que dio lugar a nuestro sorprendente Cosmos.
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