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Borneo: El declive de la jungla

4 diciembre, 2009

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Con sus 743,330 kilómetros cuadrados, Borneo es la tercera isla más grande del mundo, dividida políticamente entre Malasia, Indonesia y Brunei. Antaño estaba constituida por una selva prácticamente impenetrable, con bosques de mangle en el litoral y un interior montañoso dominado por el bosque lluvioso tropical. Hasta hace un siglo, las tribus cazadoras de cabezas dominaban las partes más remotas de la isla.

Hoy dia, ese panorama ha cambiado radicalmente. La explotación maderera de los años 80 y 90 del pasado siglo deforestaron la isla a una velocidad desconocida hasta entonces incluso para el amazonas. Gran parte de los bosques de borneo acabaron como muebles de jardín, papel y palillos en los países industrializados.

Esta explotación insostenible hizo que la producción de madera fuera cada vez más escasa, lo que favoreció la implantación de un nuevo tipo de explotación forestal que supuso la puntilla para gran parte de la isla: el cultivo de palma de aceite. En la actualidad, más de tres millones y medio de hectáreas solamente en el Borneo malayo, están cubiertas por monocultivos de palma.

La selva de Borneo

Manglar en Kinabatangan

Manglar en Kinabatangan

El bosque de Borneo es posiblemente el más biodiverso del planeta. Más de 15.000 especies de fanerógamas, 3.000 especies de árboles, 222 especies de mamíferos (de las que 44 son endémicas), más de 400 especies de aves (37 endémicas), 100 de anfibios,  394 de peces (19 endémicos). En cuanto a seres más pequeños, como los insectos, el número es incalculable; baste decir que en un solo árbol podemos encontrar más de 100 especies diferentes. Y no conocemos aún toda la biodiversidad existente, ya que contínuamente se están descubriendo nuevas especies, principalmente en la zona central montañosa mejor conservada: entre 1994 y 2004 fueron descritos por primera vez para la ciencia 260 insectos, 50 plantas, 30 peces de agua dulce, siete ranas, seis lagartos, cinco cangrejos, dos serpientes y un sapo.

Sin embargo, la biodiversidad no se reduce a nivel específico. En bosque de Borneo está constituido en realidad por varios ecosistemas diferentes:

Manglares

El manglar ocupa las regiones costeras y, con una extensión estimada de 1,2 millones de hectáreas, opupa tan solo un 20% de su extensión original. La tala descontrolada para la explotación maderera y el uso agrícola han reducido considerablemente lo que antaño constituía un cinturón impracticable alrededor de la isla.

Construcción sobre pilares en un bosque pantanoso

Construcción sobre pilares en un bosque pantanoso

Turberas

Los bosques pantanosos de  turba ocupaban más de 10 millones de hectáreas en 2002. Debido a la gran acumulación de materia orgánica sin descomponer, las turberas son enormes almacenes de carbono. En períodos secos (como el acontecido durante el fenómeno de El Niño en 1997-98), son muy susceptibles a la combustión y permenecer ardiendo durante meses, liberando cantidades ingentes de dióxido de carbono a la admósfera.

Bosques de montaña

Los bosques montanos de Borneo ocupan las zonas altas de la isla, apareciendo a partir de los 900-1000 metros de altitud. Tanto la diversidad como la talla de los árboles es menor que en los bosques de tierras bajas, pero su peculiaridad hace que mantengan una comunidad de especies muy característica. Dada su situación, es un ecosistema mejor conservado. En 2002 se estimó que quedaba cerca del 70% de los bosques de montaña originales (alrededor de 1,6 millones de hectáreas).

Bosques dipterocarpos

Gigantes vegetales

Gigantes vegetales

Los bosques de dipterocarpos son los más biodiversos de Borneo, aunque también son los más amenazados. Más de la mitad de la superficie original cubierta por este ecosistema ha sido desforestada en Malasia, y cerca del 70% en Indonesia. La dinámica de estos bosques, con árboles que alcanzan los 45 metros de altura, se encuentra estrechamente ligada al fenómeno «El Niño«, dado que el 80-90% de las especies de dipterocarpos sincroniza su floración con el período seco, que tiene lugar aproximadamente cada cuatro a nueve años. En este momento, durante unas seis semanas, todo el bosque florece de forma espectacular (un solo árbol puede presentar 4 millones de flores). Según varios especialistas, esta estrategia de sobreabundancia de flores y semillas permite que algunas de ellas sobrevivan y germinen a pesar del elevado número de animales que las consumen.

Fauna

Las especiales características de Borneo, tales como la insularidad, extensión, clima tropical y diversidad de ecosistemas, se traducen en una fauna que, además de ser extremadamente diversa, posee un alto grado de endemismo. Desde insectos hasta grandes simios, cientos de animales únicamente viven en Borneo. Esto confiere una especial prioridad al establecimiento de medidas que permitan conservar una biodiversidad única en el mundo.

Los primates de Borneo

Entre esta biodiversidad exuberante, el icono indudable de la isla es el Orangután de Borneo (Pongo pygmaeus), una de las dos epecies (junto al Orangután de Sumatra) del género Pongo y de la que se separó hace unos 1,5 millones de años. Junto con Gorilas, Chimpancés y Bonobos, los orangutanes comparten familia zoológica con el ser humano, la familia Hominidae.

Como otros grandes mamíferos, el Orangután de Borneo se encuentra en serio peligro por la desaparición del bosque tropical, así como por la caza furtiva y la captura de crías con destino al mercado negro de especies protegidas.

Individuo joven de orangután en Sepilok

Individuo joven de orangután en Sepilok

Pero los orangutanes no son los únicos primates endémicos de Borneo. El Nasalis larvatus o mono narigudo es un curioso cercopitécido caracterizado por su prominente nariz, especialmente abultada en los machos. Este exagerado apéndice es resultado, según los especialistas, de la selección sexual. De costumbres arborícolas, habita en los manglares, siendo relativamente fácil de observar en las alturas de los árboles donde prefiere vivir. A pesar de ello, es buen nadador y se organiza en grupos sociales de tipo familiar, que llegan a alcanzar los 20 individuos.

Macho joven de Nasalis larvatus

Macho joven de Nasalis larvatus

Varias especies de macacos, como el Macaco de cola larga (Macaca fascicularis) o el Macaco cola de cerdo  (Macaca nemestrina), continúan la lista de primates de Borneo, que alcanza hasta 13 especies. Otras especies de grandes mamíferos característicos son el banteng (Bos javanicus), el rinoceronte de Sumatra (Dicerorhinus sumatrensis) o el elefante pigmeo de Borneo (Elephas maximus borneensis).

Macaca nemestrina

Grupo familiar de Macaca nemestrina

Sin duda alguna, otro de los valores zoologicos de Borneo son las aves. Paraiso para los ornitólogos, de nuevo se unen biodiversidad y endemismo. El grupo de los Calaos representa uno de los más espectaculars y a la vez fáciles de observar. Con ocho especies diferentes, estos pájaros se caracterizan por presentar un gran pico que recuerda a los tucanes. Sobre él se desarrolla un apéndice córneo especialmente llamativo en los machos. Se suelen observar en parejas y resulta muy característico su agudo grito con el que se comunican a grandes distancias.

Anthracoceros albirostris

Calao claro oriental (Anthracoceros albirostris), en Labuk Bay

El futuro

Lamentablemente, la isla de Borneo tiene visos de continuar degradándose paulatinamente. El cultivo cada vez más abundante de palma de aceite está complementando la lúgubre labor que las madereras realizaron durante las últimas décadas del pasado siglo.

Evolución de las plantaciones de palma de aceite en Borneo

Evolución de las plantaciones de palma de aceite en Borneo

El problema se acentúa por el hecho de que el aceite de palma es un cultivo extremadamente rentable. Derivado de los frutos de la palmera, crece en racimos de hasta 50 kilos de peso. Una sola hectárea de plantación puede producir 6.000 litros de aceite crudo, con un valor cercano a los 2.000 dólares. Debido a ello, los gobiernos malayo e indoneso planean aumentar la producción espectacularmente en los próximos años. Indonesia tiene como objetivo alcanzar los 10 millones de hectáreas para el 2010.

La palma de aceite tiene unos requerimientos de humedad (80-90%), temperatura (29-30º) y lluvia (2000-2500 mm/año) que convierten a Borneo, y especialmente a la región malaya de Sabah en el norte de la isla, en el lugar ideal para su cultivo. Desgraciadamente, estas plantaciones destruyen el suelo sobre el que se asientan, por lo que a los problemas de desforestación debe sumarse una sostenibilidad a medio y largo plazo muy discutible.

Paradójicamente, el aceite de palma se utiliza en grandes cantidades para la obtención de biocombustibles, que luego son vendidos en los países industrializados como sinónimo de sostenibilidad,  ecologismo y respeto a la naturaleza.

Las soluciones no son fáciles, dado que abarcan aspectos tan dispares y globales como la economía, la educación y la gestión ambiental. No es posible realizar ninguna acción con garantía de éxito mientras la subsitencia de gran parte de la población, que perdieron sus recursos tras la caída de la industra maderera, dependa de los cultivos de palma de aceite. Quizá una de las vías alternativas y sostenibles sea la explotación de los recursos naturales de la Isla, en cuanto a ecoturismo se refiere. Algo que no podrá lograrse sin un programa educativo global que permita a la población mirar más allá de unos pocos años, imprescindiblemente apoyado por ayudas gubernamentales e internacionales.

Instalación ecoturística en Sepilok

Instalación ecoturística en Sepilok

Pero además, no se trata únicamente de conservar. Es preciso restaurar grandes extensiones de bosque ya perdidas, mediante programas de reforestación con especies autóctonas. De nuevo, se hace necesaria la  concienciación y educación necesarias como para permitir  desarrollar una gestión ambiental coherente a largo plazo.

Borneo se encuentra entre la espada y la pared y nos exige que miremos al futuro en lugar autocomplacernos con los anuncios de televisión, que nos aseguran que al cambiar nuestra caldera para utilizar biodiesel, contribuiremos a la protección de la naturaleza consumiendo «lo que a ella le sobra».

Referencias

  • Raday, M. (Ed.) 2005. Borneo: Treasure Island at Risk. Status of Forest, Wildlife and related Threats on the Island of Borneo. WWF. Germany, Frankfurt am Main. 80 pág.

Entradas relacionadas:

  1. 5 diciembre, 2009 a las 9:18

    El afán del biodiesel… es realmente triste lo que produce en el medio ambiente. En Latinoamérica es realmente lamentable tener que presenciar los efectos negativos de la depredación del ambiente endémico por el cambio a la palma africana.

    Por otro lado, te felicito, J.M., excelente crónica. Valió la pena la espera. Sin duda es interesante conocer de primera mano las maravillas de la biodiversidad de Borneo.

    Un saludo muy especial.

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  2. Creata-en-la-cloaca
    5 diciembre, 2009 a las 13:10

    Y no sólo Borneo se está convirtiendo en un cultivo gigantesco de palmeras. La vecina isla de Nueva Guinea ya ha empezado a ser explotada de la misma forma. Ni Copenhague ni cambio climático ni leches, aquí lo que importa es el dólar.

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  3. 5 diciembre, 2009 a las 16:20

    Dios que fotooooos!! 😀 😀

    Es impresionante. Vaya peaso de artículo, JM. :mrgreen:

    Sobre el impacto de la degradación, se puede ver perfectamente con el google earth desde satélite. Os pongo un mapa de detalle del National Geographic (Diciembre de 2.008) que lo explica un poco:


    (click en el enlace para ver el mapa en grande)

    El impacto del monocultivo de palma aceitera es difícil de explicar con palabras. Pero una foto lo puede decir todo.


    (plantación de palma en Sarawak, Borneo malayo).

    Un bosque talado o degradado puede conservar parte de su antigua biodiversidad. Una plantación de Palma elimina por completo esa biodiversidad. Su impacto ambiental es 1.000 veces superior al de una quema o una tala.

    El problema de Borneo es que en los últimos años se ha lanzado de lleno a este monocultivo, que hoy por hoy es muy rentable (los precios se han disparado por la demanda de biodiésel) pero que a corto-medio plazo es insostenible. No tiene sentido utilizar biodiésel «ecológico» a costa de sacrificar los bosques que son el pulmón del planeta. Es sólo cuestión de tiempo que los países occidentales se den cuenta de ello y la demanda de aceite de palma cese. ¿qué harán entonces cuando los precios caigan y toda la isla tenga orientada su producción hacia ese monocultivo?

    Sobre las soluciones a corto plazo, es un tema complicado. Probablemente cualquier tipo de solución fracase si no se implican a las comunidades locales y se les da una alternativa de conservación que les pueda reportar beneficios económicos. La explotación del turismo que apunta JM es una buena idea, pero por sí sola no bastaría. Probablemente habrá que convertir parte de la jungla en algo rentable mediante una explotación directa, aunque ello suponga talas controladas (y repoblaciones). La idea sería un poco el modelo finlandés, aunque la aplicación de ese modelo en una jungla tropical presenta muchas más dificultades intrínsecas que en un bosque de coníferas.

    Saludos.

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  4. Creata-en-la-cloaca
    5 diciembre, 2009 a las 16:47

    Rano, yo creo que el modelo finlandés tampoco es muy bueno. Bosques tienen, eso nadie lo duda, pero hay una gran diferencia entre un bosque repoblado y un bosque primario. Yo he estado allí y sí, los bosques industriales son patéticos, y la diversidad de especies en estos no tiene nada que ver con lo que hay en un bosque primario. Los pocos bosques primarios que quedan en Finlandia (menos del 1 %), y en el lado ruso, están siendo talados también, y algunos de ellos para fabricar papel higiénico! Es el equivalente a Galicia, muy verde pero todo Eucaliptus.

    Y en cualquier país desarrollado se están cometiendo burradas.

    En Canadá se están cargando los bosques primarios de la Columbia Británica y el bosque boreal en todo el país. En USA se eliminan montes enteros cubiertos de bosque por las minas a cielo abierto en los Apalaches. En Tasmania las madereras tienen el poder, así como en Nueva Zelanda.

    Y en los países no tan desarrollados, más de lo mismo.

    En China se está talando anualmente una enorme superficie de bosque tropical para cultivar caucho. En Science hubo hace poco un artículo al respecto, con una foto impactante donde se veía por un lado el bosque original y por otro, en contacto, una enorme zona totalmente arrasada, sólo con suelo desnudo.

    En Chile y Argentina los bosques de hayas australes están ya vendidos. En Paraguay hace poco he leido una noticia sobre el Chaco. Al día se talan 2000 hectáreas.

    Y sobre la palma de aceite, creo que poco se puede hacer. Eso sí, como apuntas, si la demanda de los países ricos cesa, va a ser difícil volver a recuperar la selva de dicterocarpáceas. Tendrán verde, pero no será lo mismo.

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  5. 5 diciembre, 2009 a las 17:39

    Pues sí que está jodía la cosa. 😦

    Sí CELC, yo lo del modelo finlandés lo planteaba como una medida desesperada para impedir de algún modo la deforestación, más que porque fuera «bueno» en sí mismo. Pero además de las que pegas que planteas, ¿cómo demonios se podría «repoblar» las zonas taladas de una jungla tan diversa?

    El tema es muy, muy complejo. Y lo peor es que el tiempo se agota. La cuestión es que la mayoría de los grupos conservacionistas que trabajan en la isla están convencidos de que ninguna alternativia al cultivo de Palma (o a la tala salvaje) será viable si no reporta beneficios económicos a la población.

    Saludos.

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  6. Creata-en-la-cloaca
    5 diciembre, 2009 a las 18:16

    Sí, está claro que nadie quiere tener una selva muy bonita si mientras tanto se muere de hambre. El asunto es muy complicado. El caso es que desastres naturales causados por la tala de bosques, como las montañas de lodo que sepultan pueblos enteros en Filipinas o Ecuador después de lluvias intensas no son suficientes para hacer pensar a la gente sobre las consecuencias de la deforestación.

    Pero estoy de acuerdo contigo en que es preferible explotar la selva al estilo finlandés que eliminarla de cuajo. Aunque no sé cómo se puede hacer esto. En Finlandia hablamos de dos especies principales de árboles solamente, en un trozo pequeño de selva tropical puede haber 400 especies de árboles.

    Después de lo que uno lee, no se puede ser muy optimista.

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  7. KC
    5 diciembre, 2009 a las 18:27

    Me pregunto si la raíz etimológica de conservacionistas y conservadores es la misma, aun cuando puedan ser tan diferentes para el ecosistema.

    El tema, también, es que este tipo de poblaciones no tienen más salida que lo que les queda «a mano»; y creo que, como todas las poblaciones, tienen la manía de querer comer al menos una vez al día. Pero eso es diferente a que venga la industria X, dirigida por 4 ejecutivos y un Presidente y que se dedican a recaudar para sus bolsillos personales a costa del trabajo a los «indígenas» a los que pagan 4 duros. Por supuesto, esos «indígenas» no saben nada de beneficios, ni de rentabilidad, ni de capital ni de teorías económicas, ni de yo me llevo 15 y tú 1. Y por supuesto, el día que toda la zona fuera deforestada y ya no quedara nada ni con lo que comer, los 4 ejecutivos y el Presidente desaparecerían y los «indígenas», en su salvajismo innato, acabarían por matarse y comerse entre ellos.

    Sostenibilidad y equilibrio. No hay 2 palabras tan importantes a las que menos caso se les haya hecho. Y esto pasa en la selva de allá y en la de acá.

    Saludos.

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  8. Creata-en-la-cloaca
    5 diciembre, 2009 a las 18:36

    Rano Verde, lee esto y luego compara con el mapa que has puesto.

    http://online.wsj.com/article/SB120122705116215667.html

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  9. 5 diciembre, 2009 a las 19:55

    CELC #7, Todo un testimonio de ceguera política, negación de la realidad y huida hacia adelante. Y el señor que lo escribe, Yusuf Basiron es un funcionario gubernamental encargado del control de las plantaciones, y, si no me equivoco, el que extiende las licencias.

    El artículo del National Geographic de Diciembre de 2008 ve las cosas de otro modo:
    «Al otro lado de la frontera, en el Borneo malayo, el estado de Sarawak lleva 27 años bajo el control del primer ministro Abdul Taib Mahmud, cuyo gobierno es considerado por muchos como dictatorial y corrupto. La tala descontrolada ha devastado hasta tal punto los bosques de Sarawak que la mayoría de los conservacionistas que trabajan para preservar la biodiversidad de Borneo se han dado por vencidos y han decidido concentrar sus esfuerzos en otras zonas de la isla.»

    Después de leer el artículo de Basiron se entiende plenamente el por qué. 😦

    Saludos.

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  10. Creata-en-la-cloaca
    5 diciembre, 2009 a las 20:06

    Imagínate, si en un país democrático como el nuestro los ricos controlan a los políticos, como será en esos países.

    Hace poco vi un anuncio de una multinacional del aceite de palma, que vendían estos cultivos como un «sustituto» sostenible de la selva. La empresa me parece que era inglesa u holandesa, no recuerdo bien. El caso es que después de verlo, me entraron ganas de vomitar.

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  11. 5 diciembre, 2009 a las 21:02

    Además, no debemos olvidar que la población está a totalmente a favor de la explotación de palmeras. Tras el declive de la madera, creen haber encontrado el producto mágico que les va a permitir vivir dignamente. Por eso decía que lo de la educación es fundamental (aunque coincido con Rano en que no es lo único).

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  12. 5 diciembre, 2009 a las 23:43

    Un artículo increíble J. M., como dice Rano, fantásticas las imágenes… Ahora bien, un panorama totalmente deprimente 😦

    La única manera de conservar es manteniendo un equilibrio entre: acciones de conservación, economía y política, y el pueblo.

    Si el pueblo al pueblo le importa un comino el medio ambiente, es difícil tomar medidas de conservación, si al pueblo lo que le pasa es que por hache o por be se muere de hambre, las medidas de conservación van a ser imposibles (en el sentido, por ejemplo, de cerrar x hectáreas de bosque para preservarlo vírgen).

    Si no se consigue un equilibrio económico y sostenibilidad con el área a proteger, mal asunto; los políticos y los grandes jefazos de la industria van a querer sacar tajada y sacarán tajada, si no ven que es más rentable conservarlo, estamos perdidos…

    Y las medidas de conservación, pues bueno, deben ajustarse a los puntos anteriores. El Eco-Turismo es una gran idea, pero no se a cuanta población podrá sostener. Y los suelos tropicales son por lo general muy pobres una vez pierden su cobertura vegetal original, o se gastan chorrocientos millones en enriquecer suelos (con el pedazo impacto ecológico que tiene la contaminación difusa de la agricultura) o se van a ir a peo los cultivos de palmera. ¿Y sería entonces tan rentable?

    ¿Qué tenemos un pueblo que se muere de hambre? ¿Qué tenemos políticos corruptos? ¿Qué tenemos empresas forrándose y que no se dan cuenta que van derechitas a la ruina como sigan así? ¿Qué la gente no conoce su inexistente futuro a largo plazo? … Pues nada, creo que apenas se podrá hacer nada. Suerte si consigue salvarse algo.

    Y que conste en acta que esta crítica también es perfectamente válida y aplicable para un país como el nuestro.

    En fin, vaya mundo 😦

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  13. Anarel
    6 diciembre, 2009 a las 18:32

    Wow, enhorabuena por el artículo J.M., es muy bueno. Las fotos son geniales : D

    En fin, la cosa está jodida. Consecuencias de la colonización y el contacto entre una cultura que quiere imponerse (la occidental) y una que quiere mantenerse viva como pueda (en este caso, las gentes de Borneo). Claro, el pueblo quiere comer y si el aceite de palma da beneficios y con ello se hechan algo a la boca, bienvenido sea. No creo que vayan a querer conservar la selva a costa de morirse de hambre. Si a ello sumamos que los gobiernos en estos países son corruptos y sólo se interesan pro el beneficio material sin importarles nada el destrozo que están provocando con la tala masiva, pues es un problema.

    Y evidentemente, es una gran ironía que los combustibles «ecológicos» se aprovechen se la desforestación de entornos naturales. Pero, ¿qué podía esperarse del mundo occidental? Fuimos, nos quedamos con todo lo que nos dio la gana y a cambio les premiamos con la «civilización». Sinceramente, yo no encuentro algo más absurdo que el hecho de querer mucho dinero a costa de destruir maravillosos entornos naturales como el de Borneo. El dinero, al fin y al cabo, no es más que papel hecho de árboles, árboles como los que talan en todas partes del mundo. Es amargo pensar que selvas como esta y muchas otras se convierten en algo tan vulgar como un billete de 5 libras (por ejemplo). Si el pensamiento (sobretodo occidental) cambiase y se centrase más en la conservación de la naturaleza más que en amasar cantidades absurdas de papel, otro gallo cantaría y este tipo de situaciones no se daría.

    En cuanto a cómo podría solucionarse el problema de Borneo…bueno, quizá el ecoturismo fuese una solución, pero como bien dices, J.M., la cosa está en que tendría que no sólo tendría que cambiar la economía del país entero, sino más importante: el pensamiento de las gente de Borneo, cosa harto difícil a no ser que se les presente una solución más rentable que el aceite de palma y que incluso convezca al gobierno corrupto, cosa complicada.
    Este tipo de situaciones (que se dan por todo el mundo) son siempre de muy difícil decisión, pero si no ponemos nada de nuestra parte, jamás se resolverán. La cuestión está en qué podemos hacer para intentar arreglar los destrozos del colonialismo y el imperialismo, que todavía colean (y colearán, desgraciadamente).

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  14. 6 diciembre, 2009 a las 20:45

    Muy buen monográfico sobre Borneo, ¡y sí!, empezamos a cagarla cuando empezamos a cultivar trigo hace ya algunos miles de años y no hemos parado. Con todo lo que se ha comentado poco más puedo decir. Vaya panorama más desolador…

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  15. 7 diciembre, 2009 a las 14:00

    Ya ves tío, qué envidia… Qué suerte poder hacer esas fotos tú mismo. Lo más lejos que he ido yo es a Francia… XD

    No me puedo morir sin ir a sitios como Borneo, al Amazonas, a Yellowstone, a los bosques y costas del oeste de Canadá, a Alaska, a la Antártida, al Sáhara, a las tundras siberianas, a Australia… Pero mi sueño de toda la vida es ir a Tanzania, al Serengeti, al Ngorongoro y todo eso. Si hay alguien por aquí que vaya a hacer un estudio o algo por ahí y está pensando en contratar a alguien de ayudante que me llame, que yo si hace falta meto la cabeza en la boca de un hipópotamo con halitosis y le saco una foto por dentro. En serio.

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  16. Creata-en-la-cloaca
    8 diciembre, 2009 a las 0:56

    Y muchos comen soja porque es muy sano:

    «According to Survival International, land occupied by the Ayoreo-Totobiegosode, the only uncontacted indigenous tribe in South America outside the Amazon, has been bulldozed by employees of a company owned by Brazilian ranchers, who also prevented a representative of the Paraguayan government from entering the area. Amnesty International has reported that members of the indigenous Ava Guarani community who refused to vacate their ancestral land to make way for soy farmers have been sprayed with pesticide.»

    Sacado de:

    http://www.birdlife.org/news/news/2009/12/chaco.html

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  17. 8 diciembre, 2009 a las 8:11

    Lo que se vio en la infame guerra del Chaco.

    El afán de lucro destruye lo que uno podría calificar de «autóctono», y enrarece las raíces de los pueblos latinoamericanos. Es lamentable.

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  18. Rhay
    6 junio, 2010 a las 9:39

    Puto aceite de palma, que es la cosa más nociva que existe para el ser humano, y seguimos consumiéndolo y obligando a poblaciones enteras a plantarlo porque es más barato que el aceite de girasol… En fin…

    Las fotos espectaculares. No hay más que decir. La lástima es que mientras muchos mirábamos hacia el Amazonas preocupados porque veíamos que nos quedábamos sin el principal pulmón del planeta, la gentuza capitalista hacía de las suyas en Borneo y otras zonas. Somos idiotas, y hemos caído en la trampa que nos han tendido.

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  1. 5 diciembre, 2009 a las 3:29
  2. 5 diciembre, 2009 a las 12:56
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