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¿Altruismo o egoísmo genético?

20 febrero, 2010

Escribía Richard Dawkins en su libro «El gen egoista» que debemos enseñar a nuestros hijos a ser altruistas, ya que en sus genes llevan esrito todo lo contrario.

El dilema sobre si el altruismo existe realmente en la naturaleza o no se trata más que de un egoísmo disfrazado es un debate que se mantiene dentro de la biología evolutiva y de la etología desde hace mucho tiempo. Algunos autores, como el propio Dawkins, mantienen que el altruismo biológico no existe, mientras que otros autores no solamente postulan su existencia, sino la importancia de la cooperación en la historia de la vida.

Una nueva investigación realizada con hormigas y que ha tenido gran repercusión mediática  ha venido estos días a sumarse al debate. Los pequeños artrópodos de la especie Temnothorax unifasciatus abandonan la colonia antes de morir, alejándose de sus congéneres. Los investigadores de la Universidad de Ratisbona (Alemania) que publican estos resultados en el número de enero de la revista Current Biology, mantienen que este comportamiento representa una estrategia preventiva para evitar contagiar a sus congéneres, en lo que sería una clara demostración de altruismo en las sociedades de insectos.

De hecho, muchos medios han relatado el suceso como un ejemplar sacrificio en aras del bienestar de sus congéneres, llegando incluso a calificar de «heroínas» a estas pequeñas hormigas.

Sin embargo, las motivaciones de este comportamiento pueden ser diferentes (e incluso contrarias) a esta interpretación quizás demasiado teatral.


Temnothorax unifasciatus

Temnothorax unifasciatus es un mirmicino que construye nidos de pequeño tamaño bajo piedra o aprovechando las fisuras de las rocas, a lo largo de Europa central y del sur.

Como ocurre normalmente en la naturaleza, las muerte no suele llegar por la edad, sino por algún tipo de incidente (depredación, infecciones y parasitismo, accidentes, etc.). Por ello, un individuo enfermo suele representar un serio peligro de contagio para sus congéneres, especialmente en insectos sociales donde se dan grandes concentraciones de individuos.

Ante esta situación, una estrategia consistente en que los individuos moribundos se alejen de la colonia, autoinflingiéndose una cuarentena, representa una importante ventaja para la comunidad.

Sin embargo, algunos autores han apuntado que este comportamiento puede ser inducido por el agente infeccioso o el parásito, como estrategia para una mejor dispersión e incluso contagio a otras colonias.

Hongo de la especie Cordyceps lloydii parasitando a una hormiga del género Camponotus

Hongo de la especie Cordyceps lloydii parasitando a una hormiga del género Camponotus

Para descartar este efecto inductor del patógeno, los autores del estudio compararon en condiciones de laboratorio un grupo de hormigas infectado con el hongo Metarhizium anisopliae con un segundo grupo sometido a una concentración de CO2 al 95%, en el que el comportamiento de alejamiento no puede atribuirse a la acción de patógeno alguno.

Los resultados fueron concluyentes: un porcentaje similar en ambos grupos (entre el 70 y el 80%) abandonaban el nido antes de morir. Parece pues coherente que el comportamiento de alejamiento previo a la muerte responde a una estrategia de protección de los congéneres.

Aún así, considerar el comportamiento como «altruista» en el sentido humano, significa conferir a las hormigas una serie de capacidades morales de las que obviamente carecen. Tampoco podemos hablar de un egoismo similar al que atribuimos a nuestra especie, dado que es un hecho el que la hormiga abandona el nido para morir sola, algo que no la beneficia aparentemente.

El problema consiste en pensar en términos humanos. En el mundo de las hormigas no cabe hablar de sacrificios conscientes, dado que dificilmente podremos mantener que la hormiga valore las distintas posibilidades y  elija voluntariamente lo mejor para sus compañeros de nido, anteponiéndolo a su instinto de supervivencia.

Una posible explicación, aunque se trata de una hipóteis realmente difícil de contrastar, es la que atribuye este comportamiento a un egoismo genético, más que a un altruismo estilo humano.

Para entenderlo, recordemos que el instinto de supervivencia es un carácter adaptativo de gran valor, debido a que aumenta las probabilidades de mantenerse vivo hasta la reproducción y, por lo tanto, a transmitir nuestros genes a la próxima generación.

Sin embargo, y pensando exclusivamente en términos genéticos, a un individuo le puede resultar rentable sacrificarse por los demás, si eso supone una mayor probabilidad de perpetuar sus genes. Esto, que puede parecer contradictorio, se explica valorando la similitud genética del sacrificado y de los salvados. En organismos con reproducción sexual como el ser humano, cada uno de nuestros descendientes portará el 50% de nuestros genes, por lo que podemos decir que la tasa de conservación de nuestro patrimonio genético es de 0,5.

Consideremos ahora nuestros hermanos. Cada uno de ellos posee, por término medio, un 50% de nuestros mismos genes, aunque ésta es una estimación estadística, nunca tan segura como el 50% de nuestro hijo. Extendiendo el parentesco, con nuestros tíos compartiremos el 25% de los genes, y un 12,5% con nuestros primos.

Con un simple ejercicio de cálculo, podemos estimar que en ciertos casos puede resultar rentable sacrificarse (o arriesgarse a perder la vida) por otros congéneres: si nos jugamos el pellejo para librar de la muerte a dos de nuestros hermanos, a cuatro de nuestros tíos o a ocho primos, el riesgo puede resultar aceptable. Este fenómeno es conocido como adaptación inclusiva (Hamilton, 1971).

Bajo este prisma, los genes que induzcan a un sacrificio en beneficio de una buena cantidad de familiares (muchos de ellos portando precisamente esos mismos genes) serán previsiblemente seleccionados positivamente, dado que la selección natural no sabe de sentimientos, únicamente de números.

En el caso de una colonia de hormigas monoginas (con una sola reina) como en el caso de Temnothorax unifasciatus, todas las obreras son hermanas, con lo que el sacrificio por el nido es genéticamente muy rentable.

Una de las máximas en experimentación es saber que el propio investigador puede influir en los resultados, y eso es lo que ocurre cuando miramos un comportamiento instintivo desde un punto de vista culturalmente humano.

Entradas relacionadas:

Referencias

  • Dawkins R. (1976). El Gen egoista. Oxford University Press, New York.
  • Hamilton W.D. (1971). La evolución genética del comportamiento social, en: Selección de Grupo, Williams G.C. (ed.). Aldine-Atherton, Chicago. Págs. 23-89.
  • Heinze, J. & B. Walter. 2010. Moribund Ants Leave Their Nests to Die in Social Isolation. Current Biology 20: 249–252.
  1. 20 febrero, 2010 a las 13:47

    Muy buen artículo, me ha gustado mucho. Lo he enviado a menéame: http://www.meneame.net/story/altruismo-o-egoismo-genetico

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  2. KC
    20 febrero, 2010 a las 16:01

    La selección natural no sabe de sentimientos, únicamente de números.

    Gran frase. Por cierto, otro punto que añadiría es que nosotros tendemos a ver una sociedad de hormigas individuales, cuando su individualidad parece ser proporcionalmente más colectiva que precisamente individual. Eso parece hilvanar con lo de una sociedad hermanada, de forma que un «sacrificio» pueda ser igual a «salvarse a sí misma», aparte de ser rentable desde la perspectiva de supervivencia de la especie.

    Saludos.

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  3. 20 febrero, 2010 a las 17:01

    «El Gen Egoísta» y «El Relojero Ciego» dos libros básicos a tener siempre a mano…

    Yo diría que el debate actualmente ya no tiene sentido… Queda claro que todo lo que conocemos como altruismo, puede explicarse y de hecho sólo se explica desde ese egoísmo genético.

    Los genes, los verdaderos protagonistas son los que compiten entre sí a traves de sus máquinas, nosotros, los seres vivos.

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  4. 20 febrero, 2010 a las 22:33

    Perdón por no comentar el post. Es simplemente para decir que este blog me parece genial y lo enlazo en mi barra lateral.
    Saludos.

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  5. 20 febrero, 2010 a las 22:49

    con que el altruismo o caridad de hoy en la sociedad. es muy egoista.

    la gente dona o da limosna. para que dios o la vida le «recopense» ese es un acto egoista. el altruismo deve darse a cualquier persona. no esperando nada.

    saludos y muy buen articulo. : D

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  6. 20 febrero, 2010 a las 23:31

    Interesantísimo. Y básicamente de acuerdo. El altruismo puede verse como «egoísmo enmascarado» 😀

    A mí me queda más claro si dejamos de lado el gen-centrismo para ver la colonia desde un punto de vista funcional: la reina es la unidad reproductora última de la colonia. En ese caso, las obreras serían tan solo meras extensiones, apéndices, de la reina, análogamente a las células de nuestro organismo, excepto los gametos, ellas son totalmente prescindibles si van a resultar un problema.

    Siguiendo con la analogía, ¿entonces consideramos a nuestras células como altruistas? ¿o más bien todas las células en conjunto son parte de un todo cuya única meta es reproducirse? En ese caso, un organismo como nosotros tiene éxito porque entre sus funcionalidad tiene el «sacrificio» (ojo comillas) de algunos de sus componentes, o dicho de otra manera, las instrucciones que «sacrifican» al componente se perpetuan porque esta orden implica el éxito del conjunto.

    Los genes, los verdaderos protagonistas son los que compiten entre sí a traves de sus máquinas, nosotros, los seres vivos.

    Pues no se si el gen-centrismo es la posición más adecuada. Vale que nuestras células tienen un libro de instrucciones, pero toda unidad reproductora es fruto de la conjugación de genes + el entorno.

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  7. 21 febrero, 2010 a las 3:45

    Si, Cnidus, pero el problema de considerar la población como unidad de selección es que resulta dificilmente explicable cómo se realiza ésta. Me explico: en una población, ¿cómo se selecciona un gen que predisponga al sacrificio? Si el gen desaparece junto con el individuo que se ha sacrificado, únicamente puede propagarse si los individuos salvados por su acción también lo poseen, con lo que volvemos al gen-centrismo.

    En el caso de un organismo multicelular, o incluso una colonia partenogenética (si hay aportación de machos ya es otra guerra), la historia es diferente: los mismos genes de las células (u obreras) están en los gametos (o reinas). Por ello, tampoco estaríamos hablando de una selección de poblaciones, sino de genes con múltiples copias.

    Y en ese sentido, la conjunción de genes + entorno no vendría a variar la ecuación, dado que en dos organismos/células/genes enfrentados, lo están precisamente ante el mismo ambiente.

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  8. jc
    21 febrero, 2010 a las 13:26

    Pués si, a mi al leer por ahi la noticia me pareció muy raro lo del altruismo en una colonia de hormigas donde todas las obreras son geneticamente iguales. Imaginé que era cosa del periodista.
    A mi me da la impresión que no es la conjunción genes + entorno, sino más bien genes en un entorno. En distintos entornos la selección (evolución) irá por caminos distintos, pero lo hará a través de los genes que pasen la criba, no seleccionando el entorno adecuado. Es dificil salirse del gencentrismo.
    De todas formas al compartir las obreras los genes de la reina, si todas ellas tienen un gen que impone el «sacrificio» hay más probabilidad de que la reina pueda vivir largos años (por reducción de tasa de enfermedades en el hormiguero) y perpetuar la linea genética que comparte con las demás hormigas. Pero la selección no recae sobre las obreras sino sobre la reina y su genoma, ella es la que será afectada en el momento de la reproducción.

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  9. 21 febrero, 2010 a las 17:51

    Quizas es como el caso de los lemmings que se suicidan que muchos lo toman como una forma de regular el tamaño de las manadas en aras de no consumir los recursos y condenar al resto a morir de hambre cuando la explicacion es totalmente distinta, cito:

    «Existe el mito de que los lemmings se suicidan en masa como parte de un mecanismo de autorregulación de la naturaleza. Sin embargo, semejante cosa no está científicamente demostrada y se considera que dichas muertes se producen por accidente, debido a la impronta genética que posee este roedor y que determina su sentido de la orientación durante las migraciones. Su instinto biológico le induce a desplazarse invariablemente en una dirección o ruta concreta, que es independiente de los cambios topológicos y climáticos que se puedan producir en su ecosistema de forma natural o por la mano del hombre. Esto provoca a veces situaciones en las cuales los grupos de lemmings se precipitan invariablemente hacia un río, un despeñadero o cualquier otro accidente sobre el terreno.»
    http://es.wikipedia.org/wiki/Lemming

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  10. 21 febrero, 2010 a las 19:10

    El tema de las hormigas, según lei en su día… Dawkins lo explicaba genial en sus libros…

    Hace años que lo ley, pero el resultado era que una hormiga obrera compartía alrededor del 33% de genoma con el resto de la colonia, por lo que al no poder reproducirse per se, lo más eficiente para transmitir sus genes al máximo era el sacrificio y trabajo por la colonia.

    No recuerdo si venía en el gen egoísta o en el relojero ciego, pero como ya dije… estos dos libros, básicos para entender muchos comportamientos de los seres vivos.

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  11. Lucien
    21 febrero, 2010 a las 22:49

    «Con un simple ejercicio de cálculo, podemos estimar que en ciertos casos puede resultar rentable sacrificarse (o arriesgarse a perder la vida) por otros congéneres: si nos jugamos el pellejo para librar de la muerte a dos de nuestros hermanos, a cuatro de nuestros tíos o a ocho primos, el riesgo puede resultar aceptable.»

    Podría estar de acuerdo pero yo diría que hay un fallo. Si para que el riesgo sea aceptable la suma tiene que ser =1 no tendría sentido sacrificarse por un solo hijo (que solo es 0,5), y no creo que haya demasiados padres no dispuestos a hacerlo.
    No se, habría que contar en todo esto que la generación futura es mas importante que la pasada y que ese 0,5 en la reproducción sexual es lo máximo que vas a poder trasmitir a un solo individuo(eso también lleva a pensar que podríamos valorar más un clon nuestro que a un hijo «natural», puesto que uno es 1 y el otro 0,5)

    De cualquier modo es una temática muy intersante, está visto que los instintos naturales nos guían más de lo que pensamos, aunque los hayamos racionalizado gracias a la inestimable colaboración de nuestro magnifico cerebro.
    Que otros sigan buscando almas…

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  12. 21 febrero, 2010 a las 23:21

    En el caso de una colonia de hormigas, quería decir más bien que el «sacrificio» de las obreras sería incluso más fácil de entender si la colonia fuera tomada como un único individuo, en vez de una población. Siendo las obreras los apéndices de la reina, análogamente a los órganos de nuestro cuerpo, que en cierto modo serían una «extensión» de nuestras gónadas 😀 Lo cual a su vez explica la forma de pensar de mucha gente…

    ¿cómo se selecciona un gen que predisponga al sacrificio? Si el gen desaparece junto con el individuo que se ha sacrificado, únicamente puede propagarse si los individuos salvados por su acción también lo poseen, con lo que volvemos al gen-centrismo.

    De acuerdo. Pero cuando introduzco el factor ambiente, me refiero al medio (externo e interno) que a su vez permita o no la expresión de ese gen. El gen ha de estar, pero si algo lo inhibe, la cosa cambia. No se si me explico.

    Por otro lado y esta vez yendo en la línea de Dawkins, creo que una vez leí que bastaba que un «paquete de genes» indujera la protección de la progenie para perpetuarse, ya que no haría otra cosa que protegerse a sí mismo en el tiempo.

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  13. 21 febrero, 2010 a las 23:25

    Lucién, lo he expuesto de una forma muy simple, pero es bastante más complejo. Por un lado está lo que apuntas: es posible que ese 0,5 sea más valioso que nuestro 1,0 especialmente si el padre está en una edad avanzada donde es menos probable que tenga descendencia. Tampoco he hecho referencia a otro aspecto importante, el esfuerzo invertido: una cría, aunque sea de corta edad, ha superado la gestación, el parto y un tiempo variable de desarrollo; el perderla no se repara automáticamente teniendo otra, dado que hay que contar con los riesgos de la gestación y el parto y con los recursos empleados.

    También a tener en cuenta, los seres vivos no funcionan generalmente de forma cuantitativa, sino cualitativa (y especialmente en el comportamiento). No pesamos en gramos, sino en «mucho» o «poco» y más normalemtne de forma relativa: en «más» o «menos». En este sentido, no cabe esperar que nuestros instintos valoren matemáticamente las probabilidades e índices, sino de forma aproximada y relativa: nos sacrificamos antes por un hijo que por un primo, pero no exactamente un 50% menos.

    Y por último, tampoco podemos detectar la afinidad genética con ningún «detector de genes homólogos». La técnica usada es la familiaridad: cuanto más cerca estamos y convivimos con alguien, más interés «familiar» despierta. Esto hace que puedas llegar a sentir (y a arriesgar) lo mismo por un hijo adoptado, por un sobrino apadrinado o por un amigo íntimo que por un hijo natural.

    Saludos.

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  14. 22 febrero, 2010 a las 0:34

    KC :La selección natural no sabe de sentimientos, únicamente de números.
    Gran frase. Por cierto, otro punto que añadiría es que nosotros tendemos a ver una sociedad de hormigas individuales, cuando su individualidad parece ser proporcionalmente más colectiva que precisamente individual. Eso parece hilvanar con lo de una sociedad hermanada, de forma que un “sacrificio” pueda ser igual a “salvarse a sí misma”, aparte de ser rentable desde la perspectiva de supervivencia de la especie.
    Saludos.

    De acuerdo con KC. Creo que la clave está en constatar a la colonia como un superorganismo (concepto sociobiológico de que una organización social, como una comunidad, trasciende los organismos biológicos que la componen).

    Otro estudio sobre el mismo tema:

    Vide: http://espaciociencia.com/las-hormigas-pueden-saber-cuando-van-a-morir/

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  15. Lucien
    22 febrero, 2010 a las 0:52

    Sería interesante poder hacer una estadísica para ver esos «mucho y poco» transformados en números… pero creo que tendría demasiadas implicaciones moralas poner a sujetos en esas situaciones xD

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  16. 22 febrero, 2010 a las 8:17

    Uff, sí. Mejor hacerlo con hormigas 😉

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  17. cristina
    22 febrero, 2010 a las 10:08

    Fantastico, J.M. Como siempre.

    Curiosamente ahora estoy releyendo en Gen Egoísta.

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  18. 22 febrero, 2010 a las 13:20

    Excelente explicación, J.M.

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  19. Cronopio
    22 febrero, 2010 a las 21:58

    Vayamos por partes:
    1.- ¿Es un comportamiento altruísta? No necesariamente. A lo mejor la hormiga pierde la atracción por las feromonas del nido. O «sabe» que será rechazada violentamente. O no puede completar una «condición» que le instruya para la vuelta. O…La intrpretación de comportamiento altruísta es del observador y creo que no se han valorado todas las hipótesis.

    2.- se dice: «Aún así, considerar el comportamiento como “altruista” en el sentido humano, significa conferir a las hormigas una serie de capacidades morales de las que obviamente carecen».
    y
    «El problema consiste en pensar en términos humanos».

    Y si el problema es el contrario, que consideramos equivocadamente que el atruísmo es una invención humana o consideramos también equivocadamente que los términos humanos relativos al comportamiento son esencialmente diferentes del resto de los seres vivos.

    El sacrificio, el comportamiento altruista es común en todas las especies sociales, y no favorece la preservación del pool de genes de la especie, sino la preservación del pool de genes de la comunidad (hormiguero, tribu, familia, manada…) aumentando el éxito reproductivo con respecto a otras comunidades de la misma especie. Como argumento a favor, la agresividad entre comunidades de la misma especie.

    El comportamiento cooperativo dentro de la comunidad no está regulado por la proximidad genética de parentesco, sino por la proximidad social, que evidentemente implica una proximidad genética, pero en el caso de hormigueros con varias reproductoras (me niego a llamarlas reinas, eso si que es extrapolar terminología humana sin mucho sentido)el parentesco puede ser relativamente débil en términos genéticos.

    y 3. Un respeto a las hormigas. Dominan la tierra desde hace decenas de millones de años, se han adaptado a innumerables cambios de entorno y han «aprendido» estrategias que les han permitido colonizar casi todos los nichos ecológicos terrestres y son el grupo animal más importante desde el punto de vista de la ecología global. Y si consideramos un hormiguero como un superorganismo (es difícil considerarlo de otra forma) su inteligencia está fuera de toda duda.Sobre todo desde el punto de vista de un género (Homo), que lleva en este mundo escasamente un millón de años y que desde el punto de vista de la variabilidad genética ha casi desaparecido, conservándose una sóla especie, que ha estado a punto de extinguirse innumerables veces en sus escasos 200.000 años de evolución.

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  20. KC
    22 febrero, 2010 a las 23:46

    Y si el problema es el contrario, que consideramos equivocadamente que el atruísmo es una invención humana o consideramos también equivocadamente que los términos humanos relativos al comportamiento son esencialmente diferentes del resto de los seres vivos.

    El concepto de altruismo no puede ser el mismo en una hormiga que en un humano, de la misma forma que su realidad neurológica, física, mental, filosófica, conceptual, sociológica y demás lógicas no lo es. Las hormigas pueden tener una comunicación química, lo cual es muy interesante, pero no es equiparable a la comunicación lingüística, que abre muchas más posibilidades conceptuales que la de un traspaso de información química de acción-reacción.

    Si el observador interpreta una realidad diversa desde el punto de vista de su realidad está adulterando esa misma interpretación, ya que la óptica no es la misma. Y en el caso del que hablamos media un abismo.

    En todo lo demás estoy de acuerdo, sobre todo en el tercer punto. De hecho, como ya se ha escrito muchas veces por aquí, el término «inteligencia» es bastante relativo. Todos mis respetos para las hormigas.

    Saludos.

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  21. 23 febrero, 2010 a las 0:46

    Cronopio :

    Vayamos por partes:

    Ok, 😉

    Cronopio :
    1.- ¿Es un comportamiento altruísta? No necesariamente. A lo mejor la hormiga pierde la atracción por las feromonas del nido. O “sabe” que será rechazada violentamente. O no puede completar una “condición” que le instruya para la vuelta. O…La intrpretación de comportamiento altruísta es del observador y creo que no se han valorado todas las hipótesis.

    Exactamente. Eso precisamente es lo que indico en el comentario, que la calificación de «altruista» de este comportamiento puede ser una interpretación del observador. Cualquiera de las otras opciones sirve: si por cualquier causa la infección estimula el alejamiento del nido, esta caracterísitica genética será seleccionada en el sentido de que el resto de copias de ese gen (mucho más numerosas en las compañeras que quedan que en el individuo que se aleja) se preservan mejor que si no se produjera el alejamiento.

    Lo que prácticamente descarta el estudio es que el alejamiento se produzca al azar, es decir, porque casualmente el parásito produzca un daño en los centros de reconocimiento de fermonas, dado que tanto por parasitismo, como por intoxicación de CO2, como en el grupo de moribundas de control, el comportamiento de alejamiento es estadísticamente significativo.

    Cronopio :

    Y si el problema es el contrario, que consideramos equivocadamente que el atruísmo es una invención humana o consideramos también equivocadamente que los términos humanos relativos al comportamiento son esencialmente diferentes del resto de los seres vivos.

    Hombre, al menos en hormigas va a ser que no. El altruismo tal y como nosotros lo conocemos consiste en evaluar tu vida frente a una acción para decidir si consideras que merece la pena arriesgarla (o directamente sacrificarla) para beneficio de otros. Como dice KC, una hormiga no tiene sistema nervioso suficiente para tal proceso mental, que requiere de abstracción, valoración consciente, etc.

    Podemos hablar, en todo caso, de un «altruismo» en términos etológicos que signifique exclusivamente «comportamiento que provoca el sacrificio del individuo y beneficia al resto del grupo», pero en ningún caso como un comportamiento consciente y mucho menos moral.

    Cronopio :

    El sacrificio, el comportamiento altruista es común en todas las especies sociales, y no favorece la preservación del pool de genes de la especie, sino la preservación del pool de genes de la comunidad (hormiguero, tribu, familia, manada…) aumentando el éxito reproductivo con respecto a otras comunidades de la misma especie. Como argumento a favor, la agresividad entre comunidades de la misma especie.

    Obviamente de acuerdo (siempre que tomemos altruismo como lo definido anteriormente).

    Cronopio :

    El comportamiento cooperativo dentro de la comunidad no está regulado por la proximidad genética de parentesco, sino por la proximidad social, que evidentemente implica una proximidad genética, pero en el caso de hormigueros con varias reproductoras (me niego a llamarlas reinas, eso si que es extrapolar terminología humana sin mucho sentido)el parentesco puede ser relativamente débil en términos genéticos.

    También de acuerdo, ya decía en otro comentario que los seres vivos no disponen de un detector de similitud genética, por lo que la técnica normalmente empleada es la proximidad. En el caso de las hormigas, esa proximidad no se reconoce físicamente como en humanos, sino por el denominado «olor de nido», la mezcla de feromonas de marcado característica de cada nido. De hecho, si intervenimos experimentalmente privando a una obrera de tal «olor», es atacada inmediatamente por sus compañeras.

    Cronopio :

    y 3. Un respeto a las hormigas. Dominan la tierra desde hace decenas de millones de años, se han adaptado a innumerables cambios de entorno y han “aprendido” estrategias que les han permitido colonizar casi todos los nichos ecológicos terrestres y son el grupo animal más importante desde el punto de vista de la ecología global. Y si consideramos un hormiguero como un superorganismo (es difícil considerarlo de otra forma) su inteligencia está fuera de toda duda.Sobre todo desde el punto de vista de un género (Homo), que lleva en este mundo escasamente un millón de años y que desde el punto de vista de la variabilidad genética ha casi desaparecido, conservándose una sóla especie, que ha estado a punto de extinguirse innumerables veces en sus escasos 200.000 años de evolución.

    Hombre, todo el respeto del mundo, por supuesto, pero cada cosa en su sitio: en primer lugar, como éxito adaptativo nos dan cien mil vueltas (al menos de momento), como inteligencia (por mucha sociabilidad), hay enormes diferencias con la inteligencia humana, y en cuanto a importancia ecológica… bueno, al menos en biodiversidad específica ganan con mucho los escarabajos 😉

    Saludos.

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  22. Cronopio
    23 febrero, 2010 a las 1:49

    KC, el concepto de altruismo SI puede ser el mismo. Puede ser diferente la complejidad de su modulación.
    La comunicación lingüistica humana puede ser más compleja, pero al final sigue siendo procesada por reacciones químicas del cerebro. El lenguaje de las hormigas no se basa sólo en la detección de olores. El tacto, el aprendizaje de tareas en tandem, la especialización del «puesto de trabajo» según la experiencia y las aptitudes….Hay conceptos que consideramos humanos (tristeza, alegría, felicidad,inteligencia, amistad…sentimientos) que no pueden haber aparecido sin una evolución paralela a la de otras características como por ejemplo el ojo y la interpretación de la visión. No puedes decir que las hormigas sean ciegas (hey! salvo las especies que han perdido evolutivamente la vista) por que sus ojos sean más simples o su interpretación de lo que ven sea más sencilla. Salvo que creas en Dios.
    Nada de lo que somos ha aparecido de repente. Y personalmente opino que muchos de las cualidades tipicamente humanas fueron de las primeras en evolucionar porque representan importantes ventajas adaptativas, no a un ambiente determinado, sino a la capacidad de adaptarse a los cambios y son detectables en mayor o menor medida en todos los seres vivos. El comportamiento altruista es una de ellas. Si no recuerdo mal hay comportamiento altruista en bacterias (Manuel, un cable con esto, please).
    Sobre la inteligencia de las hormigas, un punto a su favor: No conozco ningun hormiga creacionista XD

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  23. Cronopio
    23 febrero, 2010 a las 2:00

    Uf dos cosas:
    Soy un maleducado, me olvidé de saludar en el post anterior.
    Acabo de ver una respuesta quilométrica y seguro que con mucha sustancia de J.M. ( nos hemos cruzado)
    Pues Señores, por vuestra culpa me voy a ir a dormir media hora y una cerveza más tarde de lo que pensaba.

    Saludos,
    Saludos.

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  24. KC
    23 febrero, 2010 a las 3:49

    Cronopio, el concepto altruismo está formado a partir de una reflexión necesaria para llegar a su significado. Una reflexión que se genera mediante hechos y ladrillos neuronales. Es decir, ni tú, ni yo, ni nadie entendería el trasfondo del concepto altruismo sin tener la capacidad neuronal necesaria como para poder entender su objeto, su finalidad, ya sea mediante la experiencia propia o de otros.

    Yo creo que la etología y ramas similares utilizan el término por economía lingüística, por no tener que acuñar otro nuevo que ya es comprensible. Lo que no se puede esperar es que una hormiga tenga una conducta altruista -desde la significación humana- cuando el altruismo requiere una reflexión consciente sobre el ser, sobre el yo individual, para evaluar en términos de rentabilidad si una acción es o no mejor para con el grupo. Es decir, el concepto altruismo lleva inherente una voluntariedad, una decisión, que no veo por ningún lado en el tema que estamos tratando. Para mí lo correcto sería usar el entrecomillado.

    Es muy posible que organismos animales no humanos con sistemas nerviosos más desarrollados que los insectos puedan llegar a asimilar parte del concepto, pero ni mucho menos con el trasfondo, la extensión, la reflexión y el significado de un humano. Pero sí, es cierto que los organismos «tontos no son» -sino no existirían- y muchos tienen emociones, al menos cuando tienen los recipientes para tenerlas. Diferentes emociones instintivas podrían ser mecanismo de verdadero altruismo -con voluntariedad-, no un altruismo en el que el sujeto de la acción -animal no humano- entienda el trasfondo de la acción -esto es exclusivo de humanos, por mucho que nos pese-, pero altruismo al fin y al cabo. Esto yo lo veo diferente al tema de las hormigas, ya que entonces parece que no haya decisión individual, sino más bien algún tipo de reacción química PURA y DURA.

    Sobre altruismo animal tengo este vídeo en mis favoritos:

    http://www.zappinternet.com/video/bojZsiVjeL/Perro-salva-a-otro-perro

    Nos conmueve el vídeo porque quién conoce y entiende el término altruismo lo ve con ojos altruistas, pero no habría que olvidar que, en otras circunstancias u otros ambientes, bien podría estar ese mismo perro matando al otro.

    Eso sí, ese perro «tiene» más ética que muchas personas que deberían tenerla…

    Saludos.

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  25. jc
    23 febrero, 2010 a las 16:53

    interesante discusión. He cometido un error al enviar antes mi opinión y se me borró. Ahora no tengo tiempo para ponerme con ello otra vez.
    Asi que centrandome en nuestras hormigas, ¿alguien sabe el porcentaje de tiempo diario que utiliza una hormiga en el exterior del nido?. Si las obreras pasasen la mayoria del tiempo fuera, esos porcentajes del 70%80% no serian tan significativos, ¿no?

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  26. Cronopio
    24 febrero, 2010 a las 0:44

    JC y JM: Manteneos alerta. Os voy a zurrar la badana. Pecáis de exceso de antropocentrismo. Pero hoy tengo sueño. Mañana espero contestaros como merecéis para desmontar todas vuestras falacias.
    Todo lo anterior dicho animus jocandi….pero tengo argumentos para aportar a discusión.

    Os dejo estas comillas «»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»» para que las pongáis en los términos que os parezcan demasiado inapropiados.
    Buenas Noches a todos. No me consideréis descortés ni arrugado. I am tired.

    Saludos.

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  27. KC
    24 febrero, 2010 a las 1:21

    Cronopio, te ha quedado muy bien lo de las comillas. De hecho parece una ordenada hilera de hormigas 😉

    Lo que dudo es si esa fila es ordenada por algún motivo marcial, porque a la «reina» le gusta el orden y así lo ordena o similares… Voy a ver Antz a ver qué dicen, para tener una óptica de hormiga 😛

    JC, yo no te podría responder porque desconozco exactamente el tiempo, aunque considero tu pregunta muy interesante. A ver si alguien se anima.

    Saludos.

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  28. 24 febrero, 2010 a las 8:36

    JC y JM: Manteneos alerta. Os voy a zurrar la badana.

    Velaremos las armas toda la noche 😉

    Saludos.

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  29. 24 febrero, 2010 a las 13:13

    Los comportamientos que más prosperan a través de la selección natural, son los que más prosperan. Los comportamientos que más se reproducen son los que más se reproducen. El altruismo no es una magia, no es nada especial, es solo un comportamiento más que se reproduce egoistamente. Hay que pensar a nivel de genes y olvidarse de los individuos, olvidarse de las especies, par comprender ese egoismo.

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  30. Paa
    24 febrero, 2010 a las 14:01

    Aunque me ha gustado el artículo, veo algunos puntos débiles, como por ejemplo que en el segundo párrafo se diga:
    «Algunos autores, como el propio Dawkins, mantienen que el altruismo biológico no existe, mientras que otros autores no solamente postulan su existencia, sino la importancia de la cooperación en la historia de la vida.»
    Marco este párrafo del texto porque resume lo que a mi entender se ha estado confundiendo siempre en evolución: la ocoperación no tiene porque ser altruista (definiendo altruista como aquello que se hace sin esperar una recompensa). De hecho, como habeis estado afirmando en todos los argumentos de la interesante discusión generada, decís que lo más probable es que «el sacrificio» sea beneficioso para el individuo. Yo ahí discrepo, porque da igual que sea beneficioso para el individio, lo importante es que beneficie al «pool genético» si hablamos consideramos que la unidad de selección es el gen, o que beneficie a la población, si la unidad de selección es el individuo.
    Muchas veces la cooperación es más egoista que el «comportamiento individualizado» (por mi y para mi) como bien se ilustra en el «dilema del prisionero» (http://es.wikipedia.org/wiki/Dilema_del_prisionero) y creo recordar que el propio Dawkins lo afirma en «el gen egoísta».
    Saludos

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  31. 24 febrero, 2010 a las 14:09

    Entonces, Paa, el egoísta es el gen, no el individuo. El individuo es verdaderamente altruista.

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  32. Paa
    24 febrero, 2010 a las 14:43

    Hexo, eso es lo que dice Dawkins en su libro, que los genes son los egoistas porque son los que manejan el cotarro.
    Aunque para mi, lo egoista es la especie o la población que «busca» perdurar en el tiempo (como los genes, por otra parte) le cueste lo que le cueste a los individuos. Aunque hablando en estos términos olvidamos que la Selección Natural es el motor de la evolución (por lo menos para mi), lo que implica que ni los genes, ni los individuos, ni las poblaciones tienen intencionalidad porque no se puede predecir las condiciones ambientales futuras y por tanto no se pueden predecir las características (fenotípicas o genotípicas) que favoreceran la supervivencia y/o reproducción de una especie. Por lo tanto, los genes (más bien frecuencia de genes) que llegarán a la siguiente generación van a depender de unas condiciones determinadas en un momento determinado.
    Siento no poder concretar con el ejemplo de las hormigas y decir si son altruistas o no, pero es que yo no sé de hormigas 😦

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  33. KC
    24 febrero, 2010 a las 15:07

    Entonces, Paa, el egoísta es el gen, no el individuo. El individuo es verdaderamente altruista.

    ¿Te refieres a animales no humanos o a animales humanos? Porque la distinción es inevitable y la respuesta relativa, así como la inteligencia, la cultura y elementos sociológicos pueden servir para mitigar esa llamada del gen que pueda influir en el comportamiento, cosa que no creo que se dé en animales no humanos.

    Saludos.

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  34. 24 febrero, 2010 a las 15:46

    Yo no veo tal distinción en ese aspecto. :S

    Hay animales que tienen culturas, aunque claro que no tan complejas y variadas como las nuestras… Pero bueno, yo no veo una barrera que nos separe en ese sentido. La cultura nos adiestra, igual que se domestica un perro o un caballo.

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  35. KC
    24 febrero, 2010 a las 16:16

    Hexo, intenta adiestrar a un perro o un caballo para que no copule más de lo necesario, o a que ceda parte de su territorio a sus congéneres, o a que done su parte de comida a otros…

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  36. KC
    24 febrero, 2010 a las 16:18

    «Necesario».

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  37. 24 febrero, 2010 a las 16:32

    ¿En serio he de hacer eso ahora? ufff… XD

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  38. 24 febrero, 2010 a las 16:38

    KC extrapolalo con los leones, a que cedan parte de su territorio y su comida a otros, y si lo encontramos entre individuos de su misma manada los cuales generalmente llevan una gran parte de su descendencia genetica, lo que para mi en terminos «equivalente» es algo bastante comun en la sociedad humana, lo de copular mas de lo debido en mi opinion en los humanos se debe en gran medida por tabues adquiridos como parte del protocolo social.
    Interesante discusion la que se va formando 😉
    Saludos.

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  39. 24 febrero, 2010 a las 19:22

    Paa :
    Marco este párrafo del texto porque resume lo que a mi entender se ha estado confundiendo siempre en evolución: la ocoperación no tiene porque ser altruista (definiendo altruista como aquello que se hace sin esperar una recompensa).

    Completamente de acuerdo, en realidad, no me quería referir al concepto estricto de cooperación, entendido especialmente en etología como bien señalas. Lo que quería remarcar es alguna postura (pienso que más ideológica que científica) que alude a que la «competencia y la lucha» no son los motores evolutivos, sino la «cooperación y el buen rollo». Sería tema de otra entrada por si mismo, pero discrepo profundamente de ese punto de vista, y por varios motivos. Así que reitero mi coincidencia con tu puntualización, Paa.

    Paa :
    De hecho, como habeis estado afirmando en todos los argumentos de la interesante discusión generada, decís que lo más probable es que “el sacrificio” sea beneficioso para el individuo. Yo ahí discrepo, porque da igual que sea beneficioso para el individio, lo importante es que beneficie al “pool genético” si hablamos consideramos que la unidad de selección es el gen, o que beneficie a la población, si la unidad de selección es el individuo.

    Bueno, aquí no estoy tan de acuerdo. Existen básicamente tres unidades de selección posibles: el gen, el individuo y la población. Si la unidad de selección es el individuo, lo importante es que beneficie al individuo, no a la población.

    Casos como el altruismo (en el sentido que estamos hablando), contrastan con la idea de que sea el individuo la unidad de selección, y por eso surgió en su momento la alternativa de considerar como tal unidad a toda la población.

    La tercera alternativa, el gen, es coherente tanto con los casos de altruismo como con los casos de egoismo, y por ello es más considerada en la actualidad. En este modelo, tanto el individuo como la población serían meros vehículos de los genes, beneficiando a veces a uno y a veces a la otra.

    Saludos.

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  40. 24 febrero, 2010 a las 19:22

    Para hablar de altruismo o egoismo en este tema, lo principal es tener claro que son palabras que usamos para entendernos, no que los bichos tengan «intencionalidad» consciente de algún tipo… 😉

    Dicho eso, aclarar un punto…

    Paa,

    Aunque para mi, lo egoista es la especie o la población que “busca” perdurar en el tiempo (como los genes, por otra parte) le cueste lo que le cueste a los individuos.

    Nop. El egoista (o altruista) es el individuo, que hará lo que sea a costa de perpetuarse más que sus congéneres… 😉

    KC,

    Hexo, intenta adiestrar a un perro o un caballo para que no copule más de lo necesario, o a que ceda parte de su territorio a sus congéneres,

    Cuando el macho alfa aparece y enseña los dientes, ya verás que rápido cede el individuo a lo que sea 😉 Igualito que cuando viene el jefe con cara de mal despertar… o cuando éramos críos y nuestros padres nos convencían de que algo «no debe volverse a hacer»…

    De todas maneras en primates la colaboración no es rara… el hoy por tí mañana por mí tan famoso…

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  41. 24 febrero, 2010 a las 20:05

    Lo que pasa es que en este caso de las hormigas el altruismo les viene de más profundo aún, ya que la inmensa mayoría de ellas no tiene capacidad de reproducirse, simplemente trabajan por el bien común.

    El gen como unidad de selección va mucho más allá del individuo, de la población, de la especie, del género… etc. Es otra escala, supongo. Genes, grupos de genes… et. Muy interesante. Debería leer el libro de Dawkins, no sé a qué estoy esperando…

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  42. 24 febrero, 2010 a las 20:24

    Lo que pasa es que en este caso de las hormigas el altruismo les viene de más profundo aún, ya que la inmensa mayoría de ellas no tiene capacidad de reproducirse, simplemente trabajan por el bien común.

    ¿Bien común? Yo más bien las veo como una cadena de montaje que lo único que hace es producir, producir, producir… Un solo organismo, por decirlo con pocas palabras 😀

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  43. 24 febrero, 2010 a las 20:27

    Esclavas del gen egoísta. :S Terrible.

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  44. davidcg
    25 febrero, 2010 a las 1:17

    El comportamiento altruista no es más que comportamiento egoísta camuflado… Esta frase no dice que no exista el comportamiento altruista, esta frase no dice que el comportamiento altruista sea extraño o antinatural. Esta frase no está resucitando el debate entre Huxley y Kropotkin, entre darwinismo social y cooperación.

    Lo que se está diciendo con esta frase es que cualquier comportamiento altruista surge de la supervivencia de los genes que la producen. Etiquetar «supervivencia de los genes que la producen» como egoismo de los genes no es más que un recurso literario para facilitar la comprensión, al igual que usar la palabra supervivencia para explicar la expansión de los genes por copia en el acervo genético.

    Todo lo demás, debate estéril cargado de interpretaciones humanas que esconden un debate ideológico.

    Dawkins dedica varios párrafos en el Gen egoísta a explicar qué quiere decir con «egoismo», tal vez debió dedicar un libro entero visto lo visto.

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  45. Darìo
    25 febrero, 2010 a las 2:15

    Señores:

    Este tema me encontrò justo en el momento en que empecè la lectura del libro de Dawkins, «El Gen Egoista». No tengo algo que decir por què el tema no lo conozco, solamente que he disfrutado de la lectura de sus intervenciones.

    Saludos a todos.

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  46. Cronopio
    25 febrero, 2010 a las 3:05

    Voy a ser poco sutil para intentar que se entienda el fondo de lo que quiero decir.
    Características humanas versus características animales: No hay grandes diferencias en lo básico, puesto que somos animales y evolucionamos de otras especies animales. con cada especie animal compartimos un ancestro común. Hay características muy básicas que compartimos con todas las especies animales y hay otras más «novedosas» cuyos rudimentos los podremos observar en especies con un antepasado común más o menos próximo.
    Pasemos a conceptos «tan humanos» como Inteligencia, voluntad, odio, amor, altruismo, memoria, egoísmo, moral, aprendizaje,valor, miedo, abstracción…. ( capacidades mentales)
    Es evidente que todas esas características del comportamiento humano residen en el sistema nervioso central. El funcionamiento de nuestro SNC es pura química (pura y dura)y también es evidente que es bastante más complejo que el de una hormiga. La pregunta crucial es: de esos comportamientos o características cuales son muy básicos y por lo tanto aparecen en los ancestros lejanos y son compartidos por la mayoría del reino animal, cuales son realmente novedosos y sólolos compartimos con especies muy próximas y (lo más importante) cuales son tan «beneficiosos» que aparecen sin estar relacionados con la historia evolutiva de la especie desde el punto de vista filogenético. Son características que quedan «fijadas» geneticamente por selección natural en cuanto aparecen en un nicho ecológico determinado. (fenómeno de convergencia evolutiva).
    El comportamiento altruista (para centrarnos hago un copypaste de la wiki: Comportamiento que aumenta las probabilidades de supervivencia de otros a costa de una reducción de las propias.) es tan beneficioso a nivel de éxito reproductivo que lo encontramos en todos los filums. (posiblemente por convergencia evolutiva). Pero tengo fundadas sospechas de que es una característica muy primitiva en los animales con sistema nervioso centralizado.
    Lo de «El altruismo tal y como nosotros lo conocemos consiste en evaluar tu vida frente a una acción para decidir si consideras que merece la pena arriesgarla» es incierto totalmente, sobre todo en situaciones extremas. Lo hacemos «sin pensar» y en las situaciones más calmadas, lo hacemos «por placer» por alguna descarga de dopaminérgicos de las neuronas más ancestrales. Química pura y dura, como las hormigas (salvando los neocortex de distancia que haga falta).
    Con respecto a desnudar a una hormiga de su olor de nido y así conseguir que sus «hermanas» la ataquen, probamos a cambiarle el burka (gurka?) a un afgana y a dejarla en el mercado de kabul con minifalda, o a sacar a un culé del Camp Nou, vestirlo de forofo merengue y depositarlo en las gradas del gol sur en un Barça-madrid, o más sutil aún, pegarle el cambiazo a Manuel y darle un pasaporte Iraní la próxima vez que viaje al MIT. No creo que corrieran mejor suerte que la hormiga.
    Los escarabajos. Vaaaaaale, de acuerdo, biodiversidad se salen por dos órdenes de magnitud, pero ecologiamente son casi todos fitófagos y «pesan» menos que las hormigas.
    Resumo: Las características «mentales» evolucionan del mismo modo que las físicas y
    las que consideramos más humanas, posiblemente sean las más primitivas (más fáciles dde encontrar en especies alejadas) porque se necesita más tiempo para que una estructura alcance una mayor complejidad. (Buffff este último resumen es muy flojo, pero el sueño no da para más).
    Realmente este hilo promete, me saltan cascadas de neurotransmisores con cada comentario que leo.
    Saludos a todos.

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  47. 25 febrero, 2010 a las 12:02

    En referencia al comportamiento de «sacrificio» de las hormigas, tengo leídas referencias, no me acuerdo en donde.., en tribus indígenas norteamericanas de comportamientos sociales similares que consistían en que los ancianos cuando eran conscientes de constituir una «carga» para la tribu, abandonaban el grupo e incluso, también he leído de un comportamiento similar en relación con los indios amazónicos, pero no tengo bibliografía a mano para soportar el comentario..así que..

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  48. Paa
    25 febrero, 2010 a las 13:34

    Voy a ver si me sale lo de citar, que soy un poco torpe con estas cosas, asiq si me salen cosas raras, perdón

    J.M. Hernández :Bueno, aquí no estoy tan de acuerdo. Existen básicamente tres unidades de selección posibles: el gen, el individuo y la población. Si la unidad de selección es el individuo, lo importante es que beneficie al individuo, no a la población.
    Casos como el altruismo (en el sentido que estamos hablando), contrastan con la idea de que sea el individuo la unidad de selección, y por eso surgió en su momento la alternativa de considerar como tal unidad a toda la población.
    La tercera alternativa, el gen, es coherente tanto con los casos de altruismo como con los casos de egoismo, y por ello es más considerada en la actualidad. En este modelo, tanto el individuo como la población serían meros vehículos de los genes, beneficiando a veces a uno y a veces a la otra.

    Dices si la unidad de selección es el individuo, lo importante es que se beneficie el individuo. A corto plazo, totalmente de acuerdo. Pero, ¿cómo se mide el beneficio? Por la fitnes, es decir por el tiempo que vive y por la tasa de reproducción. Los descendientes de ese individuo seleccionado, ¿esto no es beneficioso para el conjunto de la población?
    Sé que al observarse los fenómenos de altruismo se buscaron otras unidades de selección, la población o los genes. Cuando hablamos de que el gen es la unidad de selección tenemos que considerar que suelen ir en un equipo (antes de que haya protestas, elimino intencionadamente los fenómenos de transmisión horizontal de genes), y lo que se selecciona es el equipo o el vehículo, porque lo que vive o muere o se reproduce es el individuo. Y estamos en lo mismo de antes, lo que se beneficiará (a largo plazo) es el pool genético, ya sea por genes que aporten ventajas o por combinaciones de genes más ventajosas (genes o variaciones de esos genes, o sea, loci). Resumiendo, que me meto en jardines yo sola, intentaba expresar que el beneficio a largo plazo será para la población (o especie) permitiéndola una plasticidad que le permitirá coevolucionar con su ambiente.

    Cnidus :
    El egoista (o altruista) es el individuo, que hará lo que sea a costa de perpetuarse más que sus congéneres…

    ,
    Cierto, cierto, pero entonces si hará lo que sea para perpetuarse siempre es egoismo, ¿no? aunque lo disfracen de altruismo. Quiero decir, ¿qué sentido tiene hablar de altruismo si el fin último es su propia autoperpetuación y no la perpetuación de su especie?
    Supongo que la respuesta a estas preguntas es: por eso tiene mucho más sentido considerar al gen como unidad de selección que «usa» al individuo. Es lo que tiene ir meditando a la vez que se escribe 🙂

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  49. Paa
    25 febrero, 2010 a las 13:35

    Bueno, no me ha quedado tan mal lo de la cita, intentaré mejorarlo la próxima…

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  50. 25 febrero, 2010 a las 22:29

    Paa :

    Voy a ver si me sale lo de citar, que soy un poco torpe con estas cosas, asiq si me salen cosas raras, perdón

    Te salió, te salió 🙂

    Paa :

    Dices si la unidad de selección es el individuo, lo importante es que se beneficie el individuo. A corto plazo, totalmente de acuerdo. Pero, ¿cómo se mide el beneficio? Por la fitnes, es decir por el tiempo que vive y por la tasa de reproducción. Los descendientes de ese individuo seleccionado, ¿esto no es beneficioso para el conjunto de la población?
    Sé que al observarse los fenómenos de altruismo se buscaron otras unidades de selección, la población o los genes. Cuando hablamos de que el gen es la unidad de selección tenemos que considerar que suelen ir en un equipo (antes de que haya protestas, elimino intencionadamente los fenómenos de transmisión horizontal de genes), y lo que se selecciona es el equipo o el vehículo, porque lo que vive o muere o se reproduce es el individuo. Y estamos en lo mismo de antes, lo que se beneficiará (a largo plazo) es el pool genético, ya sea por genes que aporten ventajas o por combinaciones de genes más ventajosas (genes o variaciones de esos genes, o sea, loci). Resumiendo, que me meto en jardines yo sola, intentaba expresar que el beneficio a largo plazo será para la población (o especie) permitiéndola una plasticidad que le permitirá coevolucionar con su ambiente.

    Bien, has hecho una buena defensa del gen como unidad de selección teniendo en cuenta que siempre viaje en un vehículo compartdio, por lo que también hay que tener en cuenta no solo su acción individual, sino en combinación con esos compañeros de viaje.

    Particularmente estoy completamente de acuerdo, especialmente con la parte final, que me parece muy brillante: este juego de acción individual conjugado con la combinación en la que se expresa, se traduce en una mejora de la plasticidad de la población, la mejor garantía para posibles adaptaciones futuras.

    En este sentido, pienso que la plasticidad como «metacarácter» tiene una importancia enorme en la evolución. Muchas veces, la capacidad de cambiar puede ser más adaptativa en sí misma que el cambio concreto.

    Saludos.

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  51. 26 febrero, 2010 a las 0:45

    Las hormigas no son altruistas, sino que es como si toda la colonia fuera un único organismo. Los individuos enfermos abandonan la colonia lo mismo que una persona se amputaría (se haría amputar por un cirujano) una pierna gangrenada.
    Lo importante del altruismo, lo que de verdad lo diferencia de cualquier otra conducta de ayuda, es que no hay ninguna expectativa de obtener nada a cambio de nuestra ayuda, debe ser del todo desinteresada para que pueda considerarse altruismo.
    La supervivencia de una hormiga pasa por la supervivencia de su reina que engendrará a las hermanas de esas hormigas “altruistas”. La selección por parentesco hace que ayudemos a nuestros hijos porque lo que estamos haciendo es proteger nuestros genes; incluso si son nuestros hermanos u otros parientes los receptores de ayuda, no se tratará de altruismo sino de eficacia biológica inclusiva, ese porcentaje de nuestros genes que sobrevivirá con ellos.
    Pero no sólo ayudamos por egoísmo biológico, no sólo protegemos nuestros genes. Cuidamos de nuestros hijos y los protegemos incluso con nuestra vida, sean hijos biológicos o adoptados. Todo lo que conocemos como altruismo no es egoísmo genético. A veces ofrecemos nuestra ayuda a alguien a quien no conocemos y que no vamos a conocer. Donamos nuestros órganos y, desde luego, no van a devolvernos nada ni a nosotros ni a nuestros familiares puesto que esa persona no sabe quién le ha donado los órganos.
    La cooperación no es altruismo. La cooperación es que varias personas actúen de modo conjunto para lograr un beneficio para todos.

    Un saludo, JM

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  52. 26 febrero, 2010 a las 8:37

    Alicia :

    Las hormigas no son altruistas, sino que es como si toda la colonia fuera un único organismo. Los individuos enfermos abandonan la colonia lo mismo que una persona se amputaría (se haría amputar por un cirujano) una pierna gangrenada.

    Uffff. Eso es mucho decir. La decisión de amputar una pierna cangrenada implica una valoración consciente de costo/beneficio que dudosamente puede hacer un hormiguero. Creo que la comparación sería más adecuada con la pérdida espontánea dela cola en algunas especies de reptiles y comportamientos por el estilo, que no implican elección consciente sino mero comportamiento instintivo.

    Con el resto estoy bastante de acuerdo, Alicia, excepto en lo que creo que es una excesiva idealización del altruismo humano. Cierto que a veces ofrecemos ayuda desinteresada pero, ¿no estaremos en medio de un dilema del prisionero?. Y eso vale para la cooperación con objeto de un bien común. En realidad podemos estar dedicando nuestro esfuerzo a obtener un entorno más amigable que nos beneficie también a nosotros.

    Saludos.

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  53. 26 febrero, 2010 a las 12:10

    Nosotros vamos más allá, y también nos mostramos altruistas con otras especies. ¿Se ha observado ese comportamiento en animales? A mí me suena que sí.

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  54. 26 febrero, 2010 a las 14:08

    En el dilema del prisionero no hay altruismo sino sacar el máximo provecho para nosotros y para el otro pero, sobre todo, para nosotros.
    Es cierto que las hormigas no pueden elegir conscientemente nada (ni siquiera creo que sean capaces de elegir de ninguna manera), hay comportamientos instintivos que nos parecen conscientes, quizás porque nosotros realizaríamos ese tipo de conductas después de pensarlo, por eso no nos parecen instintivos. Las hormigas abandonan el hormiguero sin saber porqué lo hacen.
    Pero no creo que los animales sean capaces de actos altruistas. Estoy de acuerdo con que la cooperación no es altruismo, lo hacemos por tener «un mundo mejor» (si se me permite la cursilería).

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  55. 26 febrero, 2010 a las 14:16

    Sigo sin ver una línea que nos separe de los animales. Es cierto que entre las hormigas y nosotros existe un avismo en cuanto a la psicología, pero hay muchos animales, y entre ellos los hay más cercanos a nosotros.

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  56. Paa
    26 febrero, 2010 a las 14:42

    Gracias J.M. y gracias a todos por el debate…la verdad es que añoraba una discusión sobre evolución 🙂
    saludos

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  57. KuerVo
    26 febrero, 2010 a las 17:10

    Pa serte sincero, Hernández, no veo la analogía entre egoísmo-altruismo, y competencia-cooperación. Es que no la hay. Como ya han dicho algunos, por ahí, la cooperación puede ser egoísta. Jesús, el judío dios de los cristianos, mostraba una comprensión bastante aceptable de este hecho, cuando hablaba de las limosnas, los fariseos ricos y la viuda pobre.

    Por otro lado, la competencia no es una expresión del egoísmo [de dónde saca la gente tanta vaina?]. Tras la competencia puede solaparse un profundo altruismo. Se puede competir “en buen royo” con la superación como trasfondo. “Que gane el mejor aunque no sea yo”. En la competencia, el individuo débil es sacrificado para incrementar la eficacia del grupo. Si nos ponemos a cavar llegamos, no a China, sino a la conclusión de que tras la competencia puede haber tanto altruismo como tras la cooperación.

    En cuanto a lo del egoísmo genético [a este Dawkins se le ocurre cada cosa] basta decir que un gen por si mismo carece de significado, de capacidad de supervivencia y reproducción. El gen significa algo dentro del contexto del genoma. Por lo que si hay algo a lo que podemos llamar “altruista” [vaya aproximación!!], es al gen. Para el gen, el “bienestar” del resto define el propio “bienestar”, el gen es nada sin sus amiguetes de cuadra.

    Y lo de la cooperación y la competencia? Pero claro, ambas cosas! La competencia sin cooperación no tiene sentido y viceversa. Es que nos gusta liar la perdiz.

    Saludoski

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  58. Dario.vu
    26 febrero, 2010 a las 17:58

    En cuanto a lo del egoísmo genético [a este Dawkins se le ocurre cada cosa] basta decir que un gen por si mismo carece de significado, de capacidad de supervivencia y reproducción. El gen significa algo dentro del contexto del genoma. Por lo que si hay algo a lo que podemos llamar “altruista” [vaya aproximación!!], es al gen. Para el gen, el “bienestar” del resto define el propio “bienestar”, el gen es nada sin sus amiguetes de cuadra.

    🙄 ¿Queriéndo meter de contrabando la basura del Diseño Inteligente? 😛

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  59. 26 febrero, 2010 a las 18:07

    Cuando se habla de «gen egoísta» no se está nadie refiriendo a «un gen», es una metonimia del conjunto de genes que componen la carga genética de un organismo. El resto del cuerpo no es sino una carcasa lo suficientemente resistente para durar toda la vida. 🙂

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  60. 26 febrero, 2010 a las 18:20

    Kuervo, a mi modo de ver, das demasiado significado humano a esos conceptos. Dudo mucho que ningún animal compita por «superarse» y menos aún deseando que «gane el mejor» (es más, permíteme dudar que la mayor parte de los animales humanos compitan prefiriendo perder que ganar a alguien mejor).

    Dicho esto, no puedo ver altruismo alguno en la competencia (entendiendo altruismo únicamente en sentido etológico, no moral. Es decir, sacrificio personal para beneficiar a otro competidor). Otra cosa es que el competidor no tiene porqué ser un individuo (puede ser una manada o incluso una población entera); en este caso puede haber cooperación intragrupo, pero de la misma forma que podríamos decir que en el caso de competencia individual hay cooperación entre las células de cada individuo, y son cosas diferentes.

    Con respecto a que un gen por sí mismo carece de significado, pues tampoco lo acabo de ver. Cierto que siempre se evaluará en conjunto con sus compañeros de genoma (como ya indicaba Alicia), pero eso no anula la indivdualidad. El que no compita directamente contra ellos dentro del mismo genoma no significa que un alelo no pueda competir con otro situado en un individuo (y por lo tanto genoma) diferente.

    Imagina dos genomas iguales, a excepción de un gen que presenta alelos diferentes. Aunque la competencia y la supervivencia sea a nivel de los individuos que los portan, la selección tiene lugar en base al gen en el que diferencian.

    Por último, ¿la competencia no tiene sentido sin la cooperación? ¿porqué? Cuando un árbol de un bosque tropical compite con los próximos para alcanzar más superficie de insolación, no hay cooperación que valga.

    Saludos.

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  61. 26 febrero, 2010 a las 18:22

    Paa,

    Quiero decir, ¿qué sentido tiene hablar de altruismo si el fin último es su propia autoperpetuación y no la perpetuación de su especie? Supongo que la respuesta a estas preguntas es: por eso tiene mucho más sentido considerar al gen como unidad de selección que “usa” al individuo.

    Creo que conviene hablar de «altruísmo» como estrategia de vida, porque es un comportamiento muy característico. Al márgen de el fin último sea tu propio éxito. Por otro lado, ¿nosotros somos «usados» por los genes? ¿O más bien somos la expresión de nuestros genes? 😀

    Alicia, ¿pero hasta qué punto ayudar «desinteresadamente» está desligado con los centros del placer del cerebro?. Podría ser la resultante de ese mecanismo biológico programado para otra cosa, pero que en nuestro contexto actual nos «envía» a actuar de otra diferente. Claro que para ello ya se requiere de unas actitudes condicionadas con el ambiente… Por lo tanto, yo diría que los genes no siempre tienen la última palabra.

    Kuervo,

    Jesús, el judío dios de los cristianos, mostraba una comprensión bastante aceptable de este hecho, cuando hablaba de las limosnas, los fariseos ricos y la viuda pobre.

    Excelente ejemplo. En este caso ayudar a los demás es tan solo un medio para alcanzar el Reino de los Cielos 😉

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  62. Paa
    1 marzo, 2010 a las 12:52

    Cnidus

    Por otro lado, ¿nosotros somos “usados” por los genes? ¿O más bien somos la expresión de nuestros genes?

    ¿Ambos? 🙂 ¿cuál es el porcentaje de genes que se expresa? ¿cuáles son «nuestros» genes? ¿a partir de que generación, por ej, un gen de un virus deja de ser vírico para pertener a nuestro genoma?
    como la línea que separa la evolución con la filosofía es muuu delgada, unas preguntas metafísicas más.

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  63. KC
    1 marzo, 2010 a las 17:21

    Mis pregunta serían: ¿puede la consciencia mitigar la influencia genética en la conducta? ¿actuaríamos de la misma forma en todos los supuestos sin tener consciencia? ¿y teniéndola? ¿podríamos modificarla -la conducta-? ¿en base a qué? ¿tienen el lenguaje y la comunicación algo que decir al respecto? ¿lo tiene la reflexión?

    Saludos.

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  64. 1 marzo, 2010 a las 17:40

    La consciencia, y la capacidad de reflexión vienen determinadas por los genes. Igual que las funciones de un programa informático están determinadas por las líneas de programación.

    Sí, somos muy complejos, a parte de nuestros genes, el medio, nuestras experiencias, nuestra memoria, nuestra cultura, lo que nos dicen los demás, también influyen en nuestra conducta, pero es que estamos hechos para que así sea.

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  65. ernesto martinez
    28 abril, 2010 a las 12:52

    ¿Entonces el altruismo es sólo una cuestión de Biología? Me hace gracia que haya gente, que la hay, a punta pala entre los científicos, que apliquen estas ideas a la especie humana.
    Si el altruismo sólo es una realidad desde el punto de vista de la selección sexual, ¿me dejan que les diga una cosa? Que desde el punto de vista de la biología lo tengo todos. Unos hijos estupendos, una mujer que me quiere con locura y a la que yo quiero, etc. El amor es algo más que una adaptación biológica. ¿Si no que me impide que les diga que me cago en sus putas madres y que les reviente la cara? No se dan cuenta de que soy mucho más fuerte e inteligente que ustedes?
    Creo que pensar en los demás y ser buena gente es algo más que una mera adaptación.
    Gracias, un saludo

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  66. 28 abril, 2010 a las 12:58

    Ernesto,

    ¿Entonces el altruismo es sólo una cuestión de Biología? Me hace gracia que haya gente, que la hay, a punta pala entre los científicos, que apliquen estas ideas a la especie humana.

    El ser humano sigue siendo un animal, después de todo. ¿Por qué no ibámos a intentar enteder al ser humano desde el prisma de la biología?

    El amor es algo más que una adaptación biológica. ¿Si no que me impide que les diga que me cago en sus putas madres y que les reviente la cara? No se dan cuenta de que soy mucho más fuerte e inteligente que ustedes?

    Ya estamos con los espectáculos de «macho alfa»… Y luego reniegan del carácter animal del ser humano, hay que ver… Este párrafo merece unas bocarranas 😀

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  67. Fran
    28 abril, 2010 a las 13:02

    El amor es algo más que una adaptación biológica. ¿Si no que me impide que les diga que me cago en sus p**** madres y que les reviente la cara? No se dan cuenta de que soy mucho más fuerte e inteligente que ustedes?

    ¡Ñoo!, como anda la peña ultimamente, debe ser cosa del HAARP

    mucho mas fuerte, es probable… ahora lo de mas inteligente, yo no estaria tan seguro…

    vaya manera de expresar un razonamiento logico… 😉

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  68. 28 abril, 2010 a las 14:07

    Ernesto, ¿porque dices amor cuando quieres decir hacer el bestia? Búscate otro blog donde te domestiquen.

    Neveggggga 😉

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  69. 28 abril, 2010 a las 16:06

    El amor es algo más que una adaptación biológica.

    Puestos a filosofar, ¿de verdad necesitas una motivación espiritual para creer que tu vida tiene sentido? No te da igual amar y ser amado, precisas que se algo superior, elevado, diferenciador… pues mira, a mi me da mucha más pena eso.

    Saludos.

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  70. 28 abril, 2010 a las 16:07

    Cnidus :

    Ernesto,

    El amor es algo más que una adaptación biológica. ¿Si no que me impide que les diga que me cago en sus putas madres y que les reviente la cara? No se dan cuenta de que soy mucho más fuerte e inteligente que ustedes?

    Ya estamos con los espectáculos de “macho alfa”… Y luego reniegan del carácter animal del ser humano, hay que ver… Este párrafo merece unas bocarranas :D

    Maaarchando una de bocarranas para el caballero!!!

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  71. Ignacio
    24 agosto, 2010 a las 23:44

    Llego un poco tarde pero creo que nunca están demás estas cosas. En la primera frase del post pones Dawings en vez de Dawkins, que lo sepas.

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  72. 25 agosto, 2010 a las 8:32

    ¡Maltida dislesia!

    Corregido, gracias 😉

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  73. 25 agosto, 2010 a las 9:30

    Sigue estando mal. XD Es Dawkins, no Dawkings. 😛

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  74. jose
    25 agosto, 2010 a las 18:45

    ¿Altruismo o egoismo genético? ¿Canción o vibraciones de las cuerdas vocales?

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  75. 25 agosto, 2010 a las 19:10

    Hexo :

    Sigue estando mal. XD Es Dawkins, no Dawkings. :P

    @#W@#!! Gracias de nuevo!

    jose :

    ¿Altruismo o egoismo genético? ¿Canción o vibraciones de las cuerdas vocales?

    Bueno, Jose, no exactamente. En este contexto, altruismo significa que el organismo no obtiene ningún beneficio sino un prejuicio o, al menos, el riesgo de obtenerlo. Por el contrario, egoísmo consiste en un comportamiento encaminado a obtener beneficio.

    Así pues, la diferencia yo sí creo que es importante, no solo de denominación o apreciación.

    Saludos.

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  76. jose
    25 agosto, 2010 a las 19:22

    El egoismo genético, tal como dice el título del post, el post y todos los comentarios, no egoísmo a secas, no puede consistir en un comportamiento encaminado a obtener beneficio, porque los genes no tienen comportamiento, los individuos son los que lo tienen.

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  77. 25 agosto, 2010 a las 21:19

    Los genes no tienen comportamiento, son los individuos, como dice Jose, pero esos individuos son genéticamente egoístas. No es algo premeditado, ni siquiera meditado, es algo más bien intuitivo. Las madres (de todos los animales) protegen a sus cachorros y no a los cachorros de otras hembras; salvo excepciones de algunos animales que viven en manada y defienden a todos los cahcorros, más que nada porque suelen estar emparentados. Es otra forma de egoísmo genético, más débil que la que afecta directamente a los hijos. En cuanto a la defensa de los hijos adoptivos, con los que no se comparten genes, es algo diferente. Es más bien el sentido de la responsabilidad el que mueve ese comportamiento. Tenemos que ayudar a los que dependen de nosotros.

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  78. 25 agosto, 2010 a las 21:28

    Ok, pues si nos ponemos quisquillosos ;-), digamos entonces genes que provocan en sus portadores un comportamiento egoista (s.str.) o altruista (s.str.). Precisamente lo que vengo a decir es que el altruismo genético no existe.

    Remarco solo la diferencia, estoy totalmente de acuerdo con vosotros, excepto con el tema de la defensa de hijos adoptivos, Alicia, yo creo que sí es lo mismo: los genes no pueden comprobar la paternidad; la programación consiste en una tendencia a cuidar a lo que están cerca, especialmente si dependen de nosotros -como dices- y aumentando cuanto más tiempo pasemos con ellos. Pero se trata del mismo mecanismo o, dicho de otro modo, del mismo egoismo genético.

    Saludos.

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  79. 26 agosto, 2010 a las 11:30

    Hola, JM. Estoy de acuerdo contigo en que el altruismo genético no existe. Sería un despilfarro biológico. Pero el cuidado de los hijos adoptivos (o de niños ajenos en general, siempre que estén bajo nuestro cuidado) no lo marcan los genes sino la razón. Las madres siempre han dicho que quieren a sus hijos aunque sean unos malos bichos, incluso que darían la vida por ellos; y seguro que es cierto. Las noticias nos dan cuenta de ello más veces de lo que sería deseable. Pero no creo que eso sea tan instintivo con los hijos adoptivos. Pienso que a los hijos adoptivos se los quiere, principalmente, por lo mucho que se los ha deseado, pero una delgada línea marca la diferencia con los portadores de tus propios genes, y creo que es la razón. Cuido de mis hijos biológicos pase lo que pase y debo cuidar de mis hijos adoptivos porque es mi responsabilidad. Cuando el niño adptivo llega a casa está rodeado de cariño porque es alguien a quien se espera desde hace, a veces, años. El tiempo y el roce hacen el resto.
    Un saludo.

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  80. jose
    26 agosto, 2010 a las 14:10

    Siempre veo que la gente intenta buscar salidas egoistas a todos los comportamientos inesperados que ve, pero nadie nunca ve un comportamiento claramente egoista y piensa «¿habrá alguna forma de interpretar esto como altruismo disfrazado?». Creo que eso muestra una asunción implícita: ya existía al principio, cuando la gente tomaba la «lucha por la vida» en sentido amplio de Darwin y la reducía a competencia directa entre individuos; y ahora, que sabemos de genética, damos por bueno que el egoismo genético es algo común (aunque creo que sería mejor llamarlo simplemente selección natural, porque los genes no pasan solos, siempre pasa el genotipo entero) y hacemos una extrapolación al nivel individual, y esto es lo que lleva a explicaciones como la de que el parásito fuerza a la hormiga a irse lejos «para propagarse mejor». Juer, ¿qué mejor que un hormiguero lleno de hormigas para propagarse?

    Alicia, pero también hay casos de animales con hijos adoptivos, por ejemplo perros, y ellos no piensan mucho.

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  81. 26 agosto, 2010 a las 23:20

    El tema de la protección de los hijos adoptivos no pienso que sea tan racional ni altruista como podemos creer a primera vista. Genéticamente estamos preparados para proteger a nuestra descendencia (como buenos estrategas K), pero insisto: los genes no saben diferenciar a los hijos verdaderos de los adoptados, por lo que nuestra tendencia es cuidar a cualquier cría que tengamos cerca, incluso sabiendo que no es nuestra. Si a eso sumas el comportamiento social de los homínidos, explica porqué lo más habitual es la ternura y el instinto de protección ante cualquier niño.

    Y con el altruismo genético, Jose, completamente de acuerdo con que el gen no se perpetúa sólo, sino en un conjunto que forma el genoma. De ahí la importancia no sólo de su función individual, sino dentro del conjunto de genes que se expresan en el organismo. Sin embargo, para que un gen que desfavorezca la supervivencia se propague, debería ir muy ligado (genéticamente hablando) a otros que aporten una ventaja reproductiva mayor que la probabilidad de muerte suicida. En caso contrario, acabaría desapareciendo.

    Subo en un momento una nota interesante sobre este tema.

    Saludos.

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  82. 27 agosto, 2010 a las 13:46

    J.M. Hernández :El tema de la protección de los hijos adoptivos no pienso que sea tan racional ni altruista como podemos creer a primera vista. Genéticamente estamos preparados para proteger a nuestra descendencia (como buenos estrategas K), pero insisto: los genes no saben diferenciar a los hijos verdaderos de los adoptados, por lo que nuestra tendencia es cuidar a cualquier cría que tengamos cerca, incluso sabiendo que no es nuestra. Si a eso sumas el comportamiento social de los homínidos, explica porqué lo más habitual es la ternura y el instinto de protección ante cualquier niño..

    Por eso el Oso panda despierta ese instinto irrefrenable de protección y ternura que no despierta por ejemplo la extinción de una planta o un insecto.

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  83. 27 agosto, 2010 a las 13:47

    JM, el párrafo anterior está mál editado, ¿puede usted corregirlo?
    Gracias y saludos!

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  1. 20 febrero, 2010 a las 13:47
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