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El cromañón que descubrió el efecto Venturi.

2 May, 2011

Mano paleolítica. Cueva de Pech Merle, Francia.

Según nos informó el guía de la cueva de arte rupestre de Ardales (Málaga), en realidad es muy poco probable que el anónimo sapiens paleolítico que descubrió el efecto se llamara Venturi. Al fin y al cabo nuestro desconocido inventor vivió varias decenas de miles de años antes de que naciera el insigne físico italiano que hoy día le da su nombre al efecto.

Por el mismo motivo,  es muy poco probable que nuestro anónimo descubridor (o descubridora) supiera conceptualizar su invento en términos de presión y velocidad de fluidos. Teniendo en cuenta el contexto mágico-animista que solían usar como marco explicativo para intentar comprender el mundo que les rodeaba, quizás para ellos el curioso efecto fuera solo un fenómeno mágico más,  una magia que, eso sí,  funcionaba sorprendentemente bien desde un punto de vista técnico.

 
La cueva de Ardales no fue la primera donde se descubrió el uso de esta técnica, pero sí que es una donde la reconstrucción de los hechos resulta más que evidente para el observador moderno.
 
Vamos a seguir paso a paso esa reconstrucción. Al poco de haber entrado a la cueva nos encontramos con uno de sus símbolos más visibles, una mano prehistórica pìntada de color negro en negativo.
 

Mano de Ardales

 Como muchas otras manos paleolíticas, presenta una deformidad intencionada. En este caso los dedos índice y meñique están plegados debajo de la mano dejando los 2 dedos centrales extendidos, una postura bastante díficil que sin duda nos está mandando un mensaje, aunque hoy día no sepamos decir qué significa. En todo caso es un indudable signo de humanidad, un gesto humano plasmado en las entrañas de la tierra de un mundo primitivo.
 
Pero lo más interesante de esta mano es que al pie de la misma se hallaron intactos los utensilios con los que fue pintada: una piedra con forma de recipiente y 2 huesecillos huecos de ave. Los huesecillos tenían aún restos de pintura en su interior, la misma pintura de la mano. La reconstrucción de los hechos era evidente: alguien sopló pintura por los huesecillos sobre una mano y dejó impresa su figura en la pared. Todo muy intuitivo, ¿no? ¿Dónde está el problema técnico entonces?
 
El problema técnico surge cuando los arqueólogos experimentales no son capaces de reproducir la figura usando herramientas similares a las encontradas si simplemente se limitan a aspirar pintura y expelerla por el huesecillo. Ya de partida es muy incómodo llenarse la boca de pintura y soplar por una cañita ridículamente pequeña, pero es que además con ese método,  la pintura forma grumos y borrones alrededor de la mano, y no es eso lo que vemos en la pintura de la cueva (!). La pintura paleolítica original está distribuida uniformemente en pequeñas partículas como si hubiera sido esparcida por un pulverizador de pintura moderno.
 
Pero aquella gente no tenía aerosoles como los actuales. ¿O tal vez sí?  Porque…  ¿Por qué había dos huesos en lugar de uno? ¿Y por qué eran tan cortos? Sin duda, estábamos haciendo algo mal en nuestro intento de reconstrucción técnica.
 

Aerógrafo paleolítico. Fuente: Museo de Altamira (ver pdf abajo)

En efecto, con 2 palitos y un recipiente podemos fabricar un pulverizador  de pintura que funciona como cualquier aerosol moderno. Ni siquiera tenemos que mancharnos la boca de pintura. Simplemente soplamos aire por nuestro tubo, y el efecto Venturi hace el resto.
 
Ahora si que podemos reproducir la textura uniforme de pequeñas partículas que apreciamos en las pinturas paleolíticas originales, pero… ¿Cuál es la explicación en detalle de este fenómeno?
 
El efecto Venturi nos dice que (copio de la wiki): «un fluido en movimiento dentro de un conducto cerrado disminuye su presión al aumentar la velocidad después de pasar por una zona de sección menor.»
 
 Al soplar con fuerza por el tubo, la velocidad del aire hace que la presión disminuya en el extremo superior del tubo vertical. La diferencia de presiones resultante en ambos extremos del tubo vertical hace que la columna de pintura suba, empujada por la presión atmosférica (al haber en el extremo superior una presión inferior a ésta). Cuando la columna de pintura ascendente se encuentra con el chorro de aire, se produce la pulverización.
 
 

Esquema de Julio Güémez Ledesma. Click en la imagen para una explicación más detallada con fórmulas en el blog de este profesor de Termodinámica.

 
Los aerógrafos de hueso encontrados en la cueva de Altamira nos cuentan exáctamente la misma Historia. En este caso tenemos disponible on-line el paper de la investigación. Y es bastante recomendable su lectura:
 
 
Y… bueno, lo único que queda pendiente es que no os creais las cosas así porque sí. Intentad reproducirlo en casa como intrépidos arqueólogos experimentales. Sólo necesitáis dos pajitas cortas, un recipiente de agua, y… mucha paciencia. Al principio cuesta un poco pillarle el tranquillo, y encima lo más normal es que te regañen por andar poniendo perdida de agua toda la casa. Pero merece la pena. 🙂
 
Os dejo un par de videos como tutorial. Ya me contaréis si lo habéis conseguido o no.
 
 
 
 
 
 
 
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  1. KC
    2 May, 2011 a las 16:15

    Desde luego, lo de retraer algunos dedos es un misterio. Bueno, más que misterio seguramente algún tipo de código con un significado concreto, e incluso más que un código una simbología conocida por todos los de aquella época, pero desconocida para nosotros.

    Lo que parece claro es que estas pinturas son un signo de inteligencia artístico-plástica que supera con creces a la de cualquier otro tipo de animal y que muy probablemente serviría como actividad social, posiblemente ritual, y como forma de superar el aburrimiento (uno de los varios motores de todo).

    También es muy posible que tenga que ver con el concepto mágico de poder trastocar la realidad impregnando algo imborrable o duradero que además quizás sirviera de árbol genealógico primitivo. Lo que desconocía totalmente es lo de que el 75% de las manos pudieran ser de mujer, así que no descarto tampoco la teoría de que algo de finalidad decorativa hogareña pudiera tener 😀

    Muy buena entrada, batracio.

    Saludos.

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  2. 2 May, 2011 a las 16:16

    Curioso. Hace unas semanas organizamos un curso sobre cuevas y fuimos de excursión práctica a la cueva de ardales. Pedro Cantalejo, el administrador de la cueva nos hizo una visita personalizada muy interesante y nos explicó el funcionamiento de este extraño spray dentro de la cueva.

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  3. AvA
    2 May, 2011 a las 16:26

    Se te echaba de menos Rano. Un placer verte de nuevo. 😉

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  4. 2 May, 2011 a las 16:51

    KC :

    Desde luego, lo de retraer algunos dedos es un misterio. Bueno, más que misterio seguramente algún tipo de código con un significado concreto, e incluso más que un código una simbología conocida por todos los de aquella época, pero desconocida para nosotros.

    Exacto, KC. 😉

    Lobo :

    Pedro Cantalejo, el administrador de la cueva nos hizo una visita personalizada muy interesante y nos explicó el funcionamiento de este extraño spray dentro de la cueva.

    Sí, lo hacen con todas las visitas a la cueva, y es espectacular. El ambiente hace mucho, ese silencio solo roto por las gotitas de agua que caen de las estalactitas y esa iluminación en penumbra… Uno no se espera ver de repente el pedazo de chorro pulverizado que sale de esos dos endebles palitos.

    PD: un saludo para ti también AVA, que hacía mucho que no hablábamos. 😀

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  5. orayo
    2 May, 2011 a las 17:46

    Me ha encantado la explicación.
    Este aerógrafo casero y portátil está de lujo para cuando se quiera hacer una pancarta o alguna decoración artística en la calle. Tiene que ser divertido y supongo que a veces muy frustrante este trabajo de los arqueólogos experimentales.

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  6. 2 May, 2011 a las 18:10

    ¡Peeedazo de entradaa…, Señor Don.., Rano Verde!
    Colorado de envidia estoy.. 😀

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  7. Marino
    2 May, 2011 a las 18:14

    Es genial!
    Me apunto ese invento, a los mas peques de la familia les puede gustar mucho, sobretodo por lo «magico» que parece.

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  8. 2 May, 2011 a las 22:10

    Quitando que habría que ir abandonando el termino cromañón (pertenece a una taxonomía racista, está anticuado, es poco científico, y el «fósil director» ha resultado ser unos 15000 años más reciente de lo que se le supuso en el S. XIX) el post está muy bien. Lo del aerógrafo prehistorico lo estudiamos en la carrera, pero es bueno que alguien lo explique en plan divulgativo.
    Hice un post en mi blog sobre el término cromañón:
    http://timoneandertal.blogspot.com/2010/08/cromanones-no-gracias.html

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  9. Phosphoros
    2 May, 2011 a las 23:25

    Hola
    Ché, ¿esto fue antes o después del Diluvio?…¡¡¡Já!!!.
    Saludos.

    P.D.: Excelente el Artículo.

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  10. Gregorovius
    2 May, 2011 a las 23:38

    Ese aparatito lo conocí como instrumento para barnizar pinturas. Era articulado, dos tubitos de metal unidos por una pieza articulada. Se metía uno en el frasco de barniz y por el otro se soplaba. Y así se esparcía el barniz sobre la pintura.
    Esto no es de la época de la cultura magdaleniense, no soy tan viejo, sino de finales de los setenta (del siglo XX), cuando iba a la actividad extraescolar de pintura (en el aula de dibujo, no en una cueva).

    Seguramente haya habido aparatos semejantes desde el magdaleniense hasta hoy, pero antes de que Venturi construyera la explicación racional, los Richard Dawkins y James Randy de la época considerarían el instrumento como cosa de magia, y harían experimentos en los que no funcionaría, por utilizar pajitas y huesitos desajustados con la viscosidad de la pintura.

    La cosa es difícil de hacer con dos pajitas, claro. Y a ver quién es capaz hoy de hacer una punta de flecha «hoja de laurel» de las que se hacían en aquellos tiempos. Es decir, esa gente, antiguamente llamada «cromañón», tendrían su progreso tecnológico y sus ingenieros para construir buenos pulverizadores, y también para los increíbles instrumentos de sílex.

    Tenían tiempo para aprender a hacer cosas útiles, en aquellos tiempos …

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  11. Nelson
    2 May, 2011 a las 23:59

    Me deja asombrado el nivel de ingenio de los moradores de esas cuevas. Pensar que ancestros que sí existieron fueron capaces de tanta creatividad, en comparación con la estupidez de ancestros que jamás existieron, me hace sentir orgulloso y esperanzado de ser humano.

    (Por ancestros que jamás existieron léase tontos que escuchan a serpientes que hablan)

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  12. Gregorovius
    3 May, 2011 a las 0:08

    @Nelson: A estos los echaron del Arca de Noé por dejar todo salpicado de pintura y todo lleno de piedrecitas cortantes 😀

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  13. persona
    3 May, 2011 a las 1:49

    Gregorovius, yo no me considero muy mayor, 35 años, y esa herramienta la utilice en dibujo. El que use yo era de plastico y es que un aerografo medianamente decente cuesta una barbaridad, o costaba, que hace años que no los uso.

    De todas maneras, es simplemente asombrosa la capacidad creativa del ser humano, en el fondo a veces no me extraña que haya imbeciles que se traguen las teorias alien-gatoides porque cosas como estas revelan un ingenio incomparable.

    Muy buen articulo Rano.

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  14. 3 May, 2011 a las 18:13

    Espectacular muestra de ingenio de nuestros ancestros.

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  15. Nelson
    3 May, 2011 a las 19:47

    Gregorovius :
    @Nelson: A estos los echaron del Arca de Noé por dejar todo salpicado de pintura y todo lleno de piedrecitas cortantes

    Jeje, a lo mejor de tanto soplar hundieron la atlántida.

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  16. Selfish
    4 May, 2011 a las 9:05

    Pero si esto fué antes del diluvio, entonces ¿como es que no se ha estropeado la «pintura» con el agua? Las cuevas estarían inundadas 😉

    Muy buena entrada!

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  17. 7 May, 2011 a las 15:27

    Por alusiones:
    Buenas tardes a todas/os: me encanta el debate que habéis organizado tras la entrada/comentario que el bloguero ha realizado sobre el empleo de los aerógrafos durante el Paleolítico.
    Aprovecho para puntualizar algún aspecto concreto que tiene que ver con los resultados de nuestra investigación.
    – Cronología de las manos aerografiadas: sin duda, fueron uno de los motivos gráficos más antiguos del ser humano y, por tanto, no se realizaron durante el Magdaleniense (como los Bisontes de Altamira), sino mucho antes, durante el Gravetiense (entre el 30.000 y el 27.000 antes del presente). Según todas las investigaciones realizadas en la treintena de yacimientos con manos aerografíadas de Europa (que es lo mismo que decir «del mundo» en lo que respecta al arte rupestre Paleolítico), confirman que el tema de las «mano» dejó de ejecutarse en las cuevas hace más de veintiseis mil años, convirtiéndose, por tanto, en el referente de los inicios del arte humano.
    Sobre el por qué de los gestos de estas manos, no sabemos nada a ciencia cierta, sólo que no se repiten en cuevas distintas, sino que son exclusivos de cada uno de los yacimientos en donde se representaron.
    Si son manos de mujeres u hombres, tampoco hay nada concreto, porque en algunos yacimientos muy bien estudiados (p.e. Gargas en el Pirineo Francés, donde se han inventariado más de doscientas manos), intervinieron jóvenes y adolescentes, complicando la atribución, si pensamos exclusivamente en el tamaño. Parece poco científico atribuir manos grandes a hombres y manos pequeñas a mujeres, cuando eso es un apriorismo puro y, por tanto, poco fiable.
    En definitiva, durante la primera época del arte (30.000 – 25.000), conocido por nosotros como el «Arte Arcaico» o «Arte de los Exploradores», ya se utilizaban todos los medios para ejecutar las obras gráficas: hay grabados utilizando muchos tipos distintos de herramientas (punzones, palos, buriles de sílex, los dedos…), hay pinturas aplicadas con los dedos y con pinceles, así como las aerografiadas; se realizan esculturas y relieves en las paredes y, por supuesto, esculturillas en hueso, roca, marfil, etc. (como las famosas «venus» que son de esta época inicial).
    Todas las técnicas están funcionando en esta época sin que yo recuerde alguna que sea una aportación de épocas sucesivas, salvo el uso de varias técnicas a la vez en un mismo motivo (como ocurre con los Bisontes de Altamira, donde se pintó, se aerografió, se grabó y se aprovecharon los volúmenes para dar sensación escultórica).
    Estoy cansando, lo siento, pero quería sumarme al debate con lo último que sabemos sobre el asunto.
    Os estoy muy agradecido por vuestro interés, recibid mi admiración más sincera.
    Pedro

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  18. 7 May, 2011 a las 18:16

    Gracias por la aclaración, Pedro. Una pregunta. Dices que los gestos de las manos son exclusivos de cada cueva, ¿podría ser una especie de marca de propiedad, del tipo «esta cueva es del clan X»?

    Un saludo.

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  19. 8 May, 2011 a las 12:18

    Hola Javi: efectivamente, los gestos son exclusivos, salvo lo de poner toda la mano sin dedos plegados, que hay en varias cuevas. Como curiosidad, nunca se escondió el pulgar y en la cueva con manos más próxima a Ardales (Maltravieso, en Cáceres), el gesto consistió en esconder el meñique sólo.
    Evidentemente lo que pensamos es que las manos, representaba a los HU-MANOS, como la huella de un lobo representa al animal en el medio, o la de un oso, o la de cualquier animal que anda por el suelo. Así que la huella es algo muy representativo y así debieron entenderlo los primeros humanos como nosotros.
    En las cuevas que se visitaron pronto, se realizó una exploración, como os comenté y consistió en conocer espeleológicamente todo el cavernamiento posible, marcarlo con rojo, fundamentalmente y preparar las rutas para sucesivas incursiones. Es posible que cuando la cueva quedara explorada y marcada se «humanizara» con las huellas de las manos y así, de forma inconfundible, la cueva se transformaba, para los grupos humanos del Paleolítico, en un gran edificio CULTUAL, donde se volvería no ya a un lugar de la naturaleza sino al sitio donde se atesoraba la cultura de nuestros antepasados.
    Por tanto, mi opinión es que sí, que las manos representan una marca no tanto de propiedad, sino de humanidad, es decir de que cuando se entra en la Cueva de Ardales y desde hace treinta mil años, se entraba en un edificio donde se atesora parte de la cultura de nuestros orígenes y lo que más me fascina de todo esta propuesta es que ellos sabían que dejaban información para el futuro.

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  20. 8 May, 2011 a las 15:26

    Gracias, Pedro. Muy interesante.

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  21. 9 May, 2011 a las 18:31

    Mil gracias por esas valiosísimas aclaraciones, Pedro. Es un privilegio poder contar con la opinión de alguien como tú en el post. Os deseo que tengáis mucha suerte con la enorme labor divulgativa y de investigación que estáis desarrollando en Ardales. 🙂

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  22. KC
    9 May, 2011 a las 19:36

    Yo también quisiera agradecer a Pedro que pasara por aquí y nos dejara sus comentarios. Además creo haberle visto en un vídeo de la web de Ardales explicando varias cosas muy interesantes. Por cierto, a ver si antes de septiembre puedo pasar por allí, que sería una excursión de fin de semana que siempre he querido hacer.

    Saludos.

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  23. 24 May, 2011 a las 11:28

    Muy interesante, y una gozada contar con las aclaraciones de un auténtico experto en la materia. Me fascinó tanto el tema que el otro día improvisamos uno de estos aerógrafos en la terraza de una tetería. Es impresionante la pulverización que se consigue con dos pajitas y un vaso de agua… Por si a alguien le interesa:

    http://miguelsantander.wordpress.com/2011/05/24/graffiti-paleolitico-el-experimento-3/

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  1. 2 enero, 2013 a las 13:32
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