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Los niños aprenden a balbucear igual que los pájaros aprenden a cantar


Fuente: Roger Wright/Stone/Getty Images. Tomada de Nature

Fuente: Roger Wright/Stone/Getty Images. Tomada de Nature

Los niños aprenden a balbucear antes de empezar a hablar, primero repitiendo sílabas individuales (como ba-ba-ba), después encadenando varias sílabas juntas (como ba-da-gu). Los pájaros cantores muestran un patrón similar durante su aprendizaje del canto. Se piensa que la capacidad para establecer una secuencia silábica es innata y aparece de golpe, pero una publicación aparecida en el último número de la revista Nature pone en duda esta teoría.

En dicho trabajo se analiza como aprenden a emitir las primeras secuencias de sonidos tres especies: el diamante mandarín, el capuchino culiblanco y los humanos. Sus conclusiones muestran que el aprendizaje se da sílaba a sílaba, algo que difiere con la teoría del aprendizaje innato del lenguaje.

Los investigadores entrenaron diamantes mandarines (Taeniopygia guttata) jóvenes a cantar una canción en la que tres sílabas representadas por las letras A, B y C iban en el orden ABC-ABC. Después enseñaron a los mismos pájaros a cantar una canción con las mismas sílabas, pero en otro orden: ACB-ACB. 8 de los 17 pájaros aprendieron la nueva canción, pero no de golpe. Aprendieron primero sílabas de un solo par, primero de A a C, luego de C a B y finalmente de B a A. Y eso no lo hicieron en una sola noche, tal y como la teoría del aprendizaje innato predice. Como media, tardaron 10 días para el primer paso, el segundo paso lo aprendieron en 4 días y el tercero en sólo 2.

Patrones similares fueron encontrados con el capuchino culiblanco (Lonchura striata domestica). En las canciones de estos pájaros, algunos pares silábicos son reversibles, en ocasiones la sílaba A va delante de la B y viceversa. La teoría del aprendizaje innato predice que estos pájaros jóvenes aprenden ambos procesos a la vez, pero no lo hacen, el estudio muestra que se tarda una media de 18 días en aprender las dos ordenaciones por separado.

La conclusión más sorprendente del trabajo es la que afirma que los bebés poseen patrones de aprendizaje similares al de las aves canoras. Los investigadores analizaron el registro vocal de 9 niños, su variación a lo largo del tiempo desde la repetición de una sola sílaba hasta un balbuceo más complejo. Así comprobaron que el tiempo necesario para llevar a cabo este proceso es de 20-30 semanas, con un desarrollo que sigue parámetros similares al observado en las aves que aprenden a cantar.

Referencia:

Lipkind, D. et al. Nature (2013)

Ravn, K. (2013) Babies learn to babble like birds learn to sing. Nature News

  1. 4 junio, 2013 a las 23:41

    Sin leer el artículo (lo cual es una mala práctica, lo sé) puedo aportar lo siguiente: la teoría innatista no sostiene que los sonidos del lenguaje son innatos, sino la capacidad de generar una gramática coherente a partir de los inputs (pobres) del lenguaje natural en entornos normales lo es.
    Con respecto a los sonidos, no tengo en la memoria nada ni remotamente reciente, pero sí recuerdo a Jakobson decir (sería por los 50s estimo) que los niños con la capacidad de generar todos los sonidos de cualquier lengua y, al ir creciendo, aprenden a reproducir solo los que portan sentido en su lengua materna. Una especie de filtro.

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  2. 5 junio, 2013 a las 0:58

    Siempre me ha parecido que la gramática innata de Chomsky (a quien admiro en otros campos) es basura pseudocientífica indemostrable. ¿Alguien ha podido comprobar la existencia de gramática innata en niños que se han criado en estado salvaje y se les ha encontrado cuando eran adolescentes o adultos (tipo Kaspar Hauser)? Me apuesto un euro a que no.

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  3. KC
    5 junio, 2013 a las 1:17

    #2 el problema es que hay cosas mucho más complicadas que otras de demostrar.

    Lo que dice Chomsky no es que si tu dejas a un niño en el campo, sin interacción social, a los 30 tenga la verborrea y el palabrerío de un político. Lo que dice es que si por ejemplo tú dejas a un niño sin esa interacción social, cuando en la adolescencia intentes enseñarle un lenguaje no lo aprenderá con la soltura del niño, porque aunque la capacidad hacia una expresión oral sea real -que es lo que es únicamente innato-, no conseguirá hablar de la misma forma como si hubiera recibido toda clase de inputs. Pero la capacidad la seguirá teniendo, porque su cerebro está «preparado» para el lenguaje.

    Saludos.

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  4. 5 junio, 2013 a las 2:27

    Como dice KC, no sería lo mismo. De hecho, es posible que un adulto que no aprendió ningún lenguaje no pueda aprender más que los rudimentos de grande, con enormes limitaciones.
    Por otro lado, el fenómeno de las lenguas Pidgin y Creoles va a un poco en la dirección de que has perdido el euro apostado 😉

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  5. Jorge Agustoni
    5 junio, 2013 a las 2:56

    Todos los niños normales tienen la estructura (capacidad) necesaria para el lenguaje. Esto seguramente asociado al desarrollo del sistema nervioso. Por eso, si no aprende a hablar hasta los 14 o 15 años más o menos, es muy posible que aprenda muy poco o nada. Esto se desprende del estudio de casos aislados, insuficientes desde el punto de vista científico e imposibles de reproducir en condiciones controladas por cuestiones elementalmente éticas.
    Además, el niño tiene la capacidad para aprender cualquier lenguaje siempre que el medio se lo suministre, pero no todos al mismo tiempo. El cerebro es un órgano limitado, así como el hombre lo es.

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  6. Francesc
    5 junio, 2013 a las 9:00

    @5 imposible de reproducir en humanos. Lo más interesante de este artículo me parece que es la comparativa con otras especies: si aprendemos de forma similar los experimentos se pueden realizar con las otras especies. Así que ya estaran buscando unos pájaros que aislar de sus progenitores, a ver si cantan.

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  7. Masklin
    5 junio, 2013 a las 9:14

    Interesante artículo, nada que me sorprenda (Nos parecernos más de lo que pensamos a otros animales,… antropocentrísmo). Bueno, algo sí me sorprende, el que llamen «cantar» al sonido que hacen los diamantes mandarines, que se parece más a un matasuegras, jejeje

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  8. 5 junio, 2013 a las 9:28

    Lo sorprendente de este artículo es que especies que han evolucionado en dos ramas aisladas durante cientos de millones de años tengan los mismos mecanismos de aprendizaje. ¿Fue por convergencia o porque el remoto antepasado de mamíferos y aves aprendía de la misma manera?

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  9. KC
    5 junio, 2013 a las 16:40

    ateo666666 :
    Lo sorprendente de este artículo es que especies que han evolucionado en dos ramas aisladas durante cientos de millones de años tengan los mismos mecanismos de aprendizaje. ¿Fue por convergencia o porque el remoto antepasado de mamíferos y aves aprendía de la misma manera?

    Como ya sabes, todos los seres vivos son sistemas de adaptación. Los hay más alejados y menos, pero hay cosas universalmente esenciales que no tienen por qué requerir mecanismos absolutamente diferentes. Seguro que de existir seres no terrestres también se comunican de alguna forma y probablemente no sea telepáticamente (como pueda pensar cualquier lector de cómics para el que la realidad es lo que ve en un cómic).

    La comunicación es universal y se dará en cualquier especie, aunque sea mediante señales químicas. Los formas de lenguajes y sus aprendizajes no, pero su esencia sí.

    Lo que realmente estaría bien sería un estudio sobre la complejidad en el lenguaje de cada especie de ave y cómo éste les sirve como herramienta para poder vivir y sobrevivir (incluso sin necesidad de estafar).

    Saludos.

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  10. KC
    5 junio, 2013 a las 16:44

    Otro estudio interesante que se me ocurre, por si hay algún ornitólogo en busca de futura tesis, sería la relación entre la biología muscular de las especies y el grado de complejidad sonora susceptible de modulación, y a su vez la relación con la complejidad en el lenguaje de esas especies concretas.

    Saludos.

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  1. 4 junio, 2013 a las 21:32

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