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La memoria del agua (I): las fábulas de Emoto

4 febrero, 2013

Masaru-EmotoMasaru Emoto lleva años defiendo de una forma esotérica la existencia de la memoria del agua. Para apoyar sus afirmaciones esgrime dos artículos publicados en revistas científicas. En este post mostramos el poco rigor científico con el que Emoto ha construido su propio imperio del agua.

El concepto de memoria del agua habla de unas supuestas propiedades, estructurales, vibraciones o de otro tipo, que posee el agua, y que le permiten “recordar” eventos por los que han pasado sus moléculas (1). Este término se ha popularizado por los trabajos de Jacques Benveniste. Este investigador francés aseguró haber encontrado unas propiedades diferenciales en soluciones ultra-diluidas. Asumiendo que en dichas disoluciones no podía quedar ninguna molécula del principio activo de partida, justificó el supuesto efecto, a la memoria del agua.

Pero ambas propiedades son independientes. Por un lado tenemos el supuesto efecto que Benveniste expuso, pero que no pudo reproducir, y del cual hablaré en otra entrega. Por otra parte está la memoria del agua, la cual no es aceptada por los científicos, aunque algunos investigadores defensores de la homeopatía afirman que sí existen evidencias experimentales a su favor (1). De ese tema también hablaré en otro artículo. Hoy voy a hablar acerca de una de las personas que más ha popularizado el concepto de memoria del agua: Masaru Emoto.

A Masaru Emoto se le ha calificado como el “profeta del agua”. Defiende que los beneficios de la homeopatía residen en la memoria del agua, y no solamente por el uso de compuestos ultra-diluidos de supuesta validez terapéutica, sino porque el agua tiene capacidad terapéutica, dependiendo del entorno del que provenga. El propio Emoto describe su forma de pensar en este párrafo:

El pensamiento, las palabras, las etiquetas de los envases pueden cambiar a mejor el agua. Dado que nosotros somos 70-80% agua, cambiamos de igual forma. Use mi teoría para mejorar su vida.

Muy bonito y muy místico, pero tan válido como cualquier pensamiento religioso. Para quien quiera conocer las opiniones de Emoto recomiendo una entrevista para el Magazine de La Vanguardia. Destaco algunas “perlas”

¿Cómo llegó a formular esta hipótesis?

Hace 25 años buscaba el modo de visualizar el poder sanador de los preparados homeopáticos que empleaba como terapeuta, cuya base es el agua.

¿Y lo logró?

Sí, mediante los cristales de hielo del agua.

¿Qué demostró con esos cristales?

Que el agua tiene memoria. Que registra las vibraciones de cualquier sustancia disuelta en ella. ¡Incluso si la disolución es infinitesimal y no detectamos en esa agua ni una sola molécula de dicha sustancia!

Si no hay molécula, no puede haber efecto, ¿no?

¡Pues sí hay efecto! Ese es el misterio: la información de la sustancia ha quedado registrada de algún modo en el agua.

Póngame un ejemplo.

Disolví una gota de aceite esencial de flor de cerezo en agua destilada. La congelé y luego la descongelé lentamente: fueron formándose cristales, visibles sólo al microscopio. Los fotografié y filmé. ¿Qué forma adoptaron esos cristales de agua?

¿Qué forma?

¡La de la flor del cerezo!

Pudo ser una coincidencia.

Lo he repetido con otras flores: ¡la forma del cristal siempre replica la geometría de la flor! ¿Por qué?

¿Por qué?

Creo que se trata de una información profunda, vibracional, que persiste y resuena: el agua la capta y la registra, y al cristalizar se visibiliza, podemos contemplar su geometría.
(…)
¿Qué otros experimentos ha diseñado para demostrar esto?

He tomado un frasco de agua destilada y la he expuesto a palabras insultantes, agresivas, violentas, maleducadas, groseras, malsonantes… Luego ha cristalizado muy mal, con cristales aberrantes.

¿Y si las palabras son dulces y amorosas?

Forma bellísimos cristales. Los más despampanantes son hexagonales con soberbios despliegues fractales.

¿Qué palabras agradan más el agua?

Gracias y amor.

¿Importa el idioma en que se le diga eso al agua?

No. En cada idioma, la palabra gracias contiene la vibración natural de esa emoción, de la gratitud, de la intención agradecida, de ese estado anímico humano. Por lo tanto, esa vibración originaria es lo que transmitimos y el agua recibe.

Entonces, ¿es útil bendecir el agua, el vino, la sopa…?

¡Claro! Esos líquidos registran esa intención benévola y se cargan de benéficas vibraciones. Y un agua así vivificada será salutífera.

¿A alguien no le suena todo esto muy, muy, pero que muy extraño?

¿Se puede curar enfermedades con agua tratada con buenas
vibraciones?

Sí. Es la medicina del futuro.

El problema es que muchos ya la asumen como la medicina del presente, vendiendo algo no demostrado (de hecho ha sido refutado), como algo con propiedades curativas e ingresando buenos dividendo mientras tanto.

¿Podemos vivificar el agua a distancia?

También he experimentado al respecto: doscientas personas enviaron sus buenas intenciones a un frasco de agua que estaba en Japón y que veían por Internet. ¡Y mejoraron los cristales resultantes!

Muy curioso que diga esto, porque los resultados muestran todo lo contrario, ahora iré a ello.

¿Dónde está el mejor agua del mundo?

En Japón, por sus cumbres y cielos, sus paisajes armónicos, su luz, su clima con cuatro estaciones, por ser una isla, por el mar…

No podía ser de otra forma. Pese a que muchos lugares en la Tierra cumplen las condiciones que él pregona, el agua mejor está en Japón. No va a dejar que otros exploten el negocio, ¿no?

En esta entrevista Emoto muestra una cara bastante mística, muy alejada el pensamiento científico. Pero cuando hay tanto respeto y tantos seguidores de Emoto siempre queda la duda de si es pura charlatanería, o hay algo que merezca confianza detrás de todo eso. Para comprobarlo hay que tomar la aseveración que puede ser demostrada científicamente y ver si se sostienen. Emoto asegura que los cristales de agua congelada que procede de agua purificada o tratada “mentalmente” de alguna manera (bellas palabras, estados anímicos adecuados, etc) presentan formas cristalinas más armónicas, geométricas y de mayor belleza, que los cristales procedentes de aguas no tratadas. ¿Cómo puede asegurar eso, como ha llegado a esa conclusión?

Los famosos cristales de agua congelada de Emoto

Los famosos cristales de agua congelada de Emoto

Se supone que ha realizado experimentos en los que ha probado esa afirmación. Y cabe preguntarse cómo se han realizado esos experimentos porque en una muestra de agua no hay formación uniforme de cristales, éstos poseen diferentes formas, por lo que “sabiendo” lo que se busca se puede “ajustar” (de forma objetiva o subjetiva) el resultado final. Está demostrado desde hace mucho tiempo que en una muestra de agua aparecen cristales bellos, otros irregulares y otros amorfos, ¿por qué se eligen unos determinados para las imágenes y se abandonan otros?

Para contestar esas preguntas lo mejor es ir a PubMed, buscar las publicaciones científicas de Emoto y analizarlas. La primera publicación con datos experimentales que intenten avalar sus ideas es del año 2006, en la revista Explore, donde firma junto a Dean Radin (2). Explore es una revista de revisión por pares con clara tendencia positiva hacia las terapias complementarias y donde curiosamente Dean Radin ejerce de co-editor.

El experimento es de lo más llamativo: cerca de 2.000 japoneses realizan una sugestión positiva desde Tokio a dos botellas de agua mineral marca Fiji, que se encuentran en California. Los voluntarios observan una foto de las botellas y con la herramienta informática “Google Earth” ven la distancia entre Japón y California. Como botellas control se utilizan otras dos de la misma marca que están localizadas en otro punto del mismo edificio, pero que no ven los voluntarios. Las cuatro botellas son enviadas a Emoto para que obtengan cristales de dicha agua y observen su belleza (24 fotos de cristales de agua “sugestionada” y 16 fotos de agua “no sugestionada”). Las fotos observadas por unos 100 jueces que no saben de dónde procede cada fotografía otorgan al agua “sugestionada” una belleza de 2.87 sobre 6, mientras que a la “no sugestionada” le dan valores de 1.88 sobre 6, lo que apoya sus hipótesis.

Hay varias críticas que realizar a este trabajo:

1. Llama la atención que se tomen 24 fotos de agua “sugestionada” y sólo 16 de la “no sugestionada”. No he encontrado una explicación a esta discrepancia que provoca un sesgo en cualquier análisis estadístico serio.
2. Las fotografías son tomadas por un fotógrafo que conoce qué muestra está analizando y que puede buscar los mejores cristales de cada muestra de forma subjetiva. De hecho, Emoto ha reconocido que analizó 50 fotografías de cada muestra y observó que había cristales regulares e irregulares en todas ellas, y que él eligió personalmente cuál era la que mejor reflejaba el espíritu de la muestra (blog personal Emoto).

Este mismo experimento fue repetido posteriormente por Kristopher Setchfield del departamento de química del Castleton Collage de Vermont, sin conseguir ver el efecto descrito por Emoto, tal y como Serchfield cuenta AQUÍ

En el año 2008 Emoto, trata de responder las críticas en una nueva publicación en la revista “Journal of Scientific Exploration” (3), en la que Dean Radin volvía a ser el primer autor del trabajo. Este trabajo tiene una base similar al anterior pero introduce un nuevo elemento de control, no hay fotógrafo sino que una máquina toma las imágenes siempre de la misma región, independientemente de la muestra. Otro aspecto que varía en esta ocasión es la distancia, no sólo realiza “sugestión” sobre muestras lejanas, sino que además lo hace sobre muestras cercanas. En principio se espera, según la hipótesis de Emoto, que eso no varíe el resultado, tanto las lejanas como las cercanas deberían notar el efecto de la sugestión.

El hecho de que repitiera el experimento en estas nuevas condiciones significa que finalmente Emoto aceptó que su primer trabajo no cumplía con los requisitos científicos adecuados para extraer conclusiones. Y con las nuevas condiciones los resultados cambian, y mucho. Se observa un pequeño efecto de incremento de belleza de cristales cuando la muestra está cercana (aunque la diferencia fue significativamente menor que la obtenida en 2006), pero no hay diferencia entre muestras alejadas (refutando lo observado en 2006).

¿Alguien cree que estos resultados hicieron que Emoto cambiara de opinión o que al menos diseñara otros experimentos para analizar de nuevo su hipótesis? Ni mucho menos, dio por válido los resultados al aceptar lo que se observaba entre muestras cercanas y silenció lo que ocurría entre las muestras lejanas. Esto es científicamente inaceptable, si se diseña un experimento con una serie de controles es para seguirlos y cumplirlos. Si falla en alguna de las condiciones, la hipótesis no puede ser dada por buena.

A pesar de estos resultados negativos Emoto sigue con sus fábulas, tal y como muestra la entrevista realizada hace poco días. Y es que detrás des estas fábulas hay una intensa actividad comercial. Emoto posee una empresa que comercializa agua a precios tremendos (más de 30 euros el cuarto de litro), y tiene en el mercado montones de productos, tal y como se detalla en este enlace. Vamos, que a su mística le ha puesto un buen precio.

Referencias:

(1)Chaplin, M.F. (2007) The memory of water: an overview. Homeopathy 96:143-150.

(2)Radin, D. y col. (2006) ) Double-blind test of the effect of distant intetantion on water crystal formation. Explore, 2:408-411.

(3) Radin, D. y col. (2008) Effects of Distant Intention on Water Crystal Formation: A Triple-Blind Replication Journal of Scientific Exploration, 22: 481–493.

  1. 4 febrero, 2013 a las 10:02

    Mientras haya bobos, habra engañabobos.

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  2. 4 febrero, 2013 a las 14:33

    Yo por si acaso a partir de ahora seré amable y respetuoso con mi congelador, le pondré música clásica y adornaré la cocina con bellas reproducciones de paisajes para que así, en justa compensación el agua cristalice adecuadamente y poder obtener cubitos de hielo bellos, positivos y armónicos con lo que muy probablemente este verano seré la sensación de las fiestas obteniendo unos mojitos espectaculares gracias al Sr Emoto. En serio, hay que débil mental para creerse estas tonterias, más o menos como los que financiaron su reciente conferencia en madrid. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2012/07/tras-la-memoria-del-agua-ahora.html

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  3. MR
    4 febrero, 2013 a las 21:13

    La Vanguardia es el diario generalista más aneuronado que conozco. He visto en su espacio estrella, La Contra, cada diarrea que preocupan, desde una academia que guía a padres y madres a educar a sus hijos índigo hasta un médico que cura, por ejemplo, la miopía con una dieta.
    Digo aneuronado pero más bien sea prostituido, ya que muchos son claramente publicidad aunque no lo señale, incluso con los datos de contacto.

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  4. Juan de terzas
    4 febrero, 2013 a las 23:24

    Manuel, gracias.

    El mejor agua del mundo está en mi aldea: Terzas. A todos los creyentes en la homeopatía les ofrezco el agua de mi pueblo a 30 euros el litro. A los no creyentes les regalo el agua y les invito a un vaso de vino de mis cepas mencía y a un chupito de licor café hecho con el orujo destilado del bagazo de mis mencías. A los creyentes no les invito porque la clave de que la homeopatía funcione es que se paga por ella con total fé, cuanto mas cara mas cura.

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  5. 5 febrero, 2013 a las 9:14

    Según este paisano ¿Cuando pierde la memoria el agua?

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  6. Masklin
    5 febrero, 2013 a las 10:47

    Conservará la memoria mientras dure la dilución de las neuronas del homeópata que la haya realizado… A mayor dilución de las neuronas, más memoria del agua, es que es evidente…

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  7. LGM
    5 febrero, 2013 a las 11:55

    Si lo he entendido bien… ¿Mi salud va a depender del estado de ánimo del distribuidor del agua?
    ¿De dónde sale esta gente?

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  8. kaope
    5 febrero, 2013 a las 13:04

    No sólo del distribuidor, también si durante el transporte de la misma hay junto al camión un tipo estresado que se líe a bocinazos con el resto de conductores, si el reponedor del super está de mal humor, de si la cajera tiene un mal dia, de si…. No hay por donde coger la teoría de Emoto por ningún lado.

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  9. Blueoriol
    5 febrero, 2013 a las 13:05

    Como siempre, incluso en la remota posibilidad de que estuviese en lo cierto (Emoto), no veo la posible utilidad de tan supuestamente increible hallazgo.

    Solo es necesario un tipo con mala intención que insulte a los medicamentos cuando pasa por delante de una farmacia para estropear todos los productos.

    O incluso mas, solo que algun trabajador que envase, etiquete o venda los productos este de mal humor te da al traste con todo el beneficio curativo.

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  10. LGM
    5 febrero, 2013 a las 13:27

    Lo que único que sí me parece razonable es el precio, teniendo en cuenta al premio Ig Nobel de medicina de 2008 🙂

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  11. Mireia
    5 febrero, 2013 a las 13:46

    Quizá si piensas que tomas agua «buena», eres tú el que te proporcionas a ti mismo bienestar. O sea, sugestión y autosugestión con el agua de catalizador.

    No encuentro mal que la gente sea respetuosa y que agradezca beberse un trago de agua fresquita en verano, eso será mejor que beberse ese mismos vaso lleno de «maldita agua de las narices», pero de ahí que ese primer vaso de agua sea más benigno que el segundo, pues no sé…

    Por cierto, ¿alguien ha hecho el experimento del arroz en agua con las etiquetitas de amor-odio? Sólo por curiosidad…

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  12. Francesc
    5 febrero, 2013 a las 18:44

    Pregunta… si cada vez que saco dinero de un cajero pienso que son unos ladrones, el dinero que me sale va a tener malas vibraciones? Si compro comida con él, me sentará mal? Si me compro un perro me morderá? Qué presión!
    P.D: la próxima vez que tenga resaca le echo la culpa a la cristalización del hielo de los cubatas

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  13. Domingo
    5 febrero, 2013 a las 19:41

    esto de la memoria del agua me recuerda a los toreros muertos de pablo carbonell

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  14. Cronopio
    5 febrero, 2013 a las 21:41

    En el fondo Emoto tiene razón y parece que ni el mismo se ha dado cuenta. Después de 25 años recetando homeopatía, concluye que las propiedades de los preparados homeopáticos (y la diferencia entre varios de ellos) se basa únicamente en lo que pone en la etiqueta. Y las bondades curativas dependen de la intención de quien te las receta. Intentar demostrarlo con lo de los cristales de hielo es muy…..Uri Geller?

    Domingo, no compares, que lo de los Toreros Muertos es un himno Eco-pop al ciclo del agua. No olvides que mi (o tu) agüita amarilla nos moja a todos cuando llueve en concentraciones infinitamente superiores que muchos compuestos homeopáticos.

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  15. 7 febrero, 2013 a las 22:16

    Yo guardo el agua del grifo en la nevera y en las botellas no tengo etiquetas. El otro día, la puse junto al bote de ketchup. Al estar aburrida, debió de leer la etiqueta del mismo modo que un ser humano lee el bote de champú en el váter, ya que al congelarla y mirar sus cristales en el microscopio, estos adoptaron la forma de Happy-meal. No puedo mostraos las imágenes por que se las comió el perro…

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  16. Diego Iriarte
    10 febrero, 2013 a las 8:01

    Pues yo tengo una discusión con un colega que me asegura que es válido porque ocurre a nivel cuántico (según él hay ecuaciones cuánticas sesudas que indican una probabilidad, como la función de onda, en la forma de la cristalización) y que se relaciona con el experimento de la doble rendija de Young. Pues a mi no me calza, porque si realmente tiene «memoria» debe almacenar información en la molécula y no veo por dónde pueda hacerlo en su estructura.

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  17. José
    12 febrero, 2013 a las 16:21

    Pues yo creo recordar que el agua diamantina tiene ese tipo de propiedades que mejoran de manera eficaz los problemas físicos de muchas personas.
    Enohrabuena! por Don Masaru.

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  18. 12 febrero, 2013 a las 17:12

    No José, equivocas el término: el agua diamantina tiene se tipo de propiedades que mejora de manera eficaz los problemas económicos de aquellos que la comercializan. Lo demás, cuentos de Emoto.

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  19. Juan de terzas
    13 febrero, 2013 a las 13:27

    ¿alguno por ahí se aburre mucho, pero mucho, mucho?

    pues para echar unas risas (si te abrurres mucho y no tines nada mejor que hacer) aquí pego un enlace que demuestra como se puede escribir todo un artículo sobre lo que es algo (en este caso «agua diamantina») sin de3cir nada de nada.

    http://buenasiembra.com.ar/salud/articulos/que-es-el-agua-de-diamantina-348.html

    Si tienes un libro, cualquier libro, para leer o una película para ver, mejor no sigas este enlace porque no merece la pena.

    He enviado a esa página un correo ofreciendo mis servicios como redactor porque yo seríai capaz de inventar una explicación mucho mas imaginativa y creíble….

    ¡joer…! yo en paro y un montón de descendientes de madres con profesiones escabrosas llenándose los bolsillos con semejantes chorradas…

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  20. Herbert West
    13 febrero, 2013 a las 18:17

    Juan de terzas :
    ¿alguno por ahí se aburre mucho, pero mucho, mucho?
    pues para echar unas risas (si te abrurres mucho y no tines nada mejor que hacer) aquí pego un enlace que demuestra como se puede escribir todo un artículo sobre lo que es algo (en este caso “agua diamantina”) sin de3cir nada de nada.
    http://buenasiembra.com.ar/salud/articulos/que-es-el-agua-de-diamantina-348.html
    Si tienes un libro, cualquier libro, para leer o una película para ver, mejor no sigas este enlace porque no merece la pena.
    He enviado a esa página un correo ofreciendo mis servicios como redactor porque yo seríai capaz de inventar una explicación mucho mas imaginativa y creíble….
    ¡joer…! yo en paro y un montón de descendientes de madres con profesiones escabrosas llenándose los bolsillos con semejantes chorradas…

    Joder Juan, como te pasas.

    Al principio me he hartado de reir, pero cansa mucho lo de leer párrafos sin mensaje.

    Ahora, lo de «No puede ser definida usando términos masculinos, como fuerza o eficiencia» no tiene precio. ¿El fuerza y el eficiencia?

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  1. 4 febrero, 2013 a las 8:38
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